Caitlin Clark y el alto precio de estar en la WNBA: persecución, abucheos y golpes «inaceptables» – Relevo

Caitlin Clark, la nueva estrella del baloncesto femenino en Estados Unidos, está pagando caro el peaje de la fama en la WNBA. A pesar de haber elevado el nivel de atención del baloncesto universitario, de haber batido todos los récords en la NCAA, de haber sido elegida como número 1 del draft y de haber aterrizado en la competición profesional a bombo y platillo, a la jugadora de Idaho le está costando adaptarse a su nueva situación.

Y sus rivales no se lo están poniendo fácil. Defensas cerradas (esta pasada madrugada apenas ha anotado 3 puntos en el choque ante las Liberty de Ionescu y Breanna Stewart), intimidación y golpes son el pan nuestro de cada día para la estrella universitaria, que ya ha hecho saltar la voz de alarma por parte de su entrenadora y de la GM de las Fever sobre la protección a la nueva estrellas del baloncesto.

Una persecución que se ha visto agravada por su actitud, encarándose con sus rivales, y por lo sucedido el pasado sábado en el choque ante las Chicago Sky. Chennedy Carter, jugadora del equipo de Illinois, fue la ‘villana’ en esta ocasión después de dar un golpe a Clark, que según las imágenes podría haber golpeado también a su rival lo que habría provocado la reacción de Carter.

“Más allá de tirar de tres, ¿que trae al juego?”, apuntaba la jugadora de las Sky después de que las redes sociales la tomaran con ella por el golpe a Clark en un partido que las Fever tampoco consiguieron ganar y en el que la rookie se quedó en 11 puntos después del golpe de Carter en el que la escolta quedó en el suelo, sin ayuda de ninguna compañera.

Matt Barnes, exjugador de la NBA y uno de los grandes duros del baloncesto estadounidense, aprovechó para criticar que ninguna de sus compañeras saltara desde el banquillo para ayudar a Clark. “Se supone que sois una familia y todavía se preguntan por qué están al final de la liga en este momento. ¿Por qué no se protegen unos a otros? Los entrenadores y jugadores no hacen nada al respecto. Todos deberían estar avergonzados”, aseguró el exjugador de Clippers y Lakers entre otros equipos.

Barnes no es el único que ha salido en defensa de Clark. La GM de las Indiana Fever también ha saltado en redes sociales para pedir que cese la hostilidad. “Hay una diferencia entre una defensa dura y acciones innecesarias”, aseguraba Lin Dunn, entrenadora universitaria y de la WNBA desde hace mucho tiempo y que fue nombrada GM interina en 2022. “¡Tiene que parar! ¡La liga necesita “limpiar” esta basura! ¡¡Eso NO es lo que es esta liga!!”.

“Estoy tratando de que no me multen”, dijo a los periodistas la entrenadora de las Fever, Christie Sides, después del partido. “Seguiremos enviando estas posesiones a la liga y estas jugadas, y con suerte comenzarán a analizar mejor algunas de las cosas que vemos que suceden o que creemos que están sucediendo.

“Simplemente estoy feliz de que Caitlin lo haya manejado como lo hizo. Es difícil seguir recibiendo golpes como lo hace ella y no ser recompensado con tiros libres o simplemente una falta sancionada. Ella continúa luchando contra ellos”. Horas más tarde en Twitter Sides elevaba aún más el tono. “Es inaceptable. ¿Cuándo se van a escuchar nuestras quejas? Hay que hacer algo ya”.

Eso ocurrió el sábado. La pasada madrugada las cosas no mejoraron para Clark (15,6 puntos y 6,4 asistencias de media en 11 partidos) que sumó una nueva derrota con las Fever. Un duelo en el que la ex de la Universidad de Iowa comenzó a caminar angustiada fuera de la cancha haciendo un gesto a la oreja. en el cuarto trimestre. Minutos después, desapareció por el túnel que conduce al vestuario visitante. “Acabo de recibir un pequeño golpe en un bloqueo”, dijo Clark a The Post después. “No podía oír muy bien, por lo que era difícil entender lo que te rodea”.

Clark no pide un trato especial ni tiene derecho a él. “Crecí jugando baloncesto con los niños… tienes que encontrar una manera de defenderte”, dijo antes del partido y sonrió. “Y luego crecí con dos hermanos, las cosas eran muy, muy físicas, mucha sangre, muchas lágrimas, lo que fuera. Así que definitivamente estoy preparada para ello. A veces me tengo que recordar la suerte que tengo por tener este trabajo. A veces es difícil recordarlo y poner todo en perspectiva, pero eso es lo que trato de hacer, y creo que al mismo tiempo eso me quita la presión y realmente me permite divertirme”.