Estudio revela que las mascotas pueden superar el amor de pareja

Recientes estudios han revelado que muchas personas podrían sentir un mayor afecto hacia sus mascotas que hacia sus parejas humanas, un fenómeno influenciado significativamente por la empatía y respuestas afectivas que se desarrollan en la relación diaria con los animales. 

Investigadores como Arnold Arluke, Jack Levin y John Archer han profundizado en cómo y por qué se forman estos vínculos emocionales, arrojando luz sobre la intensidad del lazo humano-animal comparado con las relaciones interpersonales.

Arnold Arluke y Jack Levin, dos prominentes académicos, exploraron cómo la empatía funciona diferencialmente según el sujeto hacia el que se dirige. 

En un experimento, hicieron que participantes leyeran un artículo periodístico en el que se describían actos de violencia contra un bebé, un animal y un adulto de 30 años. 

Los resultados mostraron que los niveles de compasión y empatía eran más altos hacia el bebé, seguidos muy de cerca por el animal, y mucho menos por el adulto. 

Esto sugiere que la percepción de vulnerabilidad y desvalimiento puede amplificar la respuesta empática, colocando a los animales en una posición emocionalmente privilegiada sobre los adultos humanos en ciertas circunstancias.

Hallazgos principales del estudio

Mayor afecto hacia mascotas que hacia parejas humanas: estudios indican que la empatía y las respuestas afectivas intensas hacia las mascotas pueden superar las dirigidas a las parejas.

Empatía diferenciada por sujeto: investigación de Arluke y Levin muestra que la empatía se manifiesta más fuertemente hacia bebés y animales que hacia adultos, debido a percepciones de vulnerabilidad.

Relación incondicional: John Archer explica que las mascotas proporcionan una satisfacción emocional que a menudo no se encuentra en las relaciones humanas debido a su naturaleza incondicional.

Transferencia de roles parentales a mascotas: las funciones de cuidado y protección normalmente reservadas para relaciones parentales se aplican a las mascotas, fortaleciendo el vínculo emocional.

Contrato emocional recíproco y fiable: a diferencia de muchas relaciones humanas, el vínculo con las mascotas se caracteriza por una lealtad y dependencia mutua que es consistentemente gratificante.

John Archer de la Universidad de Lanchaschire, en el Reino Unido, contribuyó con el informe “¿Por qué amamos a las mascotas?”, donde argumenta que muchas personas obtienen más satisfacción de sus relaciones con sus mascotas que con otros humanos. 

Según Archer, esto se debe a que las mascotas ofrecen un tipo de relación incondicional, un aspecto frecuentemente ausente en las interacciones humanas. 

Archer denominó a estas respuestas emocionales como “antropologizadas”, ya que los roles típicamente asociados a las figuras parentales —proveer cariño, protección y educación— se trasladan a las mascotas.