“Fue una experiencia que esperaba desde que era un niño”, dijo J.J. Arcega-Whiteside tras su debut con los Philadelphia Eagles, hace ya casi una semana. Pasados los nervios, el español intenta ahora lucir en la pretemporada para tener minutos de juego cuando empiece la NFL. La plantilla considerada activa de cara a la nueva temporada reducirá su número de efectivos de los 92 jugadores actuales hasta los 53 permitidos por la liga norteamericana. De hecho, algunos ya han comenzado a enfilar la puerta de salida. Aunque sea improbable que dejen fuera a un rookie elegido en la segunda ronda del Draft, la decisión final dependerá del cuerpo técnico de los Eagles.
Por eso mismo, para Arcega, que habló en exclusiva para MARCA, lo más importante de momento es aprender de los más experimentados como DeSean Jackson y Alshon Jeffery. “Mi idea es ayudar al equipo de cualquier manera para que gane. Ellos son los veteranos, saben cómo son las cosas aquí ya desde hace muchos años. Mi misión es aprender de ellos, de lo que están haciendo, de cómo están trabajando”.
Pese a la derrota ante los Tennessee Titans en el primer partido (27-10), el zaragozano completó dos capturas de cuatro intentos para un total de 23 yardas, dejando una buena impresión. “Estaba tan enfocado en el partido y en hacer las cosas de la manera correcta, concentrado en jugar bien, que ni estaba pensando que esa era la primera vez que jugaba. Pero después, cuando volví a ver todo repetido, me quedé muy contento y casi no podía creer que era yo jugando con los Eagles. Pero ahora, como ya jugué mi primer partido, tengo tiempo para enfocarme en jugar”.
El propio J.J. incluso reconoce que alucinó con el nivel de sus compañeros: “¿Oye, es normal tener un equipo tan bueno, con tantos jugadores de este nivel?”, se preguntó al verse junto a sus ídolos compartiendo vestuario. El jugador confiesa que aún está aclimatándose al nuevo ambiente tras tres años jugando en la Universidad de Stanford. “Más que nada es que ya se trata de un trabajo para mí y, como cualquier otro trabajo, si lo estás haciendo mal te echan. En estas semanas yo ya he visto jugadores que han venido y que han prescindido de ellos. Todo cambia mucho”, explicaba.
Los aprietos llegan cuando se le pregunta a Arcega quién es el mejor quarterback, si Tom Brady o su actual compañero Carson Wentz. “Para mí ambos son los mejores de la NFL en su puesto. Aun así, si tengo que elegir, me quedo con el mío, con Carson antes que con Brady”, afirmaba el maño, que mantiene contacto directo con su compatriota Alejandro Villanueva, jugador de los Pittsburgh Steelers. “Tengo su número, sé que está ahí para mí si necesito algo. Además, es uno de los mejores en su posición. Es un genio y me encanta todo lo que hace”, declaraba el receptor.
Sobrino de Fernando Arcega (medallista de plata en los Juegos de Los Ángeles, en 1984) y de Pepe (64 veces internacional con España), J.J. es hijo de los también exprofesionales del baloncesto Joaquín y Valorie Whiteside. Para él, la experiencia de ambos fue esencial a la hora de elegir su camino a seguir. “Yo confío mucho en mis padres y, el hecho de que los dos fueran profesionales, con todo lo que han hecho, hace que sepan bien de lo que están hablando”, explicaba el jugador. “Cuando empezaron a ver que el fútbol americano era mi mejor posibilidad para ser profesional, supieron orientarme”, añadía.
El joven jugador, que llegó a Estados Unidos con tan solo seis años, admite ser un apasionado del jamón. Además, también es un aficionado del deporte rey por influencia de su padre. “Me encanta el fútbol, veo todos los partidos que puedo. Soy del Real Madrid y del Real Zaragoza desde niño“.
Ahora, a Arcega le gustaría acercar su deporte a los fans españoles: “Espero algún día ser el primer jugador nacido en España que llegue a la NFL, pero no el último. Me gustaría influir en los aficionados de allí para que jueguen al fútbol americano, que es un deporte maravilloso”. J.J. jugará en la madrugada de jueves a viernes contra los Jaguars en Jacksonville (Florida).
