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Clark contra Reese, un Bird contra Magic para catapultar la popularidad de la WNBA – MUNDO DEPORTIVO


La rivalidad incipiente entre Caitlin Clark y Angel Reese encuentra muchos paralelos con la que en su día protagonizaron Larry Bird y Magic Johnson, estandartes de la revolución mediática de la NBA durante los años ochenta. Ambas jugadoras son ahora el principal motor del tremendo incremento de popularidad de la WNBA, una competición plagada de talento que, sin embargo, había echado de menos los récords de asistencia y audiencia actuales. La actual campaña de 2024 promete batir todas las marcas conocidas en sus tres décadas de existencia, en gran parte gracias al tirón mediático de ambas novatas.

Clark y Reese, también grandes rivales universitarias como en su día lo fueron Bird y Magic, se enfrentaron por tercera vez como profesionales anoche. Fue la primera vez que la interior de las Chicago Sky, número siete del Draft, se llevaba la victoria sobre la exterior y número uno del Draft, piedra filosofal de las Indiana Fever. “Esto es bueno para el juego, para el baloncesto femenino, también para el deporte femenino”, apuntaba la ala-pívot, autora de 25 puntos y 16 rebotes durante la emocionante victoria tras remontada por 88-87. “Ves a jugadores de la NBA, raperos, leyendas que jugaron durante mucho tiempo en la liga venir y mostrar su apoyo. Sabes que todo el mundo está mirando”, añadía sobre la presencia de celebridades en las gradas, con las entradas por encima de los 350 dólares de promedio.

El artista Chance the Rapper, el actor Jason Sudeikis, la estrella de la NBA Jalen Brunson o la leyenda de la WNBA Sheryl Swoopes no quisieron perderse la cita, que probablemente sea muy recordada en años venideros cuando la liga femenina de baloncesto en Estados Unidos haya alcanzado el siguiente eslabón. El Wintrust Arena de Chicago colgó el cartel de completo con 9.872 espectadores, y no se trasladó el encuentro al United Center de los Bulls por falta de disponibilidad. A pesar de ello, hasta las compañeras de las protagonistas reconocieron que el ambiente volvió a subrayar el momento singular del juego femenino.

“Hoy ha sido un bonito momento del que formar parte”, aseguraba Kelsey Mitchell, de las visitantes Fever. “La atmósfera, la afición, la familia, los niños, los medios, ha sido un gran ambiente. Creo que el baloncesto femenino ha dado un gran salto hoy”, apostillaba a pesar de la derrota. Clark finalizó con 17 puntos y 13 asistencias la contienda, un nuevo récord de la franquicia para pases de canasta y tope histórico para una novata de la competición tras firmar un doble-doble. Hubo quienes criticaron a la gran estrella de la WNBA por apenas lanzar a canasta en el último cuarto, aunque ella desestimó cambiar su aproximación al juego. “Podría haber intentando un par de tiros al final, pero confío en mis compañeros”, dijo en unas declaraciones que van en la línea de la filosofía de juego de LeBron James.


Anatomía de una rivalidad

Eloy Rodellar


Aunque la rivalidad es visible en términos meramente deportivos, si bien hubo en su día intercambios fuera de la pista, la fenómeno del baloncesto femenino quitó hierro al asunto. “La única gente que lo ve como una rivalidad sois vosotros”, les decía a los periodistas durante la previa. “Para nosotras es un partido de baloncesto, y ya está. Pero si esto va ayudar a evolucionar el juego, estoy absolutamente de acuerdo y es magnífico. Así debería ser, y la gente puede hablar sobre ello”, agregaba, consciente de cómo los antagonismos han alimentado siempre el relato y la historia del deporte en todas sus disciplinas.

El anterior enfrentamiento entre Clark y Reese dejó números estratosféricos para la competición. 2,25 millones de espectadores conectaron con la retransmisión de la CBS, unas cifras que suponen un 225% de incremento respecto a encuentros equivalentes del curso pasado. Ningún partido de la WNBA había tenido tanta gente conectada al televisor en 23 años, otro dato que deja clara la influencia de ambas jugadoras en el boom de presente y futuro en la competición.

Paralelismos evidentes

La historia entre Clark y Reese empieza en la élite del basket universitario, donde chocaron durante los dos últimos torneos de la NCAA en un duelo que provocó además debates de tintes raciales. Algo similar ocurrió en su día con Bird y Magic, y fueron los equipos de las estrellas negras quienes se llevaron el gato al agua a nivel deportivo, si bien ciertas facciones de la prensa se cebaron injustamente alimentando un odio de trasfondo racista en ambos casos. Michigan State en su día, y LSU el curso pasado, ganaron el torneo NCAA con polémicos ataques a sus respectivas estrellas.

En el caso de la supernova femenina, Clark se quedó sin título universitario a pesar de poder vengar esa derrota este mismo año, en las semifinales del torneo. La máxima anotadora de la historia del baloncesto universitario masculino y femenino, luego, cayó ante Carolina del Sur y no pudo poner el broche de oro a su trayectoria de leyenda con Iowa.

Larry Bird y Magic Johnson, durante su etapa universitaria

Larry Bird y Magic Johnson, durante su etapa universitaria

Propias

Eso sí, sus partidos batieron todos los récords habidos y por haber para un partido de baloncesto femenino, con las Finales de la NCAA logrando 9,9 millones de espectadores en 2023 y 18,9 millones en 2024, ambas registros inmensamente superiores a la anterior plusmarca de 5,7 millones. En su día, ese enfrentamiento entre Bird y Magic también reventó registros con 35 millones de espectadores y un 24% del share, todavía a día de hoy la cifra más alta de la historia.

“En el deporte hay un montón de grandes jugadores, pero solo hay unos pocos que mueven la aguja”, ejemplificaba Charles Barkley, leyenda de la NBA, en una conversación reciente. “Si no fuera por Michael [Jordan], no ganaría millones de dólares con Nike cada año, LeBron y Kobe no los hubieran ganado. No habría anuncios de jugadores, no los había”, recordaba. El exjugador y comentarista televisivo se rendía sin embargo a las figuras de Magic y Bird. “Los dos jugadores más importantes de la historia son Magic Johnson y Larry Bird, sin esos dos… el salario promedio era de 200.000 dólares, y ahora es de 10 millones”, subrayaba.

Caitlin Clark vs. Angel Reese

Balance en la WNBA

    Caitlin Clark saludando a un conocido en primera fila

    22

    Caitlin ClarkIndiana Fever (2-1)51p 28a

    Horizontal

    5

    Chicago Sky (1-2)44p 42r

En la WNBA, el tema de los salarios ha dado mucho que hablar desde la irrupción de Clark. El salario promedio está ahora mismo por encima de los 150.000 dólares, y la jugadora mejor pagada es Jackie Young, de Las Vegas Aces, con un salario de 252.450 dólares, medio millón en un par de temporadas. El potencial, como puede verse, está al nivel del que Magic y Bird se encontraron a su llegada a la NBA. Tras su retirada, en 1991 y 1992, los salarios promedios habían aumentado al millón de dólares, una cifra que ha crecido exponencialmente hasta los actuales 10 millones a los que se refería Barkley.

En una década, o un par de décadas, se podrá medir realmente el efecto Caitlin Clark y rivalidades como la que mantiene, dentro de un ámbito sano y deportivo, con Angel Reese. Ahora solo queda disfrutar de un momento fundacional para el baloncesto femenino estadounidense y, por arrastre, mundial. El resto, probablemente, será historia en cuestión de años.

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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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