La realidad vuelve a superar a la ficción en el Palacio de los Deportes de Murcia – La Opinión de Murcia
El UCAM Murcia CB escribió en Málaga un bonito cuento de ficción. Pero la realidad o la lógica, como quieran llamarlo, se ha impuesto en Murcia. Casi nadie daba un euro por el equipo de Sito Alonso en la serie contra el Unicaja, el campeón de la liga regular, que ha uno de los dos equipos que ha pasado por el Palacio de los Deportes este curso capaz de ganar aquí. El otro fue el Valencia y quedó eliminado en el tercer partido de cuartos de final. Por ello, que nadie se rasgue las vestiduras ni tire la toalla.
Ayer, mientras veía el partido con la medallista olímpica Laura Gil a mi lado, me llegó un mensaje de una amiga de mi adolescencia a la que, precisamente, conocí gracias al baloncesto. «No te rindas. A veces la última llave es la que abre la puerta». Y una última llave para derribar al ogro Unicaja tiene mañana miércoles el UCAM en Málaga, donde ya ha ganado dos veces. Y si lo ha hecho dos veces, ¿por qué no tres?
Muy pocos creían que este equipo que ha despertado una pasión desorbitada iba a ganar el tercero en Valencia y que se iba a venir con un 2-0 de la capital de la Costa del Sol. Y como ya lo ha hecho, hay que seguir teniendo fe porque este club ha escrito más gestas lejos de Murcia que ante su propia afición, que volvió ayer ser la gran protagonista. Ya el ambiente previo al encuentro fue espectacular. Decenas de aficionados con mucha pólvora y bengalas rojas hicieron un pasillo por el que pasaron los jugadores uno a uno tras bajar del autobús. Porque ayer no llegaron al Palacio, como es habitual, en sus coches particulares. Sito Alonso quiso que desde el primer momento sintieran la misma emoción que esos seguidores enfervorizados, entregados a sus jugadores. Por eso, el domingo por la tarde, a través de las redes sociales, se convocó ese recibimiento. El primero en bajar del autocar fue Marko Todorovic, con pantalón vaquero, una señal de que finalmente no jugaría pese a que el entrenador había anunciado por la mañana en rueda de prensa que iba a realizar una prueba.
çSi espectacular fue el ambiente en la previa, lo que se vivió dentro del Palacio fue otro cuento de ciencia ficción. Muy pocas veces han rugido esas gradas con tanta pasión. Y eso que el UCAM fue siempre a remolque en el marcador. Pero cada acción, cada canasta, robo de balón o rebote se celebraron como si fuera el último. También rugió contra el trío arbitral como nunca había esta temporada, donde el equipo ha sacado adelante con solvencia la mayoría de sus partidos. La pitada al descanso fue atronadora, como también ocurrió cuando los colegiados señalaron una antideportiva a Dustin Sleva muy rigurosa en mitad de la pista a 40 segundos del final que dejó el encuentro sentenciado. En ese momento el marcador era 77-81. Pero a partir de ahí se acabó la historia, ya no hubo más que celebrar.
Entre esos aficionados que colgaron el cartel de ‘no hay billetes’ por segundo partido consecutivo había varios rostros conocidos del baloncesto murciano. Separados por una sola butaca estaban el yeclano Chumi Ortega, quien ayer se convirtió en nuevo jugador del MoraBanc Andorra para las dos próximas temporadas, y la internacional Laura Gil, quien muy pronto se incorporará a la selección española de cara a los Juegos Olímpicos de París. La jugadora del Perfumerías Avenida Salamanca se marchó en el tercer cuarto porque tenía que recoger a una amiga que llegaba a la estación de tren del barrio del Carmen. «A lo mejor me voy y les doy suerte», me dijo al despedirse. Pero el deseo de la murciana finalmente no se cumplió. Una lástima porque a ella no le habría importando perderse el final si el UCAM hubiera ganado y metido en la primera final de su historia.
Más allá de victorias o derrotas, de gestas o decepciones, lo más importante que va a dejar esta temporada es un legado, como decía el lema de la campaña de abonados. Y ese legado es esa masa de aficionados que se han acercado a ver los partidos en el Palacio. Muchos son ‘caza espectáculos’ que aparecen en contadas ocasiones. Si un 20% de ellos se quedan, el objetivo estará cumplido pase lo que pase mañana en Málaga.