Froome se arrastra y ensucia su leyenda con un rendimiento de globero en solo 34 kms de contrarreloj en la Dauphiné – Diario del Triatlon

Acabar en el puesto 82 a 5:02 del ganador de una etapa contrarreloj de 34 kilómetros es un resultado muy discreto para un ciclista profesional, pero si quien consigue ese resultado es un mito del ciclismo con siete grandes vueltas ganadas como Chris Froome no queda más que considerarlo como ridículo.

 

 

El ciclista británico está empeñado en ensuciar su leyenda y no se cansa de coleccionar resultados que señalan que hace ya mucho tiempo que pasó su época de espelendor y que su lugar está ya disfrutando en marchas cicloturistas junto a otros grandes del ciclismo que supieron parar a tiempo para disfrutar de la bicicleta de una manera más lúdica y sin ninguna presión.

 

 

Froome ya no tiene nada que demostrar a los 39 años y con un rendimiento de globero en la contrarreloj  de una prueba tan prestigiosa con la Dauphine, que ganó en 2013, 2015 y 2016, solo consigue ridiculizarse como ciclista profesional. Además, en sus mejores años se convirtió en un ciclista casi imparable en las etapas contra el crono, una especialidad que le permitió cobrar grandes ventajas de cara a las etapas de montaña,. Ahora, como ha pasado en la Dauphiné, la cabra es una máquina de torutura donde se encuentra muy incómodo y es incapaz de mover los vatios necesarios para ser un ciclista de calidad.

 

 

Aún sigue cobrando 5,5 millones por año

 

 

Esta semana se cumplen 5 años desde que el ciclista británico se empotró contra un muro y estuvo a punto de morir. Desde ese momento comenzó una infructuosa pelea por volver a ser quien era sobre la bicicleta. Nunca ha conseguido acercarse ni a un 70% del rendimiento que mostró en su época de esplendor y solo la temeridad de un rico canadiense que buscaba una estrella mundial que liderara su equipo le permitió seguir cobrando un alto salario de 5,5 millones de euros pese a motrar un rendimiento muy pobre.

 

 

 

A Froome, sin embargo, parece resbalarle por completo las críticcas y está empeñado en seguir en el ciclismo profesional. “Evito decepcionarme o tener una mentalidad negativa por no poder encontrar mi condición anterior, porque puedo recordarme lo afortunado que soy. Básicamente todavía puedo hacer lo que amo hacer”, repite constantemente para defenser porqué sigue en el pelotón profesional.

 

 

El ciclista británico está convencido de que si su equipo  (Israel Start-UP Nation), le lleva al Tour de Francia va a callar muchas bocas: “Estoy haciendo todo lo que puedo para prepararme. He pasado mucho tiempo en altitud, así que espero que eso me resulte útil y pueda tener buenos días en el Tour”.