Fútbol

Guerra civil en la Premier – La Vanguardia


Guerra civil: conflicto que enfrenta a los habitantes de un mismo país o nación, lucha violenta entre personas que conviven en un mismo territorio pero tienen intereses o ideologías diferentes que intentan imponer por la fuerza (Diccionario de la RAE). Estados Unidos tuvo la suya en el siglo XIX entre yanquis y confederados, Ulysses Grant y Abraham Lincoln. Inglaterra tuvo la suya en el siglo XVII, entre monárquicos y parlamentarios, Carlos I (que acabó sin cabeza) y Oliver Cromwell. De la española, más reciente, hay heridas que siguen abiertas, y estatuas, calles o monumentos que rinden homenaje al fascismo.

La película Civil War imagina un sangriento conflicto en Norteamérica, con los ejércitos de California y Texas al asalto de la Casa Blanca, un escenario que en el fondo no es tan descabellado después del intento de toma del Capitolio por las fuerzas trumpistas tras perder las elecciones de hace cuatro años. Son tiempos convulsos y alarmantes. Inglaterra también se asoma al precipicio de una nueva lucha fratricida, pero esta vez en el mundo del fútbol, entre la Premier League y clubs propiedad de jeques árabes o fondos soberanos multimillonarios.

La Premier League ha hecho que el fútbol inglés deje de ser un producto para las clases trabajadoras

La Premier League, nacida hace 32 años, es un ejemplo de mercadotecnia que debería estudiarse en las escuelas, un prodigio de creación y difusión de un producto y una marca hasta hacer que valga una fortuna y sea referente mundial de su sector. En este tiempo, el fútbol inglés ha pasado de ser una sucesión de patadones al buen tuntún en medio del viento y la lluvia para entretener a las clases obreras a atraer a los mejores jugadores y entrenadores del mundo, ser visto en todo el planeta, el juguete de las clases medias y altas, con los derechos de televisión más caros.

Ese estatus privilegiado corre el riesgo de saltar ahora por los aires con la demanda legal del Manchester City, sobre el que pesan más de un centenar de cargos por incumplir las reglas del fair play financiero, a pesar de que los del Etihad insisten en su inocencia. Sus abogados han declarado la guerra a la Premier para intentar que se anulen las normas llamadas APT, que exigen que se aplique un valor realista y no hinchado a las transacciones de los clubs con empresas afiliadas a sus propietarios (una manera de sobrevalorar o minusvalorar patrocinios y préstamos a conveniencia, y crear así margen para fichajes).

Ciudades hermanas

La Barcelona inglesa, con un promedio de 152 días de lluvia al año

El escritor inglés del siglo XIX Richard Ford (no confundir con el norteamericano contemporáneo del mismo nombre, autor de Independence Day y The Sportswriter) dijo que Catalunya le recordaba a Lancanshire, y Barcelona, a Manchester, por su espíritu industrial y cosmopolita, pasión por la arquitectura y antipatía hacia las respectivas capitales. A la orilla de un canal de la ciudad inglesa se halla Catalan Square. Y aunque han cerrado la delicatessen Lunya y el restaurante Tapeo and Wine del padre de Juan Mata, uno de los lugares culinarios de referencia es Tast, en la King Street, con Pep Guardiola entre los socios inversores.

Los abogados del City, en un ataque preventivo y un lenguaje que no ha caído demasiado bien entre los demás clubs y la prensa deportiva, han denunciado la “dictadura de las mayorías” y la norma por la que son necesarios catorce de veinte votos para hacer cambios y tomar decisiones. El club de Manchester alega que limitar su capacidad de gasto por el hecho de ser el más rico, y buscarle las cosquillas con el tema del fa , va en contra de la libre competencia, y es una estratagema de los “equipos tradicionales”. Jürgen Klopp, antes de abandonar el Liverpool, se quejó de que los reds no podían competir económicamente con los citizens .

En esta incipiente guerra civil , el City (cuyo valor comercial se ha disparado) no está solo, sino que cuenta con aliados como el Newcastle United, propiedad de los saudíes y que tampoco quiere cortapisas para comprar jugadores. Pero son más los enemigos, desde grandes que no son propiedad de jeques, estados o fondos soberanos (Arsenal, United, Tottenham) a modestos como el Crystal Palace, Leicester o Brentford. Cuanto más gastan los ricos, mayor es la brecha y más han de endeudarse los pobres para competir y hacer realidad el eslogan de que en la Premier cualquiera puede ganar a cualquiera.





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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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