Florencia, su flor de Lis, acuna la idea del Renacimiento, la luz, el arte, la proporción, el avance, la civilización. El Tour de Francia 2024 se alumbra en la ciudad de los Medici, la de la Academia, donde anida El David de Miguel Ángel, la escultura perfecta. Un equilibrio de fortaleza, equilibrio y belleza que 176 guerreros intentarán plasmar sobre la bicicleta para tocar la gloria en Niza, el final obligado esta edición por los Juegos Olímpicos en París.
La contienda va a ser al máximo nivel con lo mejor y más potente del pelotón en liza. Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard, Primoz Roglic, Remco Evenepoel, Wout van Aert y Mathieu Van der Poel, el Big Six del ciclismo bajará a la arena para batirse a lo largo 3.492 kilómetros y 52.230 extenuantes metros de desnivel acumulado, atravesando cuatro países: Italia, San Marino, Francia y Mónaco. No se puede tener mejor participación. Están todos los que deben estar en busca de la carrera por etapas más prestigiosa del calendario.
Esperan dos contrarrelojes, la travesía de cuatro macizos (Apeninos y los Alpes italianos, los franceses, el Macizo Central y los Pirineos) con siete etapas de montaña y cuatro llegadas en alto. También se incluye una jornada con 14 tramos de sterrato por primera vez.
Los Alpes volverán a ser visitados en la decimonovena jornada, con Embrun e Isola 2000. El tránsito por los Pirineos se cubrirá en dos jornadas, la primera con visitas al Tourmalet, Ancizan y Saint Lary-Soulan; en la segunda se ascienden Peyresourde y Plateau de Beille o la mítica La Bonette que surge como puerto de paso en la etapa 19.
Cita con la leyenda
Un total de 31 días de competición acumula Tadej Poagacar en los que ha ganado Strade Bianche, Volta a Catalunya, Lieja-Bastoña-Lieja y canibalizó su primer Giro con seis triunfos de etapa. Ahora, 33 días después de Roma ha anunciado que “nunca” se ha sentido “tan bien sobre la bici”.
Pogacar contará con el equipo más potente y ambicioso de su carrera, el “Real Madrid del Tour”, como djio ayer Evenepoel. Tres gallos como Yates, Almeida y Juan Ayuso; y cuatro excelsos gregarios como son Marc Soler, Nils Politt, Pavel Sivakov y Tim Wellens van a estar a sus órdenes para volver a reinar de amarillo tres años después.
Incógnita danesa
El Tour parecía acabado para Vingegaard desde el pasado 4 de abril, cuando se destrozó en una fea caída en el descenso de Olaeta. Ingresado durante 12 días (UCI incluida) en el Hospital Universitario Araba-Txagorritxu tras la fractura de la clavícula derecha, varias costillas y sufrir un neumotórax que encendió las alarmas en su equipo y los médicos. “Estar en el Tour ya es una victoria”, dijo ayer en la presentación de la carrera.
Un mes después se volvió a subir a la Cervelo y llega tras completar una concentración en altura en Tignes. Los expertos dicen que está descartado para casi todo, pero la realidad es que en el pelotón nadie se fía del vigente campeón al que el Covid ha privado de su gran escudero, Sepp Kuss.
España conoce el camino
Quince ciclistas españoles se encuentran en Florencia. Emerge la figura del líder de Ineos, Carlos Rodríguez, triunfador en Morzine y quinto en la general, que quiere mejorar sus primeros registros, más asentado en una estructura británica que sigue buscando el camino a seguir.
Juan Ayuso se estrena en el Tour a las órdenes de Pogacar y con la certeza de que tendrá su oportunidad para cumplir su sueño de ganar en la mejor carrera del mundo. El contexto para el catalán no puede ser mejor y la ambición del equipo es máxima.
Movistar Team, el único equipo español en liza, llega animado con la esperanza de volver a ganar y con Enric Mas atrapado en la búsqueda de una gran general. Muchas ilusiones de salida en el mejor Tour del milenio, una edición inmejorable desde todos los puntos de vista.
