El techno que se siente libre en Izarra con Harrikada Festibala – Noticias de Alava

Así sucederá durante esas tres jornadas de la mano de un certamen queer y feminista que se llevará a cabo en el parque Ostuño, estando ya los pases disponibles. La intención es unir a artistas locales –como Ander Arce y Celia Carrera– e internacionales –como la francesa Tauceti y la ucraniana Nastia– en una iniciativa que se compondrá de sesiones y conciertos, pero no solo, puesto que también se propondrán otras actividades culturales.

“Queremos buscar también ese acercamiento a personas y ámbitos igual no tan familiarizados con lo que son las discotecas o los clubes de música electrónica” y proponer un festival donde el techno sea protagonista, sin perder de vista la otra gran razón de la existencia del colectivo Harrika, es decir, la creación de espacios seguros para todo tipo de personas, ya sean artistas o público. 

Sentirse en calma

“A mí me gusta viajar mucho y descubrir las distintas escenas. Cuando sales a otros países te das cuenta de que aquí, por ejemplo, se nota que todavía nos queda mucho en lo que trabajar porque sigue habiendo conductas que –y no solo se dan en la escena electrónica sino en todas en general– hacen que no sientas que estás en un espacio seguro si tienes un cuerpo no normativo o perteneces al colectivo LGTBI, por ejemplo”, apunta Laura Elordui. 

“No sientes que puedes estar en calma por completo, sin estar pendiente de si alguien puede invadir tu espacio o hacerte sentirte incómoda. De ahí nace la idea de acercar a Euskal Herria esas otras escenas”, recuerda en torno al trabajo que lleva más de dos años desarrollando el colectivo Harrika. “Igual al principio, la gente que venía a nuestras fiestas no era consciente de algunas situaciones, pero cuando vivía una sesión nuestra se daba cuenta al instante de las diferencias que existen con una sesión habitual”, de ese trabajo explícito que se hace por establecer entornos seguros. 

Como artista, apunta que “como pincho con Gillen digamos que tengo ese comodín”. Aún así, se producen situaciones que dejan claro que, todavía, en el ámbito estatal la música electrónica ha sido y es “cosa de hombres”. Por ejemplo, “a la hora de tratar con los técnicos de sonido, casi siempre se dirigen a él”. Además, “hay reacciones que sabes que no son iguales si la que se queja del sonido es una mujer o un hombre”. 

Algo “disfrutable”

Para cambiar ese escenario ahí está la labor de Harrika y la celebración de este certamen. Un certamen para el que Eteranal está preparando una sesión que siga el camino del dúo. “Somos muy fieles a lo que ha sido el techno de los inicios. Siempre apostamos por un techno no muy rápido tampoco. Para el festival, nuestra idea es hacer algo con percusión, algo disfrutable en un espacio abierto, que no afecte a la fauna del lugar, que no sea algo escandaloso”. 

Será en una cita especial, más allá de que ambos están ya más que acostumbrados a pinchar a cuatro manos. “No es difícil. El truco está en saber que no tienes que ocupar todo el espacio como si estuvieras sola o solo. Nos apoyamos porque cuatro oídos hacen más que dos”. Así lo explica una artista que, en realidad, reconoce que hasta hace no tanto la música electrónica no formaba parte de su vida. “Pero hace unos cuatro o cinco años estuve en Berlín, en un club muy histórico. Y ahí descubrí algo que no conocía. Salí encandilada”. Se inició ahí un camino que dentro de un mes pasa por Izarra.