Patricia García Rodríguez tiene un currículum interminable y lleno de éxitos. Empezó en 2008 a jugar en la Universidad y pronto saltó a las mejores ligas profesionales de este deporte: Francia, Nueva Zelanda, Japón, Inglaterra… Con la selección de rugby XV ha sido cinco veces campeona de Europa y ha obtenido un diploma olímpico en los Juegos de Río en 2016. Recuerda aquellos tiempos que, para las Leonas no fueron todo lo fáciles que se pudiera pensar: “Han sido momentos de muchísimo trabajo, un esfuerzo de todo un equipo de jugadoras tremendo, porque era un momento en que se profesionalizaba la disciplina olímpica y los recursos eran muy limitados. Pero realmente el buen hacer, el trabajo, han conseguido que los grandes momentos hemos estado a la altura de algunas potencias mundiales”.
Camino del Europeo y de los Juegos de Los Ángeles
Desde que se retiró en 2022, Patricia García no ha parado. Ahora es la seleccionadora sub 18 del equipo de Rugby 7 y prepara a las mejores promesas de este deporte para el Campeonato de Europa que se celebrará en julio en Estrasburgo (Francia). “Las veo con mucha ilusión, con muchas ganas. Están muy comprometidas, están serias con el trabajo y además saben que estamos hablando ya de que ellas van a ser esa generación que va a defender a España para clasificarse al Juegos Olímpicos de Los Ángeles”, afirma.
“Las veo con mucha ilusión, con muchas ganas. Están muy comprometidas, están serias con el trabajo“
Efectivamente, las Leonas no han podido estar este verano en París, pero Patricia García lo tiene claro: “Los juegos de Los Ángeles empiezan hoy. El trabajo hay que hacerlo ya a cuatro o cinco años vista”. Es optimista frente al futuro del rugby practicado por mujeres en nuestro país, porque asegura que cada año aumenta el número de licencias en las diferentes categorías. No obstante, recuerda que no existe en España una liga profesional de rugby: “Creo que hay una curva de crecimiento natural para que todos los estamentos y organismos estén realmente consolidados para poder pasar a una profesionalización. Pero la realidad es que aún muchas jugadoras tienen que marcharse fuera para tener el mejor contexto de preparación y entrenamiento posible para desarrollarse como jugadoras”.
Las jugadoras de la selección sub 18 de rugby seven en un entrenamiento en Madrid
Y es que la percepción del rugby practicado por mujeres ha cambiado mucho en los últimos años. Ahora, asegura Patricia García, está más naturalizado, pero las cosas eran muy diferentes cuando ella comenzó: “Hace 10 ó 15 años se veía bastante raro, diferente. Entonces por una parte tenías que luchar contra estigmas sociales, justificar y explicar no solamente tu deporte sino, además, que eres perfectamente hábil para jugarlo. Y además dentro del campo sabías que estabas compitiendo contra unas potencias mundiales que tienen unos proyectos y unos recursos diferentes porque son países con mucha mayor tradición de rugby”.
Difundir la cultura y los valores del rugby
Este deporte se está haciendo cada vez más popular en los campus universitarios españoles entre ambos sexos. Pero también crece el número de grupos escolares y equipos en todas las etapas, desde infantil, según señala la exjugadora de las Leonas: “La realidad es que los clubes deportivos están haciendo muy buen trabajo y ofrecen rugby ya desde cuatro o cinco años. Cualquier niño o niña puede jugar, se hacen promociones en los colegios, estamos conociendo más el rugby en todos los estamentos de la sociedad y esto repercute para que las personas empiecen a jugar antes. ¡Ojalá me hubiera pasado eso a mí!
“Estamos conociendo más el rugby en todos los estamentos de la sociedad y esto repercute para que las personas empiecen a jugar antes“
También es importante vincular a las empresas para que se interesen por patrocinar este deporte. Patricia García se dedica desde hace tiempo a hacer coaching y llevar a las empresas los valores de este deporte que, según asegura convencida, son interesantes para cualquier aspecto de la vida, como el respeto: “El respeto al árbitro, el respeto a las normas, el respeto al rival. También la resiliencia o la superación que hay, metafóricamente, a través de cada placaje: Coger y levantarte, coger y levantarte, un metro más, un metro más. Y ese trabajo en equipo, que es sinceramente el valor por excelencia de nuestro deporte, todo eso se transfiere mucho al mundo corporativo”.
Además, Patricia García Rodríguez encabeza una ONG: PGR, que intenta llevar estos valores del rugby a personas en situación vulnerable en diferentes países. Ya han visitado Chile, Marruecos o Kenia con su proyecto ‘Rugby libre’. “Queremos acercar el rugby como vehículo de inclusión social de desarrollo personal y de educación en valores a colectivos y personas en proceso de exclusión social o excluidos socialmente: desde centros penitenciarios, centros de menores, hospitales, áreas de oncología infantil o personas con diversas capacidades”, enumera. En estos proyectos, trabajan con organizaciones y asociaciones locales para desarrollar las actividades más allá de su viaje y los plasman y difunden en documentales y exposiciones.
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