Así es el rugby feminista de las ‘Ilegales’: “Lo importante es que te apetezca probarte, independ – laSexta
Thais Villas ha compartido una jornada con las ‘Ilegales’, un equipo femenino de rugby de Vallecas formado por un grupo de mujeres que decidieron ser algo más que las madres que llevaban a sus hijos a los entrenamientos y que ahora hacen un ‘placaje’ a la desigualdad.
“Te ofrecen un espacio donde lo importante es que te apetezca probarte, encontrarte contigo, con tu cuerpo, con otras, independientemente de qué edad tengas“, explica en el vídeo sobre estas líneas Cristina, la capitana del equipo, que asegura que “a mi nunca me invitaron a practicar deporte de una manera que yo pudiera cogerle el gusto, excepto este club”.
Ainhoa, una de las fundadoras, desvela que el nombre de ‘Ilegales’ viene de sus orígenes, cuando “no podíamos entrenar en el campo, porque no teníamos seguro y aquello era una calamidad“. Sin embargo, apunta que “ahora ya somos legales y federadas, solo lo llevamos en el nombre”.
Sobre cómo lo llevan sus hijos a los que acompañaban a sus entrenamientos, Cristina afirma que “antes les preguntaban sobre rugby a hombres de su entorno, sus papás o sus tíos, y ahora nosotras somos referentes“. “Entienden que hay un día de nuestro deporte, que mamá tiene entreno”, comenta la capitana, que también destaca el camino que abre a sus hijas, que “se animan a probar deportes de contacto”: “Ya me habría gustado que de pequeñita me hubieran invitado a jugar un deporte de contacto”, indica.
Las dos destacan el arraigo de este club en el barrio y su fomento de los cuerpos no normativos. “Esta disciplina exige gente fuerte, gente rápida, gente estratégica. Todo encaja”, comenta Cristina, que asegura que es un espacio deportivo donde “lo que tengo es estupendo y me sirve para una cosa, pero mi compañera tiene otra cosa completamente diferente que le sirve para otra”.
También destaca el espíritu feminista y de compañerismo de las ‘Ilegales’, donde se adaptan a los mundos personales y laborales de las jugadoras: “Yo vengo con ganas con desahogarme o más blandita que un bollito y a partir de ahí todas nos vamos engranando”, explica.
