El mercado en mayúsculas del deporte de los Estados Unidos de América es Nueva York. El centro de todo. Focos, fama y equipos en la primera línea de batalla. Eso dice la historia y tradición, porque la realidad es otra. El último título en grandes ligas de la ciudad corresponde a 2012 (NFL, Giants). Una década de sequía, en la que los menos esperados dan un golpe a la línea de flotación apostando porque la ‘Gran Manzana’ vuelva a ser grande. Es el fichaje de Aaron Rodgers por los New York Jets.
Aaron Rodgers sacudió la NFL, en particular, y el deporte americano, en general. Por el montante de la operación, con cuatro rondas -una condicionada a minutos- del Draft como intercambio. Por, claro está, ir a un equipo alejado de los focos y la grandeza, pero un ‘young core’ al que favorece una estrella del calibre del nuevo ‘8’. Y, por supuesto, porque es uno de los mejores de todos los tiempos el que sale a mercado.
Rodgers es histriónico, incontrolable y vive situaciones extrañas. Estuvo varios días en un ‘retiro de oscuridad’ para decidir ir a los Jets, sin ir más lejos. Pero es uno de los quarterbacks más talentosos de todos los tiempos. En la unión entre visión y pase quizá sea el mejor. 18 cursos en Green Bay, campeón de la Super Bowl, MVP de la Super Bowl, cuatro veces MVP de la NFL, cuatro veces en el equipo del año, 59.055 yardas de pase y 510 ‘touchdowns’. Historia del deporte.
Aaron Rodgers lanza un hail mary
Nueva York vuelve a los focos
Desengañémonos. No se suelen mover jugadores históricos. No muchos MVPs salen de sus franquicias, en la NFL los últimos son Tom Brady y Matt Ryan, y en ningún caso se parece al movimiento de Rodgers. Éste es la devolución de Nueva York a su lugar natural: los focos. 11 años sin ‘catar’ anillo son muchos, en una ciudad que tiene como mejores representantes a ‘A-Rod’ y al mejor jugador de la última MLB Aaron Judge.
En la NBA, con unos Knicks que siguen siendo el centro de casi todo no se saborea el éxito desde 1973. Los Brooklyn Nets, que fueron los últimos en probar ‘el método Rodgers’ al firmar a Kyrie Irving y Kevin Durant, no ganaron en su última prueba. En la Stanley Cup de la NHL, la última corona es de 2003 de los New Jersey Devils.
El último título de la ciudad de Nueva York
La MLB, con unos Yankees como baluarte al tener al mejor jugador, las World Series se resisten desde 2009 y desde 2015, con los Mets, no tienen presencia den la gran final. Y la NFL, liga con más trascendencia, es la última en ganar. Los Giants de Eli Manning tumbaron a los Patriots de Tom Brady en 2012 en aquella mítica final de Indianápolis. Desde entonces… nada.
Por ello, Rodgers llega a un equipo joven, con la potencia defensiva de ‘Sauce’ Gardner como baluarte. Garrett Wilson sigue creciendo en la recepción. Y sólo faltaba esa pieza del director de juego. Rodgers es veterano, pero sigue sabiendo dominar en el ‘football’ de la actualidad. Su capacidad de lectura podrá medir si es real el sueño de un equipo que jamás tuvo la importancia histórica de sus vecinos. Su único título data de 1968.
La duda de Rodgers
Para Rodgers también existe una parte personal, que va de la mano de su personalidad. Valoró retirarse, pero si lo hacía al final del año 2022-23 viviría un particular homenaje. Sería el segundo gran nombre de su clase del Salón de la Fama, pues el primero es Tom Brady. Rodgers y Brady tienen una rivalidad infinita, y ‘A-Rod’ sabe que si alarga su vida profesional podrá acudir a Canton como el número 1 de las clases venideras.
