El entrenamiento híbrido que puedes hacer en cualquier parte (incluida la playa) – GQ Spain

Con la llegada del verano, muchos de nosotros nos preparamos para disfrutar de unas merecidas vacaciones, lejos del estrés diario y la rutina laboral. Sin embargo, es importante recordar que mantenerse activo y seguir entrenando durante este periodo puede ser clave para conservar la buena forma física que tanto nos ha costado conseguir.

Algunos estudios han demostrado que empezamos a perder masa muscular cuando llevamos entre diez y 20 días sin entrenar. Al igual que nosotros, nuestros músculos también se vuelven perezosos. Por ello, en nuestro tiempo de descanso, debemos seguir sometiendo a nuestros músculos a algún tipo de estrés, aunque sea con menor intensidad que durante el resto del año. La buena noticia es que, aunque perdamos algo de fuerza, la disminución del tamaño de las fibras musculares suele ser mínima.

Respecto a la capacidad aeróbica, cabe recordar que esta disminuye más rápido que la fuerza cuando los periodos de entrenamiento son reducidos. Efectos que empezaremos a notar pasadas dos o tres semanas, como por ejemplo que nuestra frecuencia cardiaca se dispare con rapidez al salir a correr o andar en bici.

Para mantener los avances logrados, además de llevar una dieta equilibrada, es conveniente realizar un entrenamiento híbrido que podamos hacer en cualquier parte, incluida la playa.

Dos o más cualidades físicas

“El entrenamiento híbrido consiste en el desarrollo de dos o más cualidades físicas al mismo tiempo. Es decir, podemos entrenar en la misma sesión fuerza y resistencia o fuerza y flexibilidad”, explica el entrenador personal Juan Ruiz López. “Debemos tener en cuenta que algunas de estas cualidades físicas pueden ser antagónicas: el entrenamiento de resistencia de larga duración, como por ejemplo realizar carreras de una hora o más tiempo, tiene efectos contraproducentes en el desarrollo de la fuerza”. Esto no quiere decir que no vayamos a mejorar esta última, únicamente que su desarrollo será menor que si nos dedicásemos exclusivamente a entrenar fuerza o si realizásemos entrenamiento de fuerza junto con algún ejercicio interválico de alta intensidad como sprints.

Dicho esto, llevar a cabo este tipo de entrenamiento durante un mes o un periodo corto de tiempo, como puede ser el vacacional, tampoco tendrá un impacto negativo en el desarrollo de una u otra cualidad y nos puede resultar útil para no perder nuestra rutina.

Hay que olvidar esa idea preconcebida, interpretada de manera errónea por la investigación durante años, de que entrenar fuerza y resistencia de forma simultánea produce siempre el conocido como efecto de interferencia, el que hace reducir las ganancias de tamaño y fuerza. Este fenómeno le suele suceder a los atletas élite, no a los principiantes ni a los deportistas de nivel intermedio.

Ejemplo de entrenamiento híbrido

“Para llevar este tipo de entrenamiento sin material durante el periodo vacacional mi recomendación sería ir a alguno de los parques del lugar donde te encuentres, uno en el que haya barras y otros elementos que nos puedan servir de ayuda, ya que actualmente en casi todas las ciudades hay entornos de este tipo”, aconseja el director del director del Centro de Entrenamiento Personal JRL, quien nos sugiere el siguiente ejemplo de entrenamiento híbrido.

“Correr por la playa genera un mayor consumo calórico que si corremos en asfalto o cualquier otro tipo de terreno. La fuerza que realizamos sobre estos pavimentos es devuelta, mientras que la arena absorbe y minimiza el impacto, por lo que tendremos que generar más fuerza y más consumo energético en cada zancada”, concluye Juan Ruiz López.