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La segunda vida de Teresa Fernández-Valdés, la creadora más poderosa del entretenimiento en España: “Quiero mujeres que sean canallas”


En su perfil de Instagram, Teresa Fernández-Valdés se describe de la siguiente manera: “Productora y meiga”. No engaña a nadie ni está haciendo ningún conjuro. Esta mujer es una de las productoras más importantes de nuestro país y, sí, también tiene un poquito de bruja.

Detrás del nombre y del talento de Teresa Fernández-Valdés están algunas de las ficciones que han marcado las dos últimas décadas en España: Velvet, Las chicas del cable, Fariña, Nacho…Y es que de la cabecita de Teresa, junto a la de Ramón Campos y las de todo el equipo de Bambú Producciones (la productora que ella creó junto a Campos), han salido muchas de las series y películas que han transformado el concepto de creador y del entretenimiento en España.

Ahora, Fernández-Valdés emprende su camino en solitario. La considerada como una de los cinco creadores más importantes de Europa, medalla de honor de la feria de televisión de Cannes, la primera mujer en formar parte del jurado del Festival de Televisión de Montecarlo y una de las 20 mujeres más poderosas de la industria del entretenimiento, según la prestigiosa revista Hollywood Reporter, se ha embarcado en crear desde cero su propia productora, Te espero en Marte. ¿La razón? “Necesitaba rock & roll”.

Charlar con esta mujer es la muestra de que con “suerte”, con “talento” y con mucho, muchísima positividad se puede alcanzar cualquier sueño. En un mundo como el del entretenimiento, donde las mujeres todavía brillan por su ausencia o no se les da la voz que se les corresponden y merecen, Teresa Fernández-Valdés reconoce que nunca ha tenido que mantener una batalla de géneros, porque nunca ha estado pendiente de ello.

“Hay algo que por defecto nos acompaña a muchas mujeres, que es que la mujer no se cree aún lo que es y de lo que es capaz”

Tal vez, porque de lo que siempre ha estado pendiente es de crear, de entretener y de hacer que con sus ficciones la cabeza del espectador despertara del letargo del aburrimiento. “Hay algo que por defecto nos acompaña a muchas mujeres, que es que la mujer no se cree aún lo que es y de lo que es capaz. Yo siempre he tenido mucha cara he ido siempre a por todas porque en mi cabeza no cabía sentirme incómoda en un mundo de hombres. Siempre me han tratado con respeto, pero es verdad que yo siempre he ido a por todas. Mira, si alguna vez un tipo me hablaba fuera de tono nunca lo asociaba a que fuera hombre sino a la persona, porque gente cretina la hay de ambos sexos”, confiesa.

Y con esa premisa se embarcó en proyectos que nunca se vincularían con una mujer. Ahí está Nacho, la serie sobre la vida de Nacho Vidal, pero sobre todo y por encima de todo, sobre el mundo de la pornografía. Ahí está Fariña, la serie que marcó un antes y un después en las ficciones de acción y sobre narcotráfico en España. Y ahí tantas y tantas otras. Y es que en la cabeza de Teresa Fernández-Valdés una serie o una película hable de amor, sea una comedia, un thriller, un drama o el mismísimo terror, tiene que contar algo más. Y ahora ella quiere contar mucho más, quiere ir más allá.

¿Pesa mucho ser una de las creadoras más importantes del mundo?
Nadie que de alguna manera sea reconocido en su trabajo y a la vez sea una persona comprometida, esté pendiente de eso. El hecho de que le dediques tiempo provoca situaciones especiales y esa dedicación provoca que el mercado te reconozca. Todos estos destacados -mujer más influyente y poderosa de España por la revista Forbes o una de las 500 españolas más influyentes del país por la revista Yo Dona– es una manera de decirte que lo estás haciendo bien. Yo no me lo tomo como algo para relajarme, es simplemente que estoy aportando algo al mercado del entretenimiento. Lo interesante es que a través de tu serie puedas enviar un mensaje, poner temas candentes sobre la mesa, ir a lugares donde la realidad es muy distante a la tuya… Esa es mi responsabilidad, con o sin premios.

Cuando Teresa era niña le encantaba crear. Cogía aquellas cámaras compactas que ahora suenan a la Prehistoria y, confiesa, le encantaba hacer películas, obras de teatro, “hacer show”. “Yo era una mujer de espectáculo”, asegura a Yo Dona. Sin embargo, terminó el instituto y decidió estudiar Periodismo. Al principio le gustaba eso de cubrir noticias, pero Galicia se le empezaba a quedar pequeña para tanto talento. Se empezó a desencantar y antes de acabar haciendo algo con lo que no se iba a sentir plena viró el timón de su vida: “Veía que me estaba apagando, así que me surgió la posibilidad de hacer un máster en Gestión Audiovisual. La gente me preguntaba que qué era eso, pero yo encontré mi vocación. Todo lo que fuera crear mundos y personajes me fascinaba“. Le sigue fascinando, tanto que a sus 44 años ha vuelto a cambiar el rumbo de su barco.

¿Por qué este cambio ahora cuando con Bambú Producciones tenías el presente y el futuro asegurado?
Uno empieza su carrera de una forma y cuando te haces mayor, te apetece rock & roll. Cuando sientes que dominas un género y que ya lo tienes controlado, te apetece retarte, y eso es lo que me ha pasado a mí.
Con Nacho ya tuviste mucho rock & roll…
El tema del porno es un tema muy controvertido y cuando nos pidieron crear algo muy descarado y arriesgado, surgió la oportunidad. Pero yo no quería convertir a Nacho Vidal en una víctima ni tampoco mostrar el porno desde lo oscuro, yo quería entender qué pasó por esas cabezas en los años 90, sobre todo en las cabezas de esas mujeres que decidieron que en lugar de seguir el modelo femenino impuesto en aquellos años, rompieron la baraja y se dedicaron al porno. No era tanto la cuestión sexual sin la revolución sexual de esas mujeres.
Es inevitable que siga preguntándote por Nacho porque fue una ficción que nadie hubiera dicho que la creó una mujer, ¿no te parece?
Lo que me encanta es poder contar historias con las que aprender. Con Nacho aprendí mucho, pero también me preocupaba mucho el consumo del porno y la explotación sexual. Nos quejamos del consumo de porno de los adolescentes, pero no educamos. Lo demonizamos. Tenemos la responsabilidad de hacerle entender a nuestros hijos que Superman no vuela y que Nacho Vidal es ficción.

“No es que yo dirija a nadie sobre qué pensar, es abrir la mente para que esa persona saque sus propias conclusiones”

Y eso en Nacho ocurre..
A mí me encanta poder hablar de muchas cosas. Cada tema que eliges o cada serie, aunque tenga un empaquetado curioso, bonito, tiene en el fondo historias muy comprometidas. Se pueden tratar los temas escribiendo un libro, un reportaje o haciendo series. Es oportuno pasarlo muy bien cuando ves una ficción, pero también poder reflexionar. Cuando tú veías Nacho o cualquier otra de mis series mi objetivo era que quien la viera pensara. No es que yo dirija a nadie sobre qué pensar, es abrir la mente para que esa persona saque sus propias conclusiones.

Como ocurrió con Nacho, ahora lo que quiere Teresa Fernández-Valdés con su nueva productora es precisamente eso -“ahora tengo otros intereses y ahora mis historias van a tener otros colores”-. Aunque no puede revelar mucho porque, digamos, Te espero en Marte está rompiendo el cascarón, esta productora ya tiene muchas cositas en su cabeza. Nos desvela, sin dar muchos detalles, -“ya habrá tiempo a partir de septiembre”- que se ha hecho con los derechos de un cómic, “que plantea una situación interesante sobre el paso del tiempo”. Tendrá comedia negra y hablará de un supuesto mundo en el que hay mujeres de distintas generaciones, y de cómo nos relacionamos.

¿Y cómo nos relacionamos las mujeres?
Lo más importante es cómo nos relacionamos las mujeres con nosotras mismas. Muchas veces me digo a mí misma: ‘Teresa no te metas tanta presión’. Hablamos del patriarcado, pero somos nosotras las que nos auto exigimos muchísimo. No es que no sepamos relacionarnos entre nosotras, es que no sabemos relacionarnos con nosotras mismas. Mira, me encanta levantarme cada mañana y decirme lo buena que soy, acostarme y seguir pensándolo. Nos castigamos mucho y viajamos mucho con la culpa. Hay que disfrutar de uno mismo.

“Quiero hacer un contenido atractivo para todos, hombres y mujeres, para que llegue a donde tiene que llegar. No es una guerra de sexos, es mi manera de afrontar la vida”

El viaje que ha emprendido Teresa Fernández-Valdés es un viaje de exigencia, pero sobre todo de seguir haciendo lo que adora. Como ya le pasó cuando ejerció como periodista, ahora necesitaba aún más. “Necesito contar otras historias que estén en sintonía con mi situación vital”, nos dice con respecto a su salida de Bambú Producciones y su nueva productora. “Ahora tengo otro discurso y me apetece jugársela un poquito más. Hablar de los problemas de las mujeres de mi edad o compartir las realidades de gente joven y gente adulta, pero sin hacer un contenido que sea solo para ellas. Quiero hacer un contenido atractivo para todos, hombres y mujeres, para que llegue a donde tiene que llegar. No es una guerra de sexos, es mi manera de afrontar la vida. Quiero crear historias de mujeres que sean canallas“, añade con entusiasmo.

¿Qué le falta a la industria del entretenimiento en España?
Nos falta dinero (Ríe). Nos comparan muchas veces con el mercado americano, pero lo único que nos falta es dinero porque el talento que tenemos es infinito. Ahora, con las plataformas, el mercado americano ha ido mirando hacia aquí, pero nos falta ambición, contar historias más grandes. Lo que necesitamos es poder conectar con el público y ahí es muy importante saber qué es lo que tiene interés, pero con cuidado porque la gente quiere evadirse y la clave es combinar las dos cosas: entretenimiento y lo que importa.
¿No hay días en los que te levantas y dices ‘madre mía, qué grande es todo esto’?
Eso no lo digo jamás, pero sí soy muy celebrona. Me gusta una visita, una llamada, celebro todo. Me ponen una cerveza en la mesa y siempre brindo. He trabajado infinito, pero con toda la ilusión. A mí lo que me entristece es no haber llegado a un objetivo porque no lo he dado todo. Si me dejo la piel, claro que duele, pero no soy nada victimista. Construimos más desde la acción y la reacción que desde darnos pena a nosotros mismos.
¿También algo de suerte?
La suerte es estar despierto y darte cuenta de las cosas que pasan y te pueden favorecer. En la vida la gente va por un camino que ya dibuja y no se abre a lo que está pasando a su alrededor. Yo vengo ahora de estar en el jurado del Festival de Montecarlo y he estado con gente interesantísima y escuchado muchísimo. ¿Sabes qué pasa? Que hay veces que no escuchamos y hay que hacerlo.





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Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

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