Por Nehuén Gusmerotti *
Víctor Bereciartúa es una leyenda viva de nuestro rock. Incansable, El Canciller no se detiene en la rica historia que lo ubica como fundador de Riff, Viticus y la marquesina de los bajistas criollos. “Tengo las mismas ganas de tocar”, confiesa entre anécdotas y proyectos. Sigue componiendo, regraba clásicos y ama la ruta. Mirando para adelante, formó un nuevo proyecto junto a Los Leones, a quienes no se ruboriza en catalogar como la mejor banda con la que estuvo. A días del único show de este 2024 en la Ciudad de Buenos Aires, el próximo 22 de junio en El Roxy, habló con Radio Gráfica de todo un poco.
Si algo lo caracteriza al bajista argentino, es su capacidad para no detener el motor, cómo reza aquella canción de su mítico Riff. En esta sintonía larga apenas segundos de comenzada la entrevista que Los Leones es la mejor banda con la que estuvo. “Son dos hermanos, Pistarelli. Los Leones era una banda de country rock que tenían ellos. Cantan y tocan muy bien, completa la banda Alejandro Soto en batería, y los cuatro estamos de acuerdo en todo. Están más cerca generacionalmente de lo que podrían estar los Viticus”, explica Víctor sobre este presente que lo encuentra tocando junto a la icónica banda argentina. “Esto no minimiza ni a Riff, ni a Viticus. Fueron espectaculares. Pero acá estamos muy cómodos, ellos iban a ver a Riff, me respetan más. Suena muy bien, hacemos lo que ensayamos”, aclaró.
El calendario del ex Riff tiene varios shows por delante, pero no solamente hay tiempo para las tablas. Vitico comentó que hay planes de regrabar canciones míticas de la banda que formó con Pappo en los 80´. “Con Pappo, antes del accidente, conversábamos sobre grabar los temas de Ruedas de Metal, que suenan muy mal porque recién empezábamos y nos habían dado un estudio muy rudimentario, a sonido de hoy. Con Viticus hice algo de eso, pero ahora acabo de grabar cinco temas de esos, para regalárselos a la gente. Yo no pretendo absolutamente nada”. Pero no todo es vivir de la nostalgia, porque El Canciller sigue componiendo y luego del Roxy la cabeza se pondrá en volver a grabar material nuevo. “Ya están grabados algunos temas, mezclo uno la semana que viene. Después del Roxy, nos vamos a dedicar a lo nuevo. Pasa que tiene que tener el nivel de todo lo que venímos haciendo ahora. Pero todo después del 22 de junio”. Más allá de algún sencillo, el bajista no lanza material nuevo desde Equilibrio (2017) junto a Viticus.
“La gente aprecia cuando haces temas de antes eh. Y yo sigo sintiendo lo mismo, lo hago con las mismas ganas. Tengo las mismas ganas de tocar, las mismas ganas de seguir atrás de las chicas, jaja, aunque eso lo tengo prohibido ya. Pero suena muy fuerte en intensidad, no volumen, pero si intensidad. Yo cuando digo la mejor banda es de exagerado, no me gusta ni mejor, ni peor. Pero realmente sorprende como suenan los temas que hacemos, están bien hechos, hay oficio. La idea es que uno mejora, yo toco mejor cada vez, trato de ser mejor persona cada día. Y estos pibes son realmente un hallazgo fenomenal”, reflexionó el icónico bajista sobre su presente y sus ganas de seguir en actividad.
Junto a Los Leones tiene fechas por todo el país, incluso en Chile. La ruta sigue siendo tentadora, y El Canciller lo dejó claro. “¡Es lo más divertido de todo! Es lo que me sigue gustando. Irse es buenísimo, después volver, pero irte a tocar a algún lado está bueno. A mí lo que más me gusta es la parte de hacerse de abajo, están las expectativas del éxito, que a la gente le guste. Yo no pretendo ser los Rolling Stones, pero querés que a la gente le guste”, comentó, compartiendo esa chispa de joven aventurero del rock que lo mantiene vivo. “Hoy el éxito lo encuentro en la emoción que siento tocando lo que me gusta. En la emoción que transmito a la gente tocando de esa forma. Soy lo que quise ser y hago lo que me gusta. Lo que me gusta es tocar, entonces voy feliz a los shows, no voy por la plata. No podría estar sin tocar”.
A su vez, el músico que ya peina 75 años, dejó una reflexión para los artistas más jóvenes. “En los ensayos hay que pasarlo bien, tener buen humor. Es más importante estar con gente que te lleves bien a estar con un virtuoso que sea un pelotudo. El rock no necesita virtuosos, no quiere decir que no los haya, Pappo era un virtuoso absoluto. Pero Pappo fue la persona con la que más me reí en mi vida. La alegría es muy importante, en los ensayos, en los shows. Si tuviera que dar un consejo para los pibes que empiezan, es ese”.
Inevitablemente el recuerdo del Carpo aparece sobre la mesa. Compañero de ruta y de mil aventuras que El Canciller recorre en su libro autobiográfico, Víctor lo recuerda con cariño. “Tenemos grandes momentos compartidos con Pappo, haciéndonos de abajo. Yo creo que con Riff empieza el rock acá. Sin hablar peyorativamente de lo anterior, pero no era rock. Pappo había hecho muy rhythm and blues, pero el rock como es llamado empieza con nosotros. Fueron muy buenos los anteriores, pero el rock en serio es Riff. Yo sigo haciendo eso, porque es lo que me gusta”.
A su vez, Vitico reflexionó sobre lo que hizo luego de Riff, que paradójicamente se parece muy poco al sonido de su banda más exitosa. “Hice un disco llamado Ha Llegado la Hora, que fue un paso adelante, no tiene nada que ver con Riff. Después hice Vitiken, que tampoco tiene que ver con Riff, y uno o dos discos solo. Me hubiera gustado que tuvieran más que ver con Riff porque es lo que más me divierte tocar. Mi objetivo es que la gente que me viene a ver, se vaya mejor de lo que vino por ver una banda que le gusta tocar rock, y lo hace bien. No cualquiera eh! Puede parecer simple, pero tocar simple es lo más difícil de todo”.
Además de Pappo, Vitico recordó al recientemente fallecido Javier Martínez, fundador y baterista de Manal. “Javier fue un gran amigo, desde la primera época. Teníamos grandes conversaciones, era muy inteligente. Manal estuvo más orientado al jazz y al blues que al rock. A mí me gustó, ese legado está. Después no sé si la obra de él continuó eso. Pero mi relación con él era más intelectual que musical. Era una de las personas lúcidas del rock, que no había muchas. Y bueno, se murió, todos nos vamos a morir. No es que me cause tristeza, es algo lógico, la gente tiene la mala costumbre de morirse”, expresó el bajista.
Luego, más ligado al presente, Víctor Bereciartúa habló como padre de su hijo, recientemente incorporado a las filas de The Black Crowes. “Nico está logrando lo que yo no llegué a lograr, estoy absolutamente orgulloso de lo que hizo. Se lo merece, lo admiro, no es fácil incrustarse en una sociedad que no es la tuya. Es un guitarrista excepcional, es el primero que logra ser integrante de una banda del norte. Pappo había ido con B.B. King, pero integrar una banda es algo fuerte, él lo logró. Es algo colosal, es el primero Nico, es único”. Además, reflexionó sobre su propia experiencia en el viejo continente. “Yo creí que podía lograr lo mismo. Habían pasado cosas buenas y malas, una banda me quería desesperadamente, pero volví. Rosa, mi mujer, había vuelto embarazada de seis o siete meses. Yo tenía que venir a conocer a mi primera hija, Anita. Lo mío fue una situación diferente. Pero yo soñé lo mismo que él, con la diferencia de que él lo logró”.
Finalmente, partiendo del desarrollo del último capítulo de su libro y una declaración sobre su tipo de sangre durante la pandemia (El Canciller tiene 0RH Negativo), Vitico desarrolló su teoría sobre su posibles antepasados Anunnakis. “Mi hijo y yo tenemos ese tipo de sangre. Durante la pandemia me dediqué mucho a estudiar sobre los orígenes de la especie y cosas sobre las que no sabía nada. A esta altura del partido, la ciencia no puede explicar de dónde viene el tipo de sangre 0RH Negativo. Una teoría es que en sumeria aparecieron los Anunnakis, que significa “los que bajaron del cielo”. Venían a buscar oro, no por codicia, sino porque el oro es el mejor electro conductor, y el más resistente. Cuando usaban a los primates, no les entendían todas las instrucciones. Según esta teoría, hubo apareamiento entre un Anunnaki y una mujer humana, de allí vendría el 0RH Negativo. Un 15% de la gente del mundo tiene ese tipo de sangre, sin embargo, en el país vasco, la mitad de la población tiene ese tipo de sangre. De ahí teorías sobre la descendencia de los atlantes o los Anunnakis. De ahí que yo teorizo que Nico y yo somos descendientes de los extraterrestres”.
Sin dudas hablar con Vitico es subirse a un viaje que uno desconoce dónde va a derivar. La historia vive en el relato del Canciller, pero el presente se hace fuerte en un músico que lejos está de haber gastado todas las balas de la recámara. Inquieto, curioso, rockero como pocos, Víctor Bereciartúa es el equilibrio perfecto entre la leyenda y la frescura vital del presente. Uno de los grandes valores de nuestro rock criollo.
(*) Conductor de Resistiendo con Ideas (Lunes a viernes de 20 a 21 horas)
