Los Celtics apuestan por renovaciones millonarias para revalidar su corona en la NBA – Mundiario
El lunes 1 de julio fue un día de intensa actividad en Boston, con anuncios que sacuden los cimientos financieros y deportivos de los Celtics. En un lapso de apenas seis horas, la franquicia ha revelado una serie de movimientos significativos que redefinirán su futuro inmediato en la NBA.
El primero en la lista es Derrick White, cuya extensión de contrato por cerca de $130 millones destaca como un compromiso de confianza a largo plazo por parte de la gerencia. Esta decisión se enmarca dentro de una estrategia más amplia de renovación y consolidación del equipo, liderada por el gerente Brad Stevens, recientemente galardonado como el mejor ejecutivo del año en la liga.
Sin embargo, el verdadero golpe de efecto llegó con el anuncio estelar de Jayson Tatum, quien firmará un supermax histórico por $313,9 millones a lo largo de cinco años. Este acuerdo no solo marca un hito en la historia financiera de la NBA, sino que también posiciona a Tatum como el primer jugador en superar la barrera de los $70 millones en una sola temporada, específicamente en el año 2030, cuando embolsará más de $71 millones.
El contrato de Tatum incluye una opción de jugador que le permite explorar nuevas oportunidades antes de finalizar el acuerdo, una flexibilidad que se ha convertido en estándar en contratos de máximos como el suyo.
La extensión de Tatum se suma a una serie de movimientos estratégicos de los Celtics en el último año, que incluyen las renovaciones de Jrue Holiday, Kristaps Porzingis y Jaylen Brown, este último también firmando un supermax. Con Brown y Tatum asegurados con los máximos contratos posibles, Boston se convierte en la primera franquicia en la historia de la NBA en tener una pareja de compañeros de equipo con este nivel de compromiso financiero.
A pesar de estas inversiones millonarias, los Celtics enfrentan desafíos financieros considerables. La nómina del equipo, que ya era una de las más costosas, alcanza cifras récord con los $198 millones que suman solo los salarios de los titulares clave. Esta cifra no incluye los contratos futuros de jugadores como Payton Pritchard ni las próximas selecciones del draft, sin mencionar las posibles adquisiciones de agentes libres como Al Horford o Sam Hauser, figuras cruciales en los planes de éxito de la franquicia.
El aumento progresivo en los gastos del equipo también se refleja en las multas por el impuesto de lujo, que podrían ascender a casi $250 millones en la próxima temporada, un récord en la NBA. Este incremento, junto con las regulaciones recientes sobre la repetición en el pago de multas, subraya los desafíos financieros que enfrentan los Celtics en su camino hacia la competitividad sostenida en la liga.
Con estos movimientos audaces, Boston no solo busca fortalecer su roster para competir al más alto nivel, sino también establecer nuevos estándares en términos de compromiso financiero y gestión deportiva en la NBA. @mundiario
