Entretenimiento

El secreto que convirtió a Ángela en la ganadora de MasterChef: “Nunca me planteé dedicarme a la cocina porque es un trabajo muy esclavo”


Actualizado

Ángela Gimeno (Valencia, 29 años) nunca se había presentado a ningún casting de ninguna de las ediciones de MasterChef. Sin embargo, el gusanillo de la cocina siempre corría por su venas. Tal vez, el hecho de que su madre dedicara toda la vida a la cocina; tal vez, el amor que siente por ella; o, tal vez, la virtud de Ángela de cocinar “diferente”, hicieron que cuando vio en la televisión que se abría el casting para MasterChef 12 se apuntara.

De lo que no tuvo ninguna duda fue de que si entraba, ella iba a ser la ganadora de MasterChef. Cuando se lo dijo a Amanda, su novia, esta se rió. No le importó, pues si hay algo que caracteriza a Ángela es que cuando algo se le mete en la cabeza no descansa hasta conseguirlo. En su cabeza se metió que tenía que ganar MasterChef y, lo tuvo tan claro, que el mismo día que se instaló en la casa del talent con el resto de sus compañeros empezó a preparar el menú que anoche la llevó a alzarse con el triunfo.

MomenTVs

Esto es un hecho inédito, pues en las 12 ediciones de MasterChef los aspirantes que llegan al duelo final siempre cuentan con el apoyo de un reputado chef que les ayuda a practicar y a preparar el menú que puede convertirlos en ganadoras. Ángela, no; Ángela es tan especial que el menú tenía que ser suyo y nada más que suyo. Un secreto que solo ella conocía, hasta hoy.

Han pasado ya unas semanas desde que se grabó la final de MasterChef. ¿Te ha dado tiempo a pensar?
Sí. Mi balance es que ha sido la mejor experiencia de mi vida. Ha sido increíble. Me lo he pasado pipa, he aprendido muchísimo… O sea, es que para mí MasterChef es un 10.
Todos los que ganan MasterChef dicen que el programa les cambió la vida. ¿Ha cambiado la tuya?
Me cambió la vida en el mismo instante en que me apunté al casting, porque al final para mí tomar la decisión de apuntarme fue decirme a mí misma que un cambio en la vida. ¿Sabes lo que supone tomar esa decisión contigo misma? Sí, MasterChef me ha cambiado la vida al cien por cien.
Tú no venías del mundo de la cocina, más que ver a tu madre dedicándose a ello toda su vida. ¿Qué te hizo clic en la cabeza para cambiar la publicidad por los fogones?
He de decir que yo siempre he sentido que tenía un gusto especial, como un don para la cocina, que no estaba explotando porque me parecía muy esclavo dedicarme a esto. Cocinaba para mis amigos, para mi familia y siempre me decían que cocinaba diferente. Así que al final dije ‘jo, pues igual esta es mi pasión’. Un día vi el casting de MasterChef 12 y tomé la decisión: me iba a presentar y lo iba a ganar.
¿Nunca te habías presentado?
Nunca. Era la primera vez. Me daba como vergüenza esto de la televisión y pensaba que a lo mejor no era tan buena como me decían. Pero este año tuve la sensación de que era mi año.

“MasterChef acojona más desde tu casa que cuando estás dentro”

Fuiste el caballito ganador de Jordi Cruz, pero también de muchos espectadores. ¿Presión?
La verdad es que sí. Días antes de que se emitiera la final la gente me paraba por la calle y me decía que querían que ganase. Los mensajes de apoyo fueron increíbles y preciosos. La verdad es que me ha encantado ser el caballito ganador de Jordi, pero también del público.
¿Cómo surgió tu menú final? ¿Quién te ayudó?
Nadie, absolutamente nadie. Es un menú que empecé a preparar el día que entré en MasterChef. Mi idea era muy compleja: perfumes, cocina, mi familia, el amor… Y tenía que unirlo todo con sentido. Me ayudé de un libro de Jordi Roca, Anarquía, que habla de los aromas, y esa fue mi inspiración.
¿Sabes que esto es algo inédito?
Pues no lo sabía, pero puedo asegurar que es mío y solo mío del principio hasta el final.
¿Qué pensastes cuando Pepe Rodríguez dijo tu nombre como ganadora de MasterChef?
Lo primero, pensé en mí cuando un día estaba en casa y vi en la tele una escena en la que salía el trofeo de MasterChef y un hueco debajo. Miré a Amanda y le dije ‘ahí va a ir mi nombre, voy a ser yo’. Ella se rió, pero se lo volví a repetir: ‘Sí, voy a ser yo’. No me equivoqué.
¿Qué acojona más antes de entrar en MasterChef o cuando estás dentro?
Antes de entrar, sin ninguna duda. Te imaginas mil cosas porque no sabes cómo es ala tele. Pero al final te das cuenta que no es como piensas. El primer día acojona, el tercero que vas a plató, este se convierte en el salón de tu casa. Acojona mucho más desde el sillón.
¿Cuál es tu mejor recuerdo?
Mi capitanía en Oviedo. Allí me vi de repente como una chef profesional. Sabía lo que tenía que hacer, cómo tenía que organizar el trabajo. Y ahí es cuando me di cuenta que Ángela ya era otra persona. Fue como… ¡wow!
¿Y el peor?
No tengo un mal recuerdo en particular. Creo que cuando presenté esos ñoquis que eran una piedra y dije ‘tía, ¿cómo haces esto? Me sentí muy mal conmigo misma, pero me dura poco. En vez de venirme abajo me vengo arriba. Pensé, ‘sí, lo he hecho mal, pero ahora se van a cagar porque lo voy a hacer mejor’. Y lo hice. Me resarcí.

“Cuando entré yo estaba acostumbrada a estar en un trabajo con muchísima presión, mails, llamadas… De repente entré en esa casa y me pareció un sueño”

Y es que si algo ha demostrado Ángela Gimeno estos más de tres meses de talent culinario es que por encima del triunfo está el corazón. Lo demostró en la final cuando tanto ella como María, la otra duelista, anunciaron que ganase quien ganase iba a pagar a la otra el curso completo del Basque Culinary Center. «Se nos ocurrió en el coche camino de la grabación de la gran final. María estaba mirando por la ventana y me dijo que era una putada que la que perdiera solo fuera a hacer un curso de pastelería. Y le dije: ‘amor, ¿por qué la que gane no le paga a la otra el curso completo’. Así fuimos las dos a la final felices. Las dos nos miramos a los ojos y nos dijimos que es lo que teníamos que hacer».

¿Cómo era la convivencia?
Fue un regalo. Cuando entré yo estaba acostumbrada a estar en un trabajo con muchísima presión, llamadas constantes, mails… De repente entré en esa casa y me pareció un sueño. Te juro que era como estar en una isla desierta, un sueño, que no mucha gente puede vivir y yo lo estaba viviendo.
¿Y ahora qué? ¿Hasta dónde sueñas?
Yo siempre sueño muy alto [ríe]. Pues ahora mismo quiero centrarme en estudiar. Quiero ver hasta dónde puedo llegar estudiando, porque si he logrado esto sin conocimientos, ahora puedo hacer cosas muy chulas. Y después, seguramente, un proyecto gastronómico que diga mucho de mí.
¿Y qué dirías de ti?
Ya lo sabes: soy muy competitiva. Me gustaría ser una chef increíble, pero que se note que en mi cocina estoy yo y las que cosas que me gustan. Cosas conceptuales, que cuenten historias, artísticas…





Source link

Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button