La historia de Loy Joseph: el góspel viaja de Haití a la Patagonia – Diario Río Negro
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Funk, góspel, salsa, bachata, rap, afrobeat, kompa, todo y quizás más también sucederá en una sola noche, la de este sábado, de la mano, la voz, el carisma y el espÃritu de Loy Joseph, la joven y talentosa cantante haitiana radicada hace casi diez años en el Alto Valle.
Por supuesta que no estará sola Loy, la acompañará su banda integrada por Gena Peralta, en guitarra; Julián Beccaria, en bajo y Braian Sandoval, en baterÃa. A ellos se sumarán, en otro tramo del espectáculo, las voces de Patricia Vázquez, Candelaria RodrÃguez, Natalà Pardo, Merlina Yunguerman, Claus Regueiro, Lucas Villarreal y los raperos Eselgod y Genione para compartir con Loy temas de góspel y blues.
Luego, será el momento en la noche Café con Crema, el conjunto de salsa y bachata neuquino conformando por músicos cubanos, venezolanos y argentinos con quienes Loy tiene pensado compartir algún que otro tema.
La Black & White Party, tal como la propia Loy Joseph la nombró (ya contará ella por qué) tendrá lugar en Pikerton, ubicado dentro del Casino del RÃo, en Cipolletti. Comenzará a las 22 con entradas a $5000 anticipadas y $6000 en puerta. Por reservas, al 299 4247877. Y atención con esto: código de vestimenta blanco y negro, ya dirá Loy por qué.
Una fiesta en blanco y negro
Mientras habla con Diario RÃO NEGRO, Loy camina por Avenida Olascoaga. Por su teléfono se cuelan los sonidos de la ciudad cuando promedia la mañana de este miércoles. Elionoch Joseph, tal es el nombre de Loy, nació en Les Cayes, una localidad costera sobre el mar Caribe.
AllÃ, en HaitÃ, se habla francés, pero, sobre todo, se haba creole, que no es otra cosa que criollo haitiano, un idioma hecho basado en el francés, pero mezclado con lenguas del Ãfrica Occidental.
âFui criada en una familia cristiana, misionera también, porque mi mamá y mi papá viajaban todo el tiempo y se iban de misión y me llevaban. En cada lugar compartÃa mi canto, mi voz, con la gente de esa iglesia de la misión. Me crie en ese ambiente Y estoy muy orgullosa de decir que aprendà a cantar en la iglesia.
Loy Joseph
En el habla de Loy casi no hay rastros de creole porque habla perfectamente el castellano, un idioma que aprendió recién cuando se estableció en Cipolletti, a fines de 2016, para estudiar la carrera de PsicologÃa en la Universidad de Flores. Va por el tercer año. Y va bien.
Dice Loy en ese castellano tan bellamente pronunciado que este sábado unirá dos mundos, el del funk y el góspel y el de la salsa, la bachata y los ritmos sudamericanos. Y que ella será parte de todos. El primero de esos mundos, el del funk, el blues y el góspel la tendrá como protagonista.
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Del segundo, en cambio, será protagonista solo un poco. Dice Loy de Café con Crema: âLos conocà en la Fiesta de la Confluencia de 2020 y fue la mejor noche de mi vida: bailé salsa un montón sin saberlo y eso me sostuvo durante la pandemia. La salsa me salvó (risas)â. También dice que aquella noche conoció a la comunidad cubana de Neuquén. âLos seguÃa, los veÃa y ahora vamos a hacer algo juntos. Pienso hacer un tema con ellos, será mi primera vez cantando salsa (risas)â.
El espectáculo, que no por nada se llama Black & White Partyâ, incluye un código de vestimenta: blanco y negro. Loy cuenta que en Haità es habitual el código de vestimenta para las fiestas y que todos vayan de blanco. âArmando el evento querÃa hacerlo con código de vestimenta. Quizás aquà el blanco es muy exigente por lo que decidimos hacerlo con el blanco y el negro. Y resultó que de eso se trata este espectáculo, de músicos blancos y negros juntos. Yo soy la negra y en mi formación están los chicos argentinos, va a haber más gente negra, estarán los cubanos, los venezolanos que vendrán. Gente negra, gente blanca. Dije: ¡es el evento! (risas)â.
Haità y la iglesia como escenario
âAllá todo es en la iglesiaâ, resume Loy cuando habla de su formación musical y de su acercamiento al góspel. âFui criada en una familia cristiana, misionera también, porque mi mamá y mi papá viajaban todo el tiempo y se iban de misión y me llevaban. En cada lugar compartÃa mi canto, mi voz, con la gente de esa iglesia de la misión. Me crie en ese ambiente del que estoy muy orgullosa de decir que aprendà a cantar en la iglesia. Para nosotros es la cuna de los cantantes más exitosos. Los mejores aprendieron en la iglesia. Acá no lo veo tanto, pero allá las iglesias dan clases de música, de piano, de guitarra de baterÃa, es una institución donde uno también va a aprenderâ.
El canto tiene que salir del alma, no tiene por qué que ser una bella voz, el cantante de góspel debe saber expresar la emoción que siente dentro suyo».
Loy Joseph
El góspel es una de las músicas más populares de HaitÃ. Para Loy, es algo mucho más profundo que el cliché del canto colectivo que (nos) muestra el cine de Hollywood. Piensa y dice una palabra: trance. âLa experiencia de la iglesia cristiana en Estados, HaitÃ, Ãfrica o donde sea es una experiencia en la que uno entra en trance, uno tiene en contacto con el alma y se vive de otra manera. Acá, cuando iba a la iglesia, cantaban una canción y a los tres minutos ya estaba, la gente se cansaba y querÃa pasar a otro tema. En HaitÃ, una estrofa de cuatro frases se puede repetir durante diez minutos y la gente no se cansa. Como si se tratara de un estado de trance. Es profundo. Hay que vivirlo para entenderloâ.
Para Loy, âel góspel es alegrÃa, es fe, esperanza porque contagia. El canto tiene que salir del alma, no tiene por qué que ser una bella voz, el cantante de góspel debe saber expresar la emoción que siente dentro suyo, debe saber transmitir el mensaje, de fe, de alegrÃa, de tristeza, lo que sea. El canto de góspel está en la expresión de ese sentimientoâ.
La experiencia es muy distinta, apunta Loy, con las túnicas, todos bailando y expresándose con las voces y el cuerpo. âRecuerdo una vez, en una entrevista, le mostré a alguien que nunca habÃa ido a la iglesia un tema de góspel y al final me dijo ¡Asà sà llvame a la iglesia!â (risas).
Loy: estudiar y cantar
Apenas llegó al Alto Valle, Loy hizo dos cosas: anotarse en la carrera de psicologÃa y unirse a Góspel en la Patagonia, bajo la dirección de Israel Matamala. Primero en Cipolletti, donde se estableció apenas llegó a la región, y luego en Neuquén, donde vive actualmente, Loy hace ambas cosas, estudiar y cantar. Pero no siempre ambas cosas tuvieron igual prioridad. Para eso hay que volver por un momento a HaitÃ.
Para Loy, el canto era lo natural, formaba parte de su vida cotidiana. âYo cantaba, me gustaba y me sigue gustando, por supuesto, pero no era que me querÃa dedicar a eso, querÃa ser más psicóloga que cantante. Ahora es otra cosa, tengo otra visión la músicaâ.
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En su casa de Les Cayes, Loy cantaba a escondidas, sus padres no sabÃan que lo hacÃa porque, como dirá luego, una cosa es ser una vocecita dentro de un coro de voces y otra muy distinta es ser la voz solista. âRecuerdo la primera vez que me escucharon yo estaba en tercer año de la primaria. Yo tenÃa ocho años y me escucharon por primera vez y quedaron fascinadosâ.
¿Por qué cantaba a escondidas? âPor inseguridad, por temor a cómo iba a ser. Porque si bien yo cantaba, lo hacÃa en grupos con otros niños y casi no se escuchaba mi voz. Esa vez, en cambio, fui a cantar sola, dando mi nombre. Y no le habÃa dicho a nadie qué iba a cantar. Fue una sorpresa para todos. Es algo que mantengo hasta el dÃa de hoy: nadie sabe qué voy a cantar hasta que comienzo a hacerloâ.
El góspel como un don
Decida a ser psicóloga, Loy se fue de Haità a los 19 años y se trasladó a República Dominicana, el paÃs vecino de isla La Española, el primer lugar de América donde Cristóbal Colón pisó tierra firme aquel 12 de octubre de 1492. Allà estuvo un mes junto a su hermana, que estudiaba Medicina, Juntas viajaron a Buenos Aires sin saber si iba a seguir con la música. Luego de una semana en la capital argentina, se trasladó a Cipolletti por recomendación de una haitiana amiga de su hermana.
âLos haitianos, cuando migramos, nos movemos por redesâ, cuenta Loy. âSi tengo un amigo o amiga en un lugar al que quiero migrar le pido info y esa gente y me va guiando. No es común que alguien llegue sin saber nada del lugarâ.
âLa experiencia de la iglesia cristiana en Estados, HaitÃ, Ãfrica o donde sea es una experiencia en la que uno entra en trance, uno tiene en contacto con el alma y se vive de otra manera».
Loy Joseph
Loy se estableció en Cipolletti en 2017, empezó a estudiar psicologÃa en la UFLO e ingresó en el coro góspel para seguir cantando y no perder la costumbre. Pero resultó ser mucho más que eso. Loy pudo dar su primer show solista y comenzó a dictar talleres de perfeccionamiento de canto e improvisación e interpretación a cantantes que ya saben hacerlo y que tienen incorporadas las técnicas de respiración. âYo los llevo a un lugar para mejorar su performance y la improvisación en el escenarioâ, explica Loy.
Cantando lejos de casa fue que descubrió aquello que ya habÃa visto el dÃa que cantó sola por primera vez: Loy descubrió en el canto un don. âPasó a mis ocho años cuando canté, pero no como un insight del tipo âoh, es un donâ pero sà que pasó. Finalmente, volvió a suceder acá, cuando empecé a cantar en el coro góspel y preparaba los solos que me tocaban. Los preparaba con mucha dedicación, desmenuzaba cada frase y decidÃa hacerlo de tal o cual manera para transmitir eso que el góspel contiene y que genera un impacto en el público. Entender yo el mensaje y después saber transmitirloâ.
Loy se dio cuenta que, cuando ella misma tomaba clases para mejorar la técnica, vio que aprendÃa muy fácil y que todo le salÃa de un modo natural, más allá de las técnicas aprendidas. âSe me daba, por asà decirlo, sin ensayar, con improvisación. Y sentà una responsabilidad de transmitir algo, me decÃan que el timbre de mi voz es muy diferente al resto Y dios dice si tienes un don, pues es por ahÃ, hay que trabajarloâ.