De la sanción a Federer al mono ‘ilegal’ de Bouchard: Wimbledon y sus estrictas normas de vestuario – MUNDO DEPORTIVO
El próximo lunes arranca en Londres una nueva edición de Wimbledon, el torneo con más historia del tenis mundial… y también el más especial en cuanto o tradiciones y normas.
El selecto All England Club siempre ha tenido una política muy estricta en cuanto a la vestimenta, obligando a los jugadores a vestir de blanco bajo amenaza de multa.
Bien lo sabe Marc López, que en 2014 fue advertido por la jueza de silla de que debía cambiarse de calzoncillos porque eran demasiado oscuros y se transparentaban sobre el blanco del pantalón.
Consiguió jugar su partido de dobles con Marcel Granollers sin necesidad de volver al vestuario, a cambio de no volver e repetir el error. No tuvo tanta suerte, por ejemplo, el húngaro Zsombor Piros, que tuvo que ir a por una ropa interior diferente. No ha sido el único.
El mismísimo Roger Federer fue amonestado en el torneo de 2013 porque su calzado blanco tenía una franja naranja fluorescente en las suelas, y Genie Bouchard fue multada en 2018 cuando se le vio fugazmente un tirante negro de su sujetador bajo el top blanco que vestía en la pista.
Detalle de la zapatilla de Roger Federer en Wimbledon 2013
Un año después, la canadiense llamó especialmente la atención cuando decidió entrenar los días previo con un ajustado mono de color negro, una indumentaria totalmente ilegal que, lógicamente, no pudo utilizar durante el torneo.
Bouchard entrenó con una ajustado mono negro
Tampoco pudo jugar con la indumentaria deseada en 2023 Camila Giorgi. La italiana planeaba jugar con un conjunto de la marca de moda de su madre, llamada Giomila (la marca, no la madre), compuesto por un ajustado short y un top con encaje que enseñó orgullosa a sus seguidores a través de sus redes sociales.
Camila Giorgi
Finalmente optó por jugar con un atuendo más clásico para evitar problemas.
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Sin embargo, en los últimos años el selecto All England Club se ha tenido que ir adaptando a la nueva era del tenis profesional, cada vez más competitivo y con el dinero como motor principal. Aceptó construir techos retráctiles en dos de sus estadios, porque los derechos de televisión millonarios así lo exigían.
Ha mejorado toda su instalación beneficiando a todos los estamentos del deporte. Incluso dio su brazo a torcer y respeta los rankings mundiales ATP y WTA, cuando antaño hacía a su antojo la lista de cabezas de series. Era un evento a dedo.
Para no quedarse atrás respecto a los otros Grand Slams, no perder su lugar de privilegio en el mundo del deporte, Wimbledon continúa flexibilizando su normativa. Por ejemplo, ya se juega en los domingos del torneo. Primero se aceptó incluir el domingo de la final, recientemente se abolió el descanso dominical de la semana inicial.
También en 2023 ha estrenado una novedad relevante. Fueron muchos años de presión del tenis femenino, incluso hubo manifestaciones públicas en el club durante la pasada edición reclamando el cambio.
En noviembre de 2022 llegó el anuncio oficial de Wimbledon: “El Comité tomó la decisión de actualizar la regla tras las conversaciones con la WTA (rige el circuito profesional femenino), los fabricantes de ropa y los equipos médicos sobre la mejor manera de apoyar a mujeres y niñas que compiten”.
El blanco impoluto de arriba a abajo ha acabado. “Esperamos que este ajuste de la norma ayude a las jugadoras a concentrarse únicamente en su desempeño al aliviar una fuente potencial de ansiedad”, significó Sally Bolton, directora ejecutiva del All England Club.
Las mujeres pueden usar ropa interior o culottes de color oscuro desde 2023. “Va a ser un gran alivio, era estresante”, manifestó la estadounidense Coco Gauff recordando las complicaciones de afrontar el período menstrual teniendo que vestir un blanco inmaculado.
La campeona olímpica Mónica Puig había elevado la voz años atrás subrayando ese factor “estresante” de convivir con la regla y el blanco que imponía Wimbledon.
