Los capitanes y capitanas de los 32 mejores equipos de Seven -la modalidad olímpica del rugby- del mundo dieron protocolario inicio a las HSBC Sevens Finals en el Palacio Real de Madrid, que del 31 de mayo al 2 de junio se celebrará en el Civitas Metropolitano. El escenario, el palacio más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo, da muestra del alcance de la competición, el más importante evento de rugby celebrado hasta ahora en nuestro país.
La tradicional foto de familia con los 32 capitanes reunió a muchas de las estrellas del rugby internacional en la última cita mundial antes de los Juegos Olímpicos que se disputarán este verano en París y en la que participarán algunas de las superestrellas del rugby como el francés Antoine Dupont, el irlandés Hugo Keenan, la neozelandesa Portia Woodman o la inglesa Ellie Kildunne.
Antoine Dupont, Hugo Keenan, Portia Woodman y Ellie Kildunne.
Este torneo es el primer evento directamente organizado por World Rugby y ha traido a Madrid a cerca de un millar de participantes, entre jugadores, asistentes, medios de comunicación y personal organizativo. La magnitud del evento da idea la importancia que para World Rugby tiene el rugby olímpico y su capacidad de desarrollo.
Esta temporada las HSBC SVNS han cambiado de formato e introdujeron por primera vez una gran cita final en la que se decidirán tanto los títulos de campeones como la permanencia de los cuatro equipos peor clasificados en la general.
Madrid será este fin de semana el escenario en el que se decidirá todo, con Argentina en categoría masculina y Nueva Zelanda femenina habiendo terminado en primera posición en la fase regular. Los dos equipos españoles por su parte pelearán por mantener la categoría y seguir compitiendo en 2024 entre las 12 mejores Selecciones del mundo.
Juan Ramos y Amaia Erbina, capitanes de la selección
En la lucha por el título cada partido cuenta, ya que sólo los dos mejores clasificados de cada grupo al término de los partidos disputados entre ellos pasarán a las semifinales de oro y podrán seguir compitiendo por coronarse campeones.
Los conjuntos que pelearán por el descenso tendrán también una fase de grupos pero en esta ocasión servirá para decidir su rival, ya que el mejor clasificado de cada una de las pools se verá las caras en el partido definitivo del domingo ante el último del grupo restante, y así sucesivamente.
El ganador de ese cruce mantendrá la categoría, y el perdedor volverá a casa con las manos vacías y competirá la siguiente temporada en la segunda división, las World Rugby HSBC Sevens Challenger.
