La fusión de estilos y sabores gana mercado internacional – LA NACION

Escuchar

Marina Barvato Bonorino y Fabián D’Angela no son novatos en el mundo de la gastronomía. Con una trayectoria que se remonta a 1994, esta pareja ha acumulado una vasta experiencia en el sector. Sin embargo, su inquietud y creatividad los llevaron a explorar otros horizontes y, en 2005, incursionaron en la industria de la moda con la marca Rosarito. Esta empresa se dedica al diseño de prendas tejidas artesanalmente, calzados y otros accesorios, destacándose por el uso de hilados de calidad y un estilo bohemio distintivo.

Con el correr de los años, Marina y Fabián buscaron innovar y combinar sus dos pasiones: la moda y la gastronomía. Así, en 2020, comenzaron a incursionar en el mundo del café, y a finales del 2021, inauguraron Rosarito Concept Café en Cariló partido de la costa.

“Durante la pandemia, vimos la oportunidad de integrar una propuesta gastronómica a nuestros locales de diseño. Así nació RSRT, un nombre que juega con las consonantes de Rosarito y que refleja el mismo compromiso con la calidad que caracteriza a la marca textil. La propuesta no se limita a ofrecer café; también incluye sándwiches, tostadas, tortas y chocolatería, todo elaborado con ingredientes de primera calidad y un toque artesanal”, cuenta Marina Barvato Bonorino socia fundadora.

La marca de indumentaria nació hace 19 años. Sus prendas, de estilo bohemio, son confeccionadas con géneros naturales, muchos de ellos importados de la India, destacándose por la preponderancia de los bordados. La empresa cuenta con talleres de producción en Argentina e India.

“Este emprendimiento no es simplemente un café más, sino que encierra un concepto único: la fusión de un espacio gourmet con una tienda de ropa, ofreciendo a sus clientes una experiencia integral.

La esencia de Rosarito Concept Café radica en la combinación de un café de alta calidad con un entorno que refleja el mismo espíritu artesanal y bohemio de la marca de moda. El local, está decorado con un acento vintage y una estética hindú que invita a relajarse y disfrutar”, explica y añade “la idea es que sea una experiencia divertida en la que puedas comer algo rico, comprar ropa y pasar un buen rato”.

La mirada exportadora

“Tuve que capacitarme en comercio internacional ya que mi carrera se basa en lo textil y en el diseño. Fue un gran desafío aprender a negociar y además comprender que cada país es un mundo. Poder entender las diferentes culturas y cómo cada una se maneja en los negocios es clave”, enfatiza Bonorino: asegura y destaca que para el negocio es vital crecer a pasos sólidos y desarrollar nuevos mercados con relaciones comerciales a largo plazo.

Este concepto ha llevado a la marca a expandirse tanto a nivel nacional como internacional. Actualmente, cuentan con locales en la Ciudad de Buenos Aires Palermo, Pilar, Cariló y en el Partido de la Costa. En el marco internacional de la mano de la consultora internacional Surplus desembarcaron en Uruguay y Paraguay.

Además, han comenzado a franquiciar sus multiespacios. “Franquiciamos nuestros multiespacios, bajo principios de moda circular, sostenible y de tendencia, además abastecemos tiendas multimarcas de indumentaria femenina. Para este año y el 2025 queremos expandirnos en Mendoza, Rosario, Córdoba y Salta”, puntualiza y agrega: “nuestra propuesta atrae por la filosofía que la sustenta: un compromiso con la moda sostenible y una experiencia de consumo consciente. En un mundo donde la moda rápida y la comida rápida dominan, ofrecemos una alternativa que invita a disfrutar de lo artesanal, lo natural y lo bien hecho”.

A la hora de los números, “la eliminación de los derechos de exportación para la indumentaria nacional seria muy beneficioso ya que es un producto con altísimo valor agregado local y mejora la competitividad de nuestras prendas”, finaliza.

Por lo pronto, las exportaciones cayeron un 36% en la comparación interanual durante el segundo semestre de 2024, respecto al año 2023. El dato surge de un informe realizado por la Fundación Pro Tejer.