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Guardiola sigue ‘construyendo’ campeones de la NBA: así lo ha hecho con los Celtics – MUNDO DEPORTIVO


El virtuoso Barça de Pep Guardiola fue un germen que inspiró la esencia de campeones de la NBA. En 2014, Luis Enrique tomaba con determinación las riendas para seguir con el legado que había empezado Frank Rijkaard en 2006 para acabar de coronar la dinastía azulgrana con la cuarta Champions en 9 años con la Orejona de 2015 con el trío Leo Messi – Neymar Jr. – Luis Suárez. 

Ese mismo año los Golden State Warriors empezaban a instaurar su propia dinastía en la NBA con el primer anillo de los cuatro del triunvirato Stephen Curry – Klay Thompson – Draymond Green de unas maneras similares a las del Barça, con un vertiginoso y vistoso incesante movimiento de balón. Su innovador entrenador, Steve Kerr, enseñó a sus chicos cómo hacer del baloncesto un arte como nadie había hecho antes de la NBA igual que Pep Guardiola con el fútbol mostrando a sus chicos vídeos de ese embelesador Barça. 


Los Celtics ganaron el anillo 16 años después

Charles Krupa / Ap-LaPresse

“El tiki-taka”, recordaba Curry a MD en el último All-Star, citando un término que todos se saben de memoria en el vestuario del conjunto de la Bahía. 

“Son unas imágenes fantásticas de ver para nosotros, son una gran comparación de movimiento de cuerpo y movimiento de balón entre los dos deportes”, decía el señor de los triples. “Todo se trata de fluidez, ritmo y química. Hemos tenido un cierto estilo que hemos dominado y ha evolucionado en los 10 años que él (Steve Kerr) ha estado entrenando”, añadía Stephen Curry. 

Los Warriors alzaban el cuarto trofeo Larry O’Brien de esta generación hace dos años contra los Boston Celtics. Porque la vida muchas veces un ciclo en el que todo va y viene, los Celtics, un equipo basado entonces en su fortaleza defensiva, tomaron el relevo en esa clase de círculo vicioso tras la salida de Ime Udoka y se fijaron en la fórmula de Golden State y los orígenes que la inspiraron para recuperar el trono de la NBA con su 18o anillo el lunes. Los Lakers habían logrado empatar a títulos con su eterno rival.  

Andre Iguodala #9, Draymond Green #23, Klay Thompson #11 y Stephen Curry #30 lograron su cuarto anillo de campeones de la NBA

Andre Iguodala, Draymond Green, Klay Thompson y Stephen Curry  su cuarto anillo de campeones de la NBA en 2022

Getty Images

Y es que, en contraste con aquel equipo subcampeón, muy diferente lucen estos Celtics, quienes, sin haber renunciado a esa cultura de bregar, han maravillado con un coral éxtasis ofensivo a través del pase desencadenado por Joe Mazzulla, un astuto y aplicado aprendiz de Pep Guardiola. Un frenesí ofensivo que ha alcanzado la dimensión de histórico, pues Boston ha desplegado el mejor ataque de la historia de la NBA con un rating ofensivo de 122,2. 

El entrenador de Rhode Island ha triunfado incluso a una edad más temprana de la que lo hizo el técnico de Santpedor, con 35 años por los 37 que tenía en 2009 el catalán, llegando a ser el preparador más joven en ganar la NBA desde Bill Russell en 1969. Y anunciado por sorpresa como técnico en septiembre de 2022 como Pep en 2008, sin ninguna experiencia como head coach al máximo nivel como Guardiola entonces, no ha le ha temido a innovar para al final cautivar. 

La amistad de Joe Mazzulla y Pep Guardiola ha sido una de las historias paralelas de estas Finales entre los de Massachusetts y los Dallas Mavericks de Luka Doncic. El actual entrenador del Manchester City acudió al primer partido de las Finales en Boston como un hincha más, sentado en primera fila vestido de verde igual que su esposa, Cristina Serra. El día anterior, ambos preparados departían vehemente en la pista en un entreno de Boston. 

Joe Mazzulla y Pep Guardiola departieron un buen rato durante la visita del entrenador de Boston a Manchester

Joe Mazzulla y Pep Guardiola departieron un buen rato durante la visita del entrenador de Boston a Manchester en febrero

Manchester City

Para entender la influencia de Guardiola en estos Celtics campeones de los Tatum, Brown y compañía hay que partir de las inquietudes de Joe Mazzulla. Como Pep, el entrenador estadounidense es un ávido curioso de otros deportes, sobre todo del fútbol. 

Quienes conocen bien al técnico de Boston aseguran que ya desde bastante antes de cumplir los 30 años Mazzulla estudiaba los equipos de Guardiola.

MD pudo hablar con Jerrod Calhoun, quien fue entrenador de Mazzulla en West Virginia -el técnico tuvo una corta carrera como jugador de college-, y también tuvo al amigo de Pep de asistente en Fairmont State entre 2013 y 2016. Calhoun es además íntimo amigo del técnico de los Celtics hasta el punto de ser su padrino en su boda. 

“Él siempre ha estado estudiando el fútbol y su espacio, hay mucho que puedes trasladar del fútbol al baloncesto en término de spacing, construir triángulos como en fútbol, ese tipo de cosas”, destaca Calhoun, ahora entrenador de los Utah State Aggies. 

Pep Guardiola mazzulla

Pep Guardiola aconsejó a Joe Mazzulla para las Finales

X

“Joe era un avanzado a su tiempo, por eso Boston es tan difícil de defender ahora, porque muchos conceptos de spacing son realmente buenos”, resaltó Calhoun. 

El baloncesto es también uno de los principales deportes de los que aprende Pep. Aparte de su amistad con Joe Mazzulla -y también Jordi Fernández-, el segundo de Guardiola en el City, Juanma Lillo, ve mucho basket. 

Si bien ambos deportes son diferentes, hay conceptos de spacing de los que se pueden aprender de la misma manera que hay ideas de otros deportes jugados con los manos como el balonmano que inspiran al catalán. 

Un ejemplo es el concepto del hombre boya para abrir defensas muy cerradas en un caso muy aplicable al fútbol en el caso de Guardiola por la multitud de equipos que acumulan todos sus jugadores en el área. Como fue el caso del Real Madrid en los cuartos de final de la última Champions. 

“La defensa de Dallas es una de las más inteligentes. Es en lo que Pep me ha ayudado, espaciado, transiciones, cómo les mueves”




Joe MazzullaEntrenador de los Boston Celtics

Si bien en el balompié no hay un hombre boya como tal, se pueden utilizar jugadores del medio que hagan picar a defensas para abrir espacios para no estar siempre moviendo el balón de lado a lado. El fútbol sala también ha inspirado el estilo de Guardiola mediante la figura del portero y su participación como uno más en la jugada para generar superioridad numérica. 

En el caso de Mazzulla, el americano también tiró de la UFC para transmitir a sus chicos la importancia de mantener siempre la guardia alta como luchadores. 

Mazzulla conoce personalmente a Pep desde hace año y medio según reveló a Nacho García, del diario Marca, en las Finales. Pero la relación trascendió en febrero, cuando el entrenador de Boston, ni tomándose un respiro durante el descanso del All-Star, viajó hasta Manchester para encontrarse con Pep y asistir a entrenamientos suyos con el City. 

Ambos estrecharon lazos personales con una comida en la ciudad deportiva de los Sky Blues en la que Guardiola y sus ayudantes compartieron mesa con el propio Mazzulla, su esposa y su hijo, que aprovechó la ocasión para sacarse fotos con las estrellas del City. 

Irving y Doncic, un dúo que no puede con los Celtics

Irving y Doncic, un dúo que no ha podido con los Celtics

Getty Images / Adam Glanzman

Una vez se reanudó la temporada regular de la NBA, Joe Mazzulla se abrió sobre el significado de Pep para él y cómo aprende de él y el fútbol. 

“Estudio mucho del Manchester City. Estudio mucho a Pep. Pienso que es el mejor entrenador en cualquier nivel, en cualquier deporte. Ha tenido una gran influencia en mí”, decía el preparador de los Celtics a The Athletic. 

“Pienso que donde el baloncesto y el fútbol son lo mismo es la transición yendo tan rápida. Puedes estar atacando y, dos segundos después, puedes estar defendiendo. Así que el juego está cambiando constantemente… Para mí, independientemente del deporte, puede ser lacrosse, fútbol o baloncesto, esas situaciones de uno contra uno, todos esos fundamentos son lo mismo”, dijo Mazzulla, que entró en cuestiones más específicas del juego. 

“Fútbol y baloncesto, cuando lo veo es como el mismo deporte desde el punto de vista táctico de cómo crear ventajas. ¿Cómo creas dos contra uno? ¿Cómo reconoces debilidades en la defensa y cómo aprovechas los ángulos?”, reflexionaba el estadounidense.

Pero, como hizo Steve Kerr con sus Warriors -en aquel caso con el FC Barcelona-, Joe Mazzulla también muestra a sus pupilos vídeos del Manchester City. Y a menudo según también reveló a The Athletic Al Horford.

“El estilo de Pep es como el del Barcelona, todo el mundo involucrado y tocando el balón”, dijo el dominicano. “Cada par de partidos Joe nos enseña vídeos de posesiones donde todo el mundo la toca y el balón tiene energía. Cuando la bola se mueve y todo el mundo la toca algo bueno está pasando. Es cuando jugamos a nuestro mejor nivel”, destacaba el interior, el más veterano de Boston a sus 38 años. 

Guardiola devolvió la visita de cortesía a Mazzulla con su presencia en el Game 1, aunque no todo se limitó a un mero encuentro de amigos: el técnico de los Celtics revelaba que Guardiola le ayudó en su plan de romper la defensa de los Mavericks, decisiva para que Dallas alcanzara las Finales al margen del talento de Luka Doncic y Kyrie Irving. 

“La defensa de Dallas es una de las más inteligentes y son uno de los mejores equipos defensivos de la liga. Tienen la habilidad de manipular tu espaciado con sus rotaciones y su personal. Tenemos que ser creativos y disciplinados en nuestro espaciado para estar seguros de que podemos contrarrestar eso. Es en lo que Pep me ha ayudado, espaciado, transiciones, cómo mueves a esos chicos”, reveló Joe Mazzulla.

Un sistema que no depende de estrellas

Hay varios conceptos tácticos utilizados por Celtics y City en los que se pueden establecer similitudes, adaptándolo cada uno a su deporte, pero todo empieza por quién quieren ser y cómo, con una identidad regida por un espíritu colectivo expresado a través del pase, un sistema coral tan autosuficiente como para permanecer independiente a las estrellas.

Y tanto como Pep como Joe se han mantenido fieles a sus principios pese a las críticas. En el caso de Mazzulla, el entrenador de Boston ha tenido que lidiar con los detractores que decían que su equipo dependía en exceso de los triples. Charles Barkley llegó a decir en referencia al conjunto de Massachusetts que no se podía ser campeón de la NBA sólo jugando uno contra uno. 

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Brown y Tatum, el dúo de los Celtics

David Dermer / Ap-LaPresse

Esa mencionada autonomía para desplegar esa idea de baloncesto colectivo, fugaz y fluido es lo que da a los Celtics un carácter único como lo han tenido y tienen los equipos de Pep Guardiola. Cada campeón tiene su encanto, es especial a su manera, pero estos Celtics han ido más allá para salirse de los márgenes y desobedecer a los cánones de las estrellas. 

Los Jays, Brown y Tatum, y Kristaps Porzingis son las de Boston, pero la realidad es que cualquier estrella puede ser sol en este plural y transgresor sistema de los Celtics en el que no hay un astro rey alrededor del cual gire todo como es el caso de Nikola Jokic en los Nuggets, Stephen Curry en los Warriors o Giannis Antetokounmpo en los Bucks. 

En contraste con el duopolio de Doncic e Irving en Dallas, los Celtics son una libre democracia con voz para todos, en la que su clarividente pero a la vez imprevisible juego de pase no está supeditado en exceso a nadie y en la que hasta la jerarquía está difusa cuando va de tomar los tiros calientes. En este completo y versátil roster construido con el enfoque meticuloso y científico de Brad Stevens desde los despachos y el banquillo cualquiera puede tirar, penetrar y hasta defender uno contra uno, un factor más representativo del poderío de Boston que ha dictado el devenir de estas Finales, clave esta autosuficiencia para aislar a Doncic e Irving del resto de sus compañeros al no necesitar de dobles marcajes. 

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Messi, batiendo a Neuer en las semifinales de la Champions de 2015

Propias

Hacer énfasis en el colectivo ha sido también el santo y seña de los equipos de Pep, incluso con Messi en el Barça en la época dorada del argentino. Si bien el ’10’ era la punta de lanza de aquel conjunto azulgrana, Leo era la consecuencia final del sistema y no la causa, misión de todo el equipo hacerle llegar el balón en condiciones ventajosas. 

Así como estos Celtics no dependen exclusivamente de las individualidades de Jayson Tatum y Jaylen Brown, no se entregan a ellos para solucionar sus problemas, Messi no venía a buscar el balón entre centrales, sino que esperaba a que el equipo le diera la bola en tres cuartos de campo en condiciones de superioridad para acelerar la acción.

Un sistema sin posiciones

Imaginación, flexibilidad y libertad en pos de cumplir de manera rigurosa el innegociable principio de funcionar como colectivo. Aunque el baloncesto da más lugar a ello por su menor número de jugadores y posiciones, los Celtics no se limitan a sí mismos encasillando a sus jugadores en unos determinados roles y demarcaciones como en el City. 

Cualquiera puede subir el balón en Boston, como puede ser el caso Derrick White, Jrue Holiday, Jaylen Brown o Jayson Tatum y, para dar una idea de hasta qué punto llega la creatividad de su filosofía, bases de 1,93 como Holiday y White pueden llegar definir bajo el mismo aro recibiendo balones doblados cual pívot. Este concepto se podría comparar con el del falso 9 perfeccionado por Pep, en el sentido de que no sólo lo puede hacer un pívot puro, sino que cualquiera puede finalizar en la pintura. 

La versatilidad de los Celtics para iniciar sus jugadas y permutar funciones recuerda a la del City, tanto por la capacidad técnica de todos sus jugadores como por sus diferentes disposiciones para sacar el balón jugado, desde la salida lavolpiana con una primera línea de tres con un mediocentro incrustado entre los centrales y los laterales estirados, pasando por los dos laterales como centrocampistas para crear la superioridad en la primera línea, abrir toda la banda para los extremos y desbloquear ese espacio intermedio entre lateral y central. 

O también el recurso de un central integrándose en la línea de los pivotes al inicio de la jugada para romper la primera línea de presión. De igual modo que los rivales de los equipos de Guardiola tienen complicado decidir a quién dejar libre en la salida de balón, los oponentes de los Celtics acaban malgastando energías en ejercer presión sobre un mismo jugador al inicio de la jugada. 



En los equipos en los que siempre es el mismo base el que sube el balón, una presión a media pista puede arañar unos segundos preciosos en la posesión, pero Boston no tiene problema en entregar el balón a otro para esquivar esa trampa. Si bien las posiciones en el baloncesto están cada vez más difusas –Victor Wembanyama es el paradigma-, el conjunto de Massachusetts ha llevado esta tendencia al extremo. 

No existen posiciones en el sistema de los Celtics, más bien intérpretes de una idea que pululan libremente de una demarcación a otra como en el ecosistema de Pep. Ilustrados intérpretes que se dedican a entender el juego y no simplemente a ejecutar de memoria lo que disponga su director de orquestra. 

“Esa es probablemente mi parte favorita del trabajo, mirarlo desde una perspectiva artística”, dijo Joe Mazzulla cuando hablaba de su encuentro con Pep. “Es dar a los chicos como un marco de trabajo, hay muchas posibilidades, vamos a explorarlas”, apuntó el estadounidense.

“Miro el baloncesto desde una perspectiva artística”




Joe MazzullaEntrenador de los Boston Celtics

“Tienes que empoderar a tus jugadores para entender exactamente cómo el juego está yendo y cómo de rápido puedes autocorregir, sea para parar un parcial o pararlo”, resaltó también Mazzulla. 

Si bien los Celtics siguen la moda del baloncesto moderno y configuran su ataque a partir de la disposición de cinco jugadores abiertos o cuatro abiertos y uno dentro, el conjunto de Massachusetts se desentiende de la tendencia abusiva de aclarados para empezar y acabar la acción con una penetración. 

Como en los Nuggets, fluye el movimiento el pase y los cortes, con la diferencia de que en el campeón del año pasado todo suele girar alrededor de lo que genere Nikola Jokic como creador de juego desde el poste o la cabecera. 



“No son un equipo que siga un patrón, juegan con libertad. Por eso los Celtics son tan impredecibles en ataque”, destaca Jerrod Calhoun. “Juegan una gran variedad de pick and rolls, pantallas, y son chicos muy intercambiables. Muchos pueden tirar triples, tomar decisiones y manejar la bola. Joe les da confianza para que hagan la jugada adecuada y el tiro adecuado”, subraya el amigo de Mazzulla. 

Esa libertad no significa libertinaje, que Guardiola ni Mazzulla den pautas generales o específicas en función del rival a sus jugadores. Las pueden tener, pero es simplemente un punto de partida con el que generar caos en las defensas rivales a partir de esta libertad. 

En este contexto, Boston se distingue también por tener la habilidad de fintar con una jugada para utilizar otra. O dibujar una acción que puede tener diferentes alternativas. En el vídeo de abajo se ve cómo los Celtics pueden disponer todas sus piezas para jugar un pick and roll en esquina vacía para que la acción, en vez de terminar con el clásico bloqueo y continuación, lo haga con un tirador de la esquina contraria cortando para lanzar un triple liberado. 

En el siguiente vídeo se observa cómo los Celtics ejecutaron diferentes acciones a partir de jugadas dispuestas en cuernos. Se establece entre el poseedor del balón y los dos bloqueadores una especie de triángulo como esos a los que se refería Calhoun como un concepto del fútbol que se puede aplicar al baloncesto. Y si no de triángulo sí que se puede hablar de tres jugadores próximos que ofrecen al manejador del balón más de una opción para pasar cercana. 



En el caso de una jugada con más de una opción en el City, la comparativa se puede encontrar en el juego de bandas de los Sky Blues y la explotación del espacio entre lateral y central como amenaza, uno de los espacios definidos como “indefendibles” por Pep Guardiola. 

El potencial movimiento de un jugador al espacio entre central y lateral -como puede hacer un centrocampista como De Bruyne-, y el hecho de que haya un jugador pegado a la banda pone al rival en un dilema. Si el lateral sale a por ese jugador pegado a banda, se abrirá ese espacio, pero si permanece cerrado dejará vía libre al extremo para romper por el costado y hundir a la defensa. 

La ayuda de Guardiola a Mazzulla en el spacing

Decía Joe Mazzulla que el entrenador de Santpedor le ha ayudado a trabajar el spacing, otro aspecto en el que el técnico de Boston puede aprender de conceptos perfeccionados por Pep y aplicables al basket. 

Uno de ellos es empezar la jugada en un costado, el fuerte, para acabar definiendo en el débil. Una acción eficaz para, por ejemplo, contrarrestar una zona. Aquí es donde prima la importancia de los ángulos de los que hablaba Mazzulla. 

Otro concepto práctico para espaciar la cancha y con similitudes en ambos deportes es el del pívot con amenaza exterior y el rol del ‘9’ en los equipos de Pep y su influencia fuera del área, intentando hacer a Erling Haaland un punta más completo desde su llegada al Etihad Stadium. 

El ‘9’ cayendo a tres cuartos hace dudar a las defensas -dejarle libre es concederle espacio para maniobrar si recibe a espalda del pivote y saltar a por él es dar espacio a la espalda-, del mismo modo que lo hace la presencia de un polifacético pívot como Kristaps Porzingis en el perímetro. 

Si el ‘5’ rival sale a por él -y con todos los jugadores de Boston abiertos-, se genera un espacio en la pintura al que cualquiera puede cortar o que el mismo Porzingis puede atacar penetrando. Pero si el pívot se queda bajo el aro, el letón podrá tirar de tres o penetrar y dividir. Acciones que tendrá margen igualmente para hacer si, con su combinación de tamaño y potencia atlética, le defiende un jugador distinto al pívot al generarse un mismatch. 

Otro concepto equiparable es la trampa de pasar el balón atrás como recurso para acabar generando espacio. Ante rivales encerrados en su campo, el City puede retrasar la circulación para invitar al oponente a salir e intentar desordenarlo para encontrar espacio entre líneas o a la espalda de la defensa. En los Celtics aplica este recurso como nadie Jayson Tatum, que a veces retrocede con el bote para crearse el espacio y luego atacarlo con su demoledor primer paso. 

Joe Mazzulla culminó las Finales con una lección táctica en el quinto partido con un ajuste que bien refleja también tanto la capacidad del técnico estadounidense de adaptarse al rival igual que Guardiola como la similitud entre el estilo de juego del campeón de la NBA y el de la Premier League. 

Los Mavericks parecían haber dado con la tecla para neutralizar el ataque de Boston en su victoria en el Game 4 hasta el punto de dejar a los Celtics con 84 puntos y un rating ofensivo de 87,5, el más bajo del conjunto de Massachusetts desde las Finales de 2022. Ante la destreza de los Celtics por sacar al pívot al perímetro y vaciar la pintura -Lively II o Gafford-, Dallas decidió situar siempre un hombre bajo el aro como ayuda para parar las penetraciones. El conjunto de Texas rotaba siempre para que así fuera. 

Al margen de una inspirada noche de Tatum y su capacidad de finalizar de múltiples maneras al contacto –31 puntos-, Boston retocó la manera de disponer a sus jugadores alrededor del perímetro y fomentó un mayor movimiento.

Tres jugadores permanecían abiertos cerca el uno del otro fijando la primera línea defensiva de Dallas de tres jugadores, dejando dos en la segunda. La ejecución residía en penetrar por las esquinas ante el mayor espacio de esa última línea con dos jugadores y, si el manejador, no hallaba el tirador tras dividir, encontraba un jugador en última instancia cortando hacia el aro. 

El concepto del jugador cortando viene a ser el mismo que el del jugador apareciendo por sorpresa en el sistema de Guardiola como puede ser uno para rematar o uno rompiendo por banda para acelerar la acción mientras otros fijan o arrastran. En estos Celtics también cualquiera asume el sacrificio de arrastrar, fijar o poner la pantalla en el sofisticado sistema que tiene Boston para crear mismatches más allá de la versátil habilidad de todos sus piezas. 

La manera cómo el cuadro de Massachusetts ha cuidado el balón para protegerse de las transiciones de Dallas es también equiparable al del City, sobre todo cuando tiene que contrarrestar el que probablemente mejor contraataque del mundo como es del Real Madrid. 

El conjunto de Massachusetts ha alcanzado la excelencia en su juego con Joe Mazzulla como lo hicieron en su día con Pep Guardiola el Barça y el Bayern y ahora el Manchester City.

“Pep es una gran persona, un gran entrenador, humildad, alegría, ética de trabajo, intensidad es lo que trae”, dijo Mazzulla antes del Game 2 de las Finales. 

“Hemos crecido para tener una gran relación, estoy muy agradecido. Me gustaría pensar que nos hacemos mejor el uno al otro, fue fantástico que él estuviera aquí, él pudo compartir algo de su sabiduría. Tengo que pasar tiempo con él”, destacó el preparador de Boston.

“Me gustaría pensar que nos hacemos mejor el uno al otro, fue fantástico que Pep estuviera aquí”


Joe MazzullaEntrenador de los Boston Celtics

“Robamos cosas de todo el mundo”, dijo también el técnico otro día al ser preguntado por su vínculo con Pep, parafraseando la cita del catalán, que se definía al principio de su carrera como “un ladrón de ideas”. 

De la misma manera que han hizo un novato en su día como Steve Kerr y un recién iniciado como Joe Mazzulla, otros técnicos de la NBA que están empezando como primeros entrenadores también aprenden de Guardiola. Es el caso de Darko Rajakovic (Toronto Raptors) y un buen amigo de Pep como Jordi Fernández (Brooklyn Nets), al que el de Santpedor también visitó en las Finales de 2016 cuando el de Badalona era ayudante en los Cavaliers de LeBron e Irving para ser también talismán. 

Johan Cruyff fundó esa cultura de ganar y cautivar con el colectivo como estrella, el Barça la tomó para expandirla desde sus raíces en sus equipos en La Masia y también el femenino y Pep Guardiola la perfeccionó para otorgarle su forma final. Una cultura abrazada por otros equipos que ha forjado Champions, Mundiales y Eurocopas. Y también anillos. 

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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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