La Duodécima del Barça o el fin de la cruel maldición de Hansen a lo Mbappé: «Ahora lo importante no soy yo» – Relevo

Colonia.- El guion estaba escrito desde que la estrella danesa Mikkel Hansen anunció su retirada. El Barcelona de balonmano luchará por su Duodécima Copa de Europa este domingo a las 18:00 horas (Esport 3 y DAZN) frente al Aalborg, un club que jamás ha ganado una Champions, encabezado por un icono del balonmano con idéntica maldición.

En el Lanxess Arena de Colonia, con 19.200 espectadores a favor de la leyenda vikinga, los 300 aficionados blaugranas tendrán que emular a los espartanos para evitar que el último partido de Hansen a nivel de clubes (su retirada definitiva será tras los Juegos) tenga un final de Hollywood. El inicio, con la actuación de la cantante Anastacia, sí lo será.

“Es increíble que podamos luchar por esta Copa juntos. Esperamos ganar esta Champions por él y, por supuesto, también por el club“, dice el portero Niklas Landin a Relevo, otro mito que dirá adiós a la todopoderosa Dinamarca tras la cita olímpica de París. “Queremos hacer algo muy especial este domingo, pero el Barcelona es favorito. Cuando ellos están en la pista, siempre son los favoritos”, reconoce. El precedente, en la final de 2021, terminó con un 36-23 a favor de los culés.

Hansen, “el más grande de todos los tiempos”, para algunos de sus compañeros de vestuario, ha sufrido en sus carnes el ‘virus Mbappé‘. Su periplo en el PSG (2012-2022) ha frenado en seco su currículum en la máxima competición continental. Con un español fluido, reminiscencia de sus dos temporadas en el Barcelona entre 2008 y 2010, la leyenda atiende a Relevo. “Ahora no es importante hablar de mí, lo más importante es el partido. Luego podemos hablar de otras muchas cosas, pero ahora solo pienso en la final”, comenta un hombre que lidera a los suyos desde el ejemplo.

En la cabeza de Hansen sólo está repetir la gesta de semifinales contra el Magdeburg. “Todo el mundo en el vestuario está muy feliz, con una defensa increíble. Tenemos muchas ganas de jugar esta final y debemos disfrutarlo, porque sólo así juegas al mejor nivel. Lo necesitamos porque nos espera un partido muy difícil, un equipo con un nivel muy alto”, expone un genio que le da a la parte mental la importancia que tiene, por experiencia propia.

El otrora elegido tres veces jugador del año por la Federación Internacional (2011, 2015, 2018), destaca el trabajo de su socio Niklas Landin. En la semifinal, tuvo un comienzo de partido aciago, pero ingresó en la pista en los últimos cinco minutos para resolver el choque: “Niklas puede estar fuera 35 o 40 minutos, salir y marcar la diferencia, lo ha hecho en semifinales y también muchas veces antes. Con su nivel y experiencia, es capaz de todo”.

El portero recoge el guante. “En semifinales jugué los últimos cinco minutos como si fuese un partido nuevo para mí, eliminar de mi cabeza lo que pasó antes. Sabía que cada parada podía acercarnos a la victoria”, sentencia un arquero que ve cómo en Dinamarca le llega el relevo generacional con Emil Nielsen, el héroe del Barcelona. El duopolio de Landin y Gonzalo Pérez de Vargas, los considerados hasta hace poco mejores porteros del mundo, tiene que abrirse a nuevos inquilinos.

“Hay muchos porteros que están al mismo nivel. Gonzalo y yo somos parte de ese grupo de mejores del mundo, pero no somos los dos únicos“, dice sobre el eterno debate de una posición clave en el balonmano. La estrella del Barcelona Dika Mem pone luz al respecto: “La mejor portería del mundo la tenemos nosotros, pero Landin es una leyenda también y en la final estará en forma”.

Mem, uno de los grandes referentes de la selección francesa, es consciente de que todas las miradas estarán puestas en Mikkel Hansen. “Era un ídolo para mí y va a ser una final muy especial“, manifiesta. Todos el mundo en Colonia quiere hablar del 24 del Aalborg. El campeón de todo con Dinamarca (olímpico, mundial, europeo) y la estrella que dominó todos los universos a nivel de clubes, salvo el más importante: la Champions. El síndrome de la tortuga y el PSG. Una historia que podría cambiar este domingo en el último baile. Pero en el balonmano la música la elige el Barça. Laporta y Enric Masip serán, en principio, los directores de orquesta en el palco.