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Cómo los Boston Celtics han sorprendido a Dallas Mavericks en las finales NBA – Gigantes del Basket


Se jugaron los dos partidos en el TD Garden y los Celtics salen con un 2-0 en estas finales de la NBA. Los datos no están con Dallas: los equipos que se ponen 2-0 en la serie por el título están 31-5, con Boston en un perfecto 8-0 en su historia. Pero nadie da por muerto todavía a los Mavericks, y mucho menos con Luka Doncic a este nivel. Sí que tendrán que trabajar para mejorar, en ambos lados de la pista, porque el equipo de Joe Mazzulla ha sido superior y sobre todo, ha decidido a qué se juega. Y cuando eso pasa, así sea por tramos cortos de tiempo, son imparables.

Dallas y los Indiana Pacers son cara y cruz en ataque. El ataque de los Pacers es coral, especialmente sin Tyrese Haliburton, con un ritmo altísimo y capaz de destrozar en transición a cualquier defensa. Le metieron 128, 110, 111 y 105 a los Celtics, los dos últimos sin su estrella. La velocidad de acción y ejecución, además de la altísima cantidad de triples son dos de sus armas preferidas. Al contrario, Dallas es un equipo heliocéntrico, con Luka Doncic ejerciendo de Sol. Todo gira alrededor de su estrella, y suele ser un equipo que ataca en estático y que busca generar diferencias por calidad. El bloqueo y continuación es su marca registrada. Y se han encontrado delante un equipo capaz de ralentizar todavía más su ataque hasta colapsar: 89 y 98 puntos.

¿Qué pasó? Que Boston, que venía de tener que frenar a un camión en movimiento y sin frenos en finales de conferencia, se encontró con un equipo al que le gusta jugar lento, pausado. Y el plan del primer partido salió a la perfección. El nivel de Jrue Holiday sobre Kyrie Irving, el rol de Porzingis cerca del aro o la presencia de Jaylen, White y Tatum siempre alrededor de Luka, el Sol de los Mavs. La invitación al esloveno fue clara: si alguien nos va a ganar, vas a ser tú. Van dos partidos, dos buenos partidos de Doncic, y todavía no ha podido pese a promediar 35 puntos, con 9.6 asistencias y 9.4 rebotes. Y si bien parece que Dallas es feliz con Luka haciendo esos números, la realidad es que los Celtics le están invitando a ello.

Solo cuando Porzingis estuvo en pista y Luka llevaba más de 20 puntos en el primer tiempo Boston decidió por fin mandarle una doble marca. Por primera vez en la serie prefería que fueran Lively, Derrick Jones Jr y PJ Washington liberados los que hicieran daño. Son los Celtics los que están eligiendo qué tiro darle a Luka y la ofensiva de los Mavericks. Porque Boston es un monstruo de mil cabezas en defensa, pero también en ataque. Al final, han sido el mejor ratio ofensivo de la historia.

El corazón de los Celtics está en la defensa: El plan maestro para ganar el Game 1 de las Finales

Porque al otro lado de la cancha, Boston ha vuelto a sorprender. Se espera que los Celtics hicieran estragos desde el triple, como pasó en el primer partido, pero en una noche aciaga (10/39, 25.6%), supieron encontrar una alternativa. La marca fue el segundo peor registro en estos playoffs para Boston en triples anotados y porcentaje, y aun así pudieron ganar. ¿Cómo? Atacando la pintura. El sistema ofensivo de los Celtics es tan simple como efectivo con su personal: drive and kick, penetra y abre el balón. La defensa de los Mavericks ha vivido a contragolpe toda la serie, con Lively y Gafford bailando en el exterior con Tatum y Jaylen por momentos. Y no hay respuesta, no la tiene Dallas ni nadie en la NBA.

En temporada regular los Celtics tuvieron solo un 26.6% de sus tiros en el aro, la quinta peor cifra de la NBA, pero anoche lanzaron 29 veces desde la pintura con un 72.4% de acierto tras un 15/15 en el primer partido. La defensa exterior de los Mavericks no fue ningún tipo de muro de protección, sobre todo un Luka Doncic al que se le notaron los problemas físicos. Y ante las ayudas tardías, Jayson Tatum (12 asistencias) y Jaylen Brown (7) repartieron juego. La carta de tiro de Jrue Holiday es un resumen perfecto de la noche de Boston, y de cómo son capaces de adaptarse. Mérito en la profundidad de la plantilla, en las decisiones de Joe Mazzulla y en como jugadores All NBA o bien All Star han sabido sacrificarse por el bien colectivo.

Hay factores que están influyendo en el 2-0. El nivel de los secundarios en Dallas, donde ningún jugador no llamado Doncic ha metido dos triples en estas finales, es uno. El estado físico de Luka Doncic, quien fue cuestionable hasta minutos antes del partido y al que se ha visto con problemas, o agotado en las segundas partes. Dallas tiene margen de mejora, y en casa deberían mostrar un mejor nivel si quieren alargar la serie, pero los Celtics todavía no han tenido un partido perfecto. Sí han brillado en defensa, donde el plan está siendo un éxito, pero ha habido problemas de comunicación. Y falta una noche donde los triples entren por encima del promedio. Aunque la salud de Kristaps Porzingis, que no acabó el partido, juega a favor de Dallas.

Pero no será fácil. Por algo los Celtics han sido el mejor equipo de la temporada, suman 78 victorias y solo 20 derrotas y han sido favoritos desde que Jrue Holiday aterrizó en Boston para llevarse el anillo. Quedan todavía dos victorias y los Mavericks tienen margen de mejora, espacio para remontar, pero será complicado. Porque Boston ha sido mejor, ha marcado el ritmo y ha decidido a qué se juega.

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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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