Murió Edgardo Cozarinsky, escritor y director de películas clave del cine nacional

Edgardo Cozarinsky murió a los 85 años y la ciudad, que lo despide en un velatorio en la Biblioteca Nacional, ya lo extraña. Dandi, tanguero, intelectual con calle, personaje de Buenos Aires, autor de más de veinte películas y guiones, escritor singular y a su manera prolífico.

Era una de esas presencias con las que siempre daba alegría cruzarse. En el bar de abajo de su departamento de Recoleta, que hoy es Roux, o en Los Galgos, demorándose en llegar a su mesa de tantos saludos que devolver por el camino hasta ella. En eventos y mesas de café, practicando el arte de la conversación, sin aspavientos ni apuro. Con amigos más jóvenes o congéneres, artistas o ajenos al mundillo de la creación, según su curiosidad inacabable y sus ganas, que lo mantuvieron activo y con proyectos hasta el final.

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Joven amigo de Bioy y Silvina Ocampo, colaborador de Sur (y también de Primera Plana y de Panorama), Cozarinsky escribía sobre cine antes de partir al exilio en París. Volvió en 1989 con experiencia tanto en cine como en televisión, y con un cuerpo de trabajo documental dedicado a la exploración de pensadores y artistas. Desde su regreso al país abrazó con pasión el tango y la milonga, sobre la que escribió además, mientras que su curiosidad y su proverbial generosidad lo llevaron a colaborar con un sinfín de realizadores y actores a los que muchas veces doblaba en edad.

Ronda Nocturna (2005), con un joven Gonzalo Heredia, es uno de sus films más recordados, junto a La guerra de un solo hombre, Citizen Langlois, Fantasmas de Tanger, Le cinéma des Cahiers o Carta a un padre, de 2013, en la que buceó en sus propios orígenes familiares, en la colonia judía de Entre Ríos.

En el último Festival de Mar del Plata presentó, junto a su equipo, Dueto, su última película, concebida y realizada junto a Rafael Ferro; una especie de diario íntimo a cuatro manos que funciona también como ejercicio de memoria compartida, no exento de sentido del humor.

Entre sus textos, Vudú urbano (de 1985) fue uno de sus libros más exitosos. Tiene prólogo de Susan Sontag y del crítico Guillermo Cabrera Infante. La novia de Odessa, Dark, Lejos de dónde o En el último trago nos vamos son otros de sus títulos, más de 25 entre novelas relatos y ensayos.