Almeida sigue con su privatización y entrega un estadio municipal histórico para fútbol americano durante cuatro años – elplural.com
Cuatro años de explotación
El equipo de gobierno ha firmado un convenio con la empresa Marlo Sports 2022 SL para que dicha compañía lo explote durante más de mes y medio en el transcurso de los próximos cuatro años, totalmente gratis y a través de venta de entradas o vendiendo comido y/o bebida en una fan zone.
El convenio, al que ha accedido eldiario.es, se firmó a mediados de mayo de este año y permite “la celebración en el Estadio de Vallehermoso de los partidos en los que Madrid Bravos actúe como local, sin contraprestación económica”. La decisión resultó polémica, especialmente entre los atletas que utilizan las pistas, al ser anunciada primero por el club de fútbol americano y sin que los deportistas recibieran una noticia hasta pasado más el tiempo por parte de Cibeles.
El contrato establece que el estadio “estará ocupado por la franquicia y su operativa entre 2 y 3 días antes para la instalación de los equipos necesarios y entre 1 o 2 días después del evento para la recogida”. Esto implica que cada partido puede generar hasta 6 días de ocupación. Para más inri, atendiendo al calendario deportivo, la competición se puede alargar hasta dos enfrentamientos más en el caso de que los Bravos se clasifiquen para las rondas finales. En total, el convenio permite la cesión de hasta 48 días por temporada. Asimismo, en el mes de firma del contrato se celebró la presentación del club a pesar de no estar incluida en el acuerdo.
En la línea de privatizaciones que mantiene el equipo de gobierno madrileño, con el presenta contrato el Ayuntamiento cede un estadio municipal para el desarrollo de una liga privada que, si bien se celebrará en el curso 24/25, se puede extender hasta cuatro años “máximo”, según figura en el texto rubricado por el área de Deportes.
‘Fan zone’ y entradas a 150 euros
El contrato establece también que además de la cesión del estadio con carácter totalmente gratuito, el espacio “ubicado debajo de la galería” se puede emplear para el montaje de una fan zone en la que se permita “la venta y consumo de comida y bebida” junto a la celebración “de actos de promoción del torneo” que podrá mantenerse abierta hasta tres horas antes de cada encuentro.
Otro asunto a tener en cuenta es el que tiene que ver con las entradas, y es que los boletos para los partidos se encuentran entre los 20 euros -el más barato- y los 149 -la zona VIP-, mientras el consistorio sigue sin fijar precios máximos ni porcentaje de ingresos municipales.
Entretanto, el texto que recoge el acuerdo entre las partes no establece ningún tipo de abono por parte de Marlos Sports -franquicia de los hermanos Martín Lostao para inculcar el fútbol americano en la capital en compañía de la agencia de representación de deportistas You First- que tenga que ver con el consumo eléctrico o el agua; tampoco los jugadores cuentan con un seguro deportivo por carencia de licencias federativas. Con ello, la única obligación existente pasa por contratar un seguro de responsabilidad civil que incluya al menos un millón de euros por anualidad de la póliza. La mencionada franquicia cerró el acuerdo con el Ayuntamiento liderado por Almeida respaldada en dos equipos de la ciudad que ya existían -Black Demons de Las Rozas y los Osos de Rivas- pero saltándose algunos trámites legales que permiten disputar sus partidos en el estadio protagonista de estas líneas.
Poco seguimiento
El primer partido de la competición enfrentó a los Madrid Bravos con los Barcelona Dragons. En él se decantó la balanza hacia el lado madrileño con una clara victoria (42-12), pero para la ocasión que compete lo importante reside en lo extradeportivo. Así las cosas, si bien la empresa impulsora se refiere al fútbol americano como un “deporte emergente de referencia en Europa” que “goza de una gran y creciente popularidad”, este primer partido lo siguieron 2.000 personas.
La oposición ha puesto pie en pared contra el hecho de que el primer partido no ha cumplido con la normativa de la región. Así lo denuncia el PSOE después de que desde la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid se admitiera que no había concedido autorización para el primer partido justificando que lo que se celebraba no era un evento deportivo, sino un espectáculo, pero desde la región tampoco se había autorizado el encuentro.
Así las cosas, para que las cosas se hubieran hecho bien, el Ayuntamiento debería haber sacado a concurso la concesión del estadio municipal a con un contrato de servicios de libre concurrencia pública y no firmar el contrato con la compañía señalada, ya que normalmente este tipo de acuerdos se limita a federaciones deportivas como la Madrileña de Fútbol Americano, a quien no solo han dejado fuera del acuerdo sino que, apuntala la oposición, el Ayuntamiento denegó jugar aquí las finales de flag football regionales sin dar explicación alguna. Todo ello solo tres meses antes de cerrar el acuerdo del estadio con una compañía privada.
Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes.
