Sabalenka y Swiatek acercan el tenis femenino a las reglas del masculino 11 años después – Relevo
“Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal se meten en semifinales de Roma/París/Madrid/Indian Wells“. Un titular que se habrá repetido cientos de veces y que no extrañará absolutamente a nadie. Vamos con otro. “Swiatek, Sabalenka y Gauff se meten en semifinales de Roma“. Presuntamente, tampoco debería levantar sorpresa alguna. La estadística dice lo contrario. Porque, para sorpresa de cualquiera, es la primera vez desde Roland Garros 2013 (Serena Williams, Sharapova y Azarenka) que el top 3 del ranking WTA se planta entre las cuatro mejores de un torneo.
En el debate que siempre está sobre el papel sobre las diferencias mediáticas entre el tenis masculino y el tenis femenino, uno de los principales argumentos que se utilizan para explicar la distancia es la falta de jugadoras fiables en el cuadro. Que en las finales no sea habitual ver a las mejores y que cada torneo cuente con tenistas diferentes en las rondas decisivas. Las representantes de WTA poco a poco comienzan a dar argumentos para contrarrestar este relato y Roma es el mejor ejemplo de ello.
Sabalenka, Gauff, Swiatek y Collins se han citado en las semifinales del Masters 1.000. En la primera, la número 1 del mundo se ha impuesto a Gauff por 6-4 y 6-3 en un parejo partido que se definió por detalles. En la segunda, Sabalenka también cumplió con las expectativas y se llevó el duelo por 5-7 y 2-6. Dicho lo cual, las dos mejores tenistas de la actualidad se vuelven a citar en una gran final.
Algo que ya pasó en Madrid, donde Swiatek y Sabalenka firmaron una final para el recuerdo, resuelta en favor de la polaca por 7-5, 4-6 y 7-6. Allí, la vencedora dio un discurso rotundo: “¿Quién va a decir ahora que el tenis femenino es aburrido? Enhorabuena a Aryna, ha sido un gran esfuerzo hoy. No sabía si iba a ganar o perder, estuve muy estresada en los dos primeros sets. Incluso aunque perdiese sabía que había luchado y que había subido mi nivel en el tercero. Es una locura los cambios que hay en el tenis. Estoy feliz por haber superado el estrés. Gracias, Aryna, por compartir la pista conmigo”.
En ese “tenis femenino es aburrido” se esconde en realidad el eterno debate centrado entre otras cosas, en lo ya expuesto. ¿Pero es este el inicio de una nueva era? Solo los torneos hablarán. Por el momento, tanto Swiatek como Sabalenka dan síntomas de poder marcar una era. Jugadoras muy físicas, demoledoras en el resto, dominadoras en el peloteo y con un gran balance de golpes ganadores. Algo por detrás llega Gauff, a la que la juventud avala.
La estadounidense, de solo 20 años de edad, alcanza el tercer puesto del ranking mundial, además de haber logrado el número 1 en el de dobles. Aún le queda ser capaz de acumular la regularidad necesaria, si bien ya cuenta con un US Open, una final de Roland Garros y las semifinales del Open de Australia de este mismo año. La presencia de una tercera espada no dejará de engrandecer el tenis femenino en busca de esa nueva dimensión de iconos y regularidad.
Lo que dicen los datos
“No suelo ver mucho tenis, pero prefiero ver el tenis masculino al femenino. Creo que es más lógico e interesante de ver“. Una reflexión de Sabalenka reventó toda posibilidad de tregua. ¿Cuál era el camino si hasta la número 2 del mundo tiraba piedras contra su propio tejado? Pero la estadística, sin embargo, jugaba en su contra.
Mirando únicamente los Grand Slam, el Big Three masculino ha ganado 61 de los 71 torneos disputados desde 2005. El circuito femenino, por el contrario, ha tenido 30 campeonas. Pero no era un dato equitativo, por su escasa frecuencia y, sobre todo, por el cambio de tres a cinco sets que siempre rema a favor de los mejores del ranking.
Por ello, Relevo estudió la consistencia del circuito en base a todos los cuadros de Grand Slam y ATP/WTA desde 1990, tomando como referencia los ‘Top 10’ que se han colado en cuartos de final. En los 90, WTA era mucho más consistente y después retomó la estadística en los 2000, con la llegada de las Williams. ATP volvió a liderar con Nadal y Federes y, ahora, la línea está muy equilibrada, una vez ha comenzado el fin del tridente de oro.
“Había gente hace años que decía que la WTA no era consistente y que éramos una vergüenza, que deberíamos jugar mejor. Pero ahora yo creo que somos incluso más consistentes que los hombres”, dijo Swiatek en el Mutua Madrid Open. El tiempo le está dando la razón. Las tenistas han ofrecido en Roma un dato que permite creer en el despegue de las cabezas de serie del circuito. El tiempo lo dirá.
