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Paolini, una jugadora a contracorriente con sus 163 centímetros ante el reto ¿imposible? de ganar a Swiatek la – La Razón


¿Se puede ganar a Swiatek en París? La respuesta es “sí”. Nada es imposible en el tenis, pero vencer a la polaca en Roland Garros es uno de los mayores desafíos del circuito femenino. La llave la tuvo Naomi Osaka, la japonesa exnúmero uno que ha vuelto a jugar después de ser madre y que puso contra las cuerdas a la favorita. La imagen que lo demuestra es la de después del encuentro: mientras le estaban dando el masaje de descarga, no podía parar de llorar. Era la tensión de haberse visto fuera cuando perdía 5-2 en el tercer set y cuando tuvo que levantar incluso una pelota de partido en contra. Se impuso por 7-6 (7/1), 1-6 y 7-5. Encontró soluciones y ese sufrimiento no ha hecho más que reforzarla, y las rivales han sido las que lo han pagado.

Desde ese momento no es que no haya perdido un set, es que ni ha estado cerca de hacerlo. Cuatro juegos es lo máximo que le han ganado en un parcial. Lo logró Bouzkova y en las semifinales Coco Gauff, la estadounidense que tampoco pudo hacer sombra a Swiatek. Lo demás han sido tres 6-0 y tres 6-2.

Iga es una admiradora declarada de Rafa Nadal y no quiso perderse el partido del balear contra Zverev por si era la última vez del zurdo en la Philippe Chatrier. La primera vez que conquistó Roland Garros fue en 2020, el año de la pandemia, en el otoño parisino, y ahí compartió título con el español. Todavía tiene 23 años recién cumplidos y va por el mismo camino que Nadal en ese escenario. En 2021 perdió contra Sakkari y desde ahí nadie más ha conseguido derrotarla. Ganó en 2022 y en 2023. Esta vez, además, llega después de conquistar Madrid y Roma. Son 20 partidos consecutivos ganados en Roland Garros y 19 en este 2024 en la gira de tierra. El récord de títulos en París lo tiene Chris Evert con siete, e Iga busca ya el cuarto.

Gran 2024 de Paolini

Todo apunta a una nueva victoria, pero ahí está la italiana Jasmine Paolini, sorprendente finalista, aunque coherente con la temporada que lleva: ya alcanzó los octavos en el Open de Australia y ganó el título en Dubái. Es la quince del ranking WTA y aunque asegura que nunca soñó con disputar la final de un Grand Slam, después de vencer a Rybakina, la número cuatro del mundo, ya sale a la pista con más confianza en sí misma. “A Iga le tengo mucho respeto, es una jugadora extraordinaria, pero mi objetivo es entrar en la final e intentar disfrutar del momento, hacer un buen partido y dejar una buena actuación en la pista”, confesó la jugadora nacida en Castelnuovo di Garfagnana, un pequeño pueblo de la Toscana italiana, pero que tiene un abuelo de Ghana y una abuela polaca.

Domina este último idioma y reconoce que, pese a su timidez, en ocasiones felicita a Swiatek en su lengua cuando gana. Esta vez espera no hacerlo una jugadora que va contra a corriente con sus 163 centímetros, muy poco para lo que se estila en el tenis moderno: jugadoras altas, con buenas palancas y pegadoras. “Acepto lo que soy y busco cosas diferentes para mejorar”, dice.



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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