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La visita rutinaria que alarmó a los extremistas, y más noticias – La Joven Cuba


La noticia es la indignación en el condado de Miami Dade por una visita aparentemente rutinaria de autoridades gubernamentales cubanas al aeropuerto Internacional de Miami, por gestión de la Agencia de la Seguridad del Transporte (TSA por sus siglas en inglés) subordinada al Departamento de Seguridad Nacional.

Decisión vergonzosa, peligrosa, que pone en peligro la seguridad nacional, etcétera, esas han sido las palabras de algunos voceros republicanos y demócratas que critican el recorrido, así como que TSA no haya informado a las autoridades locales.  

La alharaca no se hizo esperar: líderes locales de la comunidad cubana reaccionaron con un desproporcionado rechazo arguyendo que los funcionarios cubanos tuvieron acceso durante cinco horas a áreas sensibles para la seguridad del aeropuerto.

La información que trascendió es que cinco funcionarios del Ministerio de Transporte de Cuba y de la Aviación Civil inspeccionaron áreas del aeropuerto, como la que se encarga de la revisión de equipajes, y un punto de chequeo de pasajeros.

Las autoridades del condado han demandado una disculpa pública en una visita que sucedió el 20 de mayo, día de la liberación de Cuba del coloniaje español, vista por el Partido Comuinsta como una fecha bochornosa por la presencia de Estados Unidos en el país, pero celebrado como el día de la independiencia por muchos cubanos en Estados Unidos.

«Como cubano americano nacido en Miami, estoy consternado de que esto haya sucedido», afirmó Ralph Cutié, el director general del aeropuerto de Miami. También agregó que ni él, ni el alcalde demócrata Daniella Levine Cava fueron informados del recorrido. Por su parte, el Comisionado Republicano René García lo llamó un «asalto a nuestra seguridad».

Varios de los que protestan resaltan el hecho de que Cuba es un país «patrocinador del terrorismo», según una lista estadounidense en la que está la Isla, aunque ya no está en la de países que no cooperan con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos, pues fue recientemente retirada.

La decisión de marras también ha seguido siendo noticia esta semana, pues ha sido condenada por la Comisión del Condado miamense, aunque también defendida por el secretario de Estado, Antony Blinken, bajo los argumentos de que el gobierno colombiano suspendió las órdenes de extradición que pesaban sobre los miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) presuntamente radicados en la Isla, y que Washington y La Habana han reanudado la cooperación policial en temas de interés mutuo.

Volviendo a la visita, según el Miami Herald, es parte de la cooperación habitual en los sectores de la aplicación de la ley y la seguridad que mantienen Estados Unidos y Cuba.

En una declaración a la prensa, la TSA afirmó que esa agencia trabaja habitualmente con todos los países desde los que salen vuelos directos a Estados Unidos.

Esto significa que la seguridad en aviación es menos importante que la instrumentalización política de Cuba, sobre todo cuando se acercan elecciones.

La realidad es que la agencia mantiene estos intercambios desde 2003 ocasionalmente, y con habitualidad desde 2011. Los que ahora se desayunan con semenjante suceso no consideran el hecho de que funcionarios del TSA también visitan Cuba para inspeccionar los aeropuertos de la Isla y discuten sobre las mejores prácticas en este sentido.

Abel Derivet, portavoz de la Embajada cubana en Washington, afirmó a los medios norteamericanos que «esto no es nada nuevo y es parte de una cooperación histórica bilateral entre el Instituto de Aviación Civil de Cuba y la Agencia de Seguridad del Transporte en materia de seguridad en la aviación».

La visita ocasionó una protesta local, y una declaración contradictoria: «El Condado de Miami Dade acompaña con firmeza al pueblo cubano en la comunidad y en Cuba en su lucha para llevar la libertad a Cuba, y estamos comprometidos a asegurar la protección de nuestra comunidad y de quienes trabajan por la libertad de Cuba». ¿Qué tiene que ver eso con el cumplimiento de protocolos de seguridad?, no queda claro.

La visita ha ofrecido una muy bien aprovechada oportunidad a los republicanos de utilizar el tema Cuba para atizar las críticas al gobierno demócrata.

No sorprende que las declaraciones más exageradas sean las del Senador de origen cubano Marco Rubio: Solo bajo la administración Biden se admitiría la presencia de un régimen terrorista en el aeropuerto internacional de Miami.

Protestan además porque el TSA no informó a las autoridades locales de la visita, pero aparentemente no hay obligación real de hacerlo, aunque considerando que todo lo que tenga que ver con Cuba es automáticamente controvertido para Miami y hubiese sido inteligente informar, para así evitar el uso de una histeria colectiva que deja mal parada al TSA en el cumplimiento de una tarea que deberían proteger todos: la inspección de aeropuertos y la reciprocidad en este sentido por el bien de la seguridad de ambos países.

No es la primera vez que la algarabía sorprende por desproporcional. Ya antes en una visita de Tropas Guardafronteras a Estados Unidos, las críticas de los voceros de la línea dura contra Cuba acortaron el viaje. Sin embargo, la administración afirmó que los intereses de seguridad nacional se cumplen cuando se establecen formas de cooperar con las autoridades cubanas.

Nuestra opinión es que en este momento preelectoral, todo motivo de crítica y sensacionalismo contra la administración Biden se aprovecha hasta la saciedad. Más si es un tema como Cuba, que despierta tantas pasiones, y es una forma de sentar una posición, adquirir visibilidad y ser escuchado en un contexto como el de Miami.

Sin embargo, más allá de los intentos por ganar una zona del electorado cubanoamericano radicalizado, las autoridades de Miami deberían promover el cumplimiento de protocolos que protegen a quienes viajan entre las dos orillas, y no torpedear los intentos de cumplir con la seguridad a nivel internacional.

Es largo el historial de violencia entre La Habana y Washington, a manos de personas residentes en Estados Unidos, empezando por la explosión del avión de Barbados, en una operación liderada por un cubanoamericano que en libertad, se paseaba tranquilamente por la Florida ­­—a pesar de haber confesado el crimen—, hasta el reciente tiroteo a la Embajada cubana en ese país, cuyo confeso perpetrador era militante de una iglesia miamense, y resultó exonerado de la condena por supuestas razones de salud mental.

En un contexto como este, es beneficioso para todos que los protocolos y la cooperación en seguridad continúen en ambos sentidos como la única manera de prevenir, tanto accidentes, como casos de violencia, u otras formas de extremismos en aeropuertos o aeronaves.

Los Tovarich y la ciberseguridad

La noticia es que el proveedor líder de soluciones de ciberseguridad en Rusia, Grupo Solar, y su homólogo cubano, Segurmática, cooperarán en el desarrollo de soluciones de tecnologías de ciberseguridad y apoyo a las exportaciones. Una muestra de ello es la firma de un memorando de entendimiento, que este 23 de mayo fue rubricado en la ciudad rusa de Nizhni Novgorod.

La directora general de Segurmática, Nyurka Edith Milanés Sarduy, y el director general del Grupo Solar, Igor Lyapunov, fueron los firmantes del documento durante la conferencia anual «Industria digital de Rusia 2024». La delegación cubana también estuvo representada por Amauris López García, vicepresidente del Grupo Empresarial de la Informática y las Comunicaciones (GEIC), del que forma parte Segurmática, y Héctor Rodríguez Figueredo, vicepresidente del Parque Científico y Tecnológico de La Habana.

Las dos partes destacaron el interés en pasar a un próximo nivel en el que se establezcan las bases para una relación a largo plazo, a partir de la conformación de grupos de trabajos, fechas de cumplimiento y una ruta compartida en el avance de los acuerdos.

Según reportan medios de prensa, el Grupo Solar expresó su intención de consolidar la cooperación, para que en un futuro se representen sus intereses en cuanto a sus productos y soluciones en el mercado latinoamericano y caribeño.

Esto significa que los vínculos entre los gobiernos de Cuba y Rusia siguen acentuándose.

Está claro que hay un interés muy marcado en la colaboración tecnológica con Rusia. Sobre todo, en áreas de transformación digital, desarrollo de software y ciberseguridad. Todo parece indicar que veremos varios acuerdos de este tipo en los próximos meses.

Rusia ha desarrollado una infraestructura digital poderosa en función de resistir los eventuales ataques de las potencias occidentales a sus plataformas y Cuba muestra interés en ese know how.  

Nuestra opinión es que este proceso continuará de manera acelerada, pues el gobierno cubano tiene pocas opciones ante la crisis económica presente. Y ante la lentitud con la que avanzan las relaciones con Estados Unidos, Rusia sigue pareciendo la gran salvadora.

La seguridad informática, si bien es un tema que todos los Estados cuidan, hoy está cada vez más en debate, sobre todo en el cuándo se rompe la fina línea entre salvaguardar los intereses estatales y violentar la privacidad de las personas con fines políticos. No obstante, en materia tecnológica, garantizar de manera efectiva la seguridad informática es muy costoso, desafío mayor entonces para los países pequeños construir la infraestructura necesaria para ello.

En los últimos años, en el panorama digital cubano se han visto filtraciones de todo tipo, desde imágenes íntimas de activistas opositores difundidas por perfiles anónimos en redes sociales defensores del gobierno cubano, hasta información de leyes y medidas publicadas —antes de ser anunciadas oficialmente por las autoridades de la Isla— en plataformas no estatales radicadas en Miami o España. En todas, la seguridad informática está presente, ya sea para infiltrar o para evitar ser infiltrado.

Por ahora, este tipo de movimiento estratégico de dos viejos aliados parece ser beneficioso para ambos gobiernos. ¿Hasta qué punto compromete la soberanía de Cuba, un país periférico, la alianza en temas tan delicados con una potencia mundial? El tiempo dirá. Pero no tener estos acuerdos podría ser peor para Cuba, porque está muy lejos de ser capaz de construir una infraestructura que proteja datos e información de instituciones y/o ciudadanos del país, de los ataques de cualquier potencia. No obstante, es imprescindible que se legisle sobre estos temas con transparencia, sobre todo, en los límites éticos que se le impone al uso de la información recabada.

Los cubanos pueden invertir en la Isla, desde el exterior

La noticia es que Ana Teresita González directora general de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior (Daccre), quien antes fuera viceministra primera del Ministerio de Comercio Exterior, en declaraciones al medio OnCuba, afirmó que los cubanos residentes en el exterior pueden invertir en la Isla «en igualdad de condiciones que un extranjero».

La declaración se dio en el marco de un encuentro entre las autoridades de la Isla y cubanos residentes en Europa que tuvo lugar entre el 17 y 18 de mayo en España.

La funcionaria afirmó que «para invertir tienen que tener residencia en el exterior y capital en el exterior. Un cubano puede participar en igualdad de condiciones que un extranjero», por el contrario, «para crear una mipyme sí tienen que ser residentes en Cuba».

También agregó que «la Ley de inversión extranjera posibilita que el cubano que reside en el exterior pueda invertir, en tres modalidades: 1) contratos de asociación económica internacional, 2) empresas mixtas y 3) empresas de capital totalmente extranjero». Sobre este punto aclaró que el instrumento legal estaba siendo actualizado para hacer más explícita esta posibilidad.

Sobre las razones por las cuáles muchos cubanos no se aventuran a invertir, Ana Teresita González identificó cuatro factores principales: «desconocimiento sobre la Ley de Inversión Extranjera», «que la mayoría de los cubanos no tienen grandes capitales en el exterior», «que no en todos los municipios se conocen todas estas disposiciones […] en función de que los cubanos inviertan» y problemas a la hora de hacer transacciones financieras a causa de las medidas unilaterales coercitivas norteamericanas.

En otro momento se identificó como freno la ausencia de un mercado cambiario estable en la Isla, «una de las distorsiones que hay que corregir», según el criterio de la funcionaria.

Esto significa que el gobierno cubano, al menos a nivel de discurso, está dispuesto a recibir inversión extranjera de cubanos radicados en el exterior. Es algo que ya se ha dicho en otras ocasiones, aunque tal vez no con ese nivel de detalles.

No obstante, la puesta en práctica de estas inversiones sigue siendo un gran signo de interrogación, y han sido conocidos varios casos de demoras y no respuestas a las propuestas de proyectos.

«Quisiéramos que el cubano que está afuera importe materia prima para poder poner a producir una industria local de un municipio. Sería beneficioso para el desarrollo de ese municipio y para la persona que está haciendo el negocio», afirmó la directora del Daccre. Cualquiera que apueste por el desarrollo de Cuba estaría de acuerdo con esta afirmación.

Sin embargo no ha sido tan fácil, en el pasado boletín informamos sobre las trabas para que una mipyme en Cuba pudiera recibir inversión extranjera directa, y cómo esto ha desestimulado a algunos inversores que lograron licencias especiales en Estados Unidos para ello, sin que estas hayan podido ser ejecutadas por las incongruencias del marco jurídico cubano.

Nuestra opinión es que mientras el gobierno cubano no agilice y simplifique el sistema de aprobaciones para la inversión extranjera, y el panorama cubano no brinde confiabilidad a los inversores, así como mayores posibilidades de a dónde y con quién dirigir su inversión, seguirán los bajos índices de captaciones.

La normativa jurídica relativa a las empresas y la inversión está totalmente obsoleta en correspondencia con los desafíos económicos de la Isla, que demandan mayor dinamismo, engranaje entre distintos actores, e incentivos a la producción.

¿Por qué los cubanos deben irse para poder invertir en su país? ¿Por qué las empresas privadas no pueden captar inversión extranjera directa si esta rendiría frutos en el mercado nacional? Son preguntas que quedan sin respuestas.

Cuba en LASA

Por último, fue noticia la selección de quienes integran el Comité Ejecutivo de la Sección Cuba de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés) para el período 2024-2026.

Como co-director fue nombrado Mauricio De Miranda Parrondo, investigador y economista cubano residente en Cali, Colombia.

Los otros miembros elegidos de la nueva directiva de la Sección Cuba fueron la dramaturga, pedagoga, investigadora y crítica Esther Suárez Durán, la investigadora Caridad Dailyn López Cruz, el sociólogo Guillermo J. Grenier y el crítico de arte y curador Samuel Hernández Dominicis.

Continúan en la directiva del Comité Ejecutivo por un año más, el historiador y profesor Fabio Fernández Batista, la historiadora Michelle Chase y la economista Betsy Anaya.

También fue noticia que el economista cubano José Luis Rodríguez fue el ganador del Premio 2024 a la Excelencia de la Sección Cuba.

El comunicado oficial destacó «su inmensa contribución al desarrollo del pensamiento económico cubano y su amplia producción intelectual con aportes significativos a la historia económica de Cuba y a los estudios sobre el desarrollo económico. También se resaltan sus contribuciones al análisis e implementación de las políticas económicas, así como su destacado papel en la formación de nuevas generaciones de economistas cubanos».

Reciban todos nuestras más sinceras felicitaciones.



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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