Dani Sordo, el piloto del Mundial de Rallies, ha dejado por unos días el WRC para exhibir su poderío en la mítica Pikes Peak, donde el cántabro ha acabado primero en la Categoría Exhibition y tercero en la general, a solo 37 segundos del ganador, el francés Romain Dumas. Toda una lección de pilotaje.
“Ha sido un buen resultado, a pesar de no haber podido apenas entrenar por la lluvia y la niebla en los días previos”, nos ha contado Sordo a Antena 3 Deportes desde Colorado, en Estados Unidos. La llamada ‘Subida a las nubes’ ha cumplido este año 102 ediciones.
Dani Sordo, a bordo de un Hyundai eléctrico
Se trata de una subida de 20 kilómetros en las Montañas Rocosas, con un desnivel positivo de 1.440 metros. La cima está a 4.300 metros de altitud, lo que supone un desafío para los coches de combustión por la carencia de oxígeno que sufren los motores a esa altura.
En el caso de Dani Sordo su Hyundai era eléctrico, una ventaja en estos casos; también el del vencedor era eléctrico, aunque no todo son ventajas como nos ha contado Dani: “Las baterías se calientan en exceso en la subida y pierden efectividad”.
“Quiero volver con mejores armas para luchar por la victoria absoluta”
Al piloto español no le ha amedrentado la peligrosidad de las 156 curvas del recorrido, aunque ha reconocido que en esas laderas “no hay margen de error si hay una avería mecánica, un fallo de pilotaje es más difícil”.
Su deseo ahora es volver en una próxima edición, pero con “mejores armas” para luchar por la victoria en la general, algo que no ha podido hacer esta vez al enfrentarse a coches con mejores prestaciones y preparados específicamente para esta carrera.
En cuanto al Campeonato del Mundo de Rallies, tras su brillante tercer puesto en Italia, su próxima cita será en Grecia.
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