Para el aficionado medio español al ciclismo, no hay nada como el Tour de Francia. Ni la Vuelta, ni las clásicas, ni un Mundial. Nada. Aunque eso por fin parece ir cambiando, durante décadas la trayectoria de un ciclista de nuestro país la definía su papel en la Grande Boucle. Podrá tener 100 victorias, pero ¿ha ganado el Tour? ¿No? Entonces no será tan tremendamente bueno.
Corredores como Alejandro Valverde, Abraham Olano, Joaquim ‘Purito’ Rodríguez o ciclistas que directamente no son hombres de grandes vueltas como Óscar Freire o Poblet han sido constantemente puestos en entredicho por una única razón: no llegaron de amarillo a París.
El Tour arranca mañana y hará que el ciclismo centre la atención de miles de miradas que hasta ahora no se hayan acercado a él. Y allí estarán de nuevo los nuestros, tratando de dejar el pabellón bien alto o, quién sabe, igual dar la verdadera sorpresa. Y lo cierto es que llegamos en una situación razonablemente buena. Este año tendremos 15 compatriotas en liza en la salida de Florencia, confirmando una senda de crecimiento desde que el ciclismo español “tocase fondo” en 2022 con apenas nueve corredores en la carrera más importante del año.
Pero el dato que sirve para confirmar que estamos ya viendo los brotes verdes es que la media de edad de los ciclistas patrios -29,5 años- es la más baja del último lustro. No en vano, cuatro de ellos son debutantes y siete son menores de 30 años. Es, por fin, la llegada de ese relevo español que apunta a llevarnos de nuevo muy alto, después de una generación que, siendo muy buenos corredores, no ha tenido nunca opciones reales de coronarse.
El gran exponente es Carlos Rodríguez. El joven granadino del Ineos-Grenadier es, a día de hoy, la mejor baza española para lograr un puesto en el podio final. Llega con varias victorias de relumbrón como la general de Romandía y etapas en País Vasco y Dauphiné. Un palmarés que te firma la mayoría de los ciclistas del pelotón para toda su trayectoria. ¿El problema? Que probablemente tenga el enemigo dentro. Le acompaña una escuadra fuerte, con Egan Bernal y un Tom Pidcock con el que hará una jefatura bicéfala, y que a la menor ocasión será el favorito de su equipo.
En condiciones normales, Juan Ayuso (UAE Emirates) sería nuestra otra gran alternativa. El pequeño problema es que hay un tal Tadej Pogaçar compartiendo equipo con él y, claro, le va a tocar remar para que su compañero busque el doblete tras arrasar en el Giro. En otro caso, probablemente habríamos visto una lucha a brazo partido entre Ayuso y Rodríguez por hacerse con el maillot blanco de mejor joven del Tour… con permiso de Remco Evenepoel.
Por seguir con la parte joven de la expedición, el resto son gregarios y debutantes. Cristian Rodríguez (Arkéa-B&B Hotels) tendrá libertad para buscar fugas, igual que harán en Alex Aranburu y Oier Lazkano en Movistar. Por su parte, Javi Romo estará consagrado a labores de equipo mientras va probando hasta dónde es capaz de llegar. También en el Arkéa tomará parte un jovencísimo Raúl García Pierna -hijo del ex corredor Félix García Casas- que ha sido de las últimas sorpresas agradables en unirse a la fiesta francesa.
Veteranos
Entre los que ya están más cutidos sobresale el nombre de Enric Mas (Movistar). El balear vuelve, otra vez, a por un podio que hasta el momento le ha quedado fuera de sus posibilidades. Este año ha decidido competir menos para que no le pese el paso de los días. Esperemos, al menos, que pueda dar su mejor versión tras un aciago 2023 en el que se fue a casa en la primera etapa por caída.
No olvidemos tampoco la figura de Pello Bilbao (Bahrain Victorius), que defiende el sexto puesto del año pasado. Mientras, Mikel Landa será escudero de lujo de Evenepoel en el Soudal-QuickStep, como lo serán también Carlos Verona (Lidl-Trek) y Marc Soler (UAE Emirates).
Mención especial merece un Jonathan Castroviejo que inicia su décimo Tour, y probablemente el último. El vasco del Ineos-Grenadier, gregario de lujo que acompañó a Egan Bernal y Geraint Thomas en sus ya lejanas victorias.Cierran la nómina, por parte del Cofidis, otros dos veteranos de calidad como Ion Izagirre y Jesús Herrada, que también tendrán su espacio de protagonismo en forma de fugas. En definitiva, una nómina de mucha calidad, un gran aspirante, muchos ciclistas de clase media-alta y un buen ramillete de ciclistas jóvenes que han llegado para quedarse. El relevo está aquí, y no nos vamos a aburrir.
