Muere el guionista Robert Towne galardonado con el Oscar por âChinatownâ | Entretenimiento
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NUEVA YORK (AP) â Robert Towne, el guionista galardonado del Oscar por âShampooâ, âThe Last Detailâ (âEl último deberâ) y otras pelÃculas aclamadas cuyo trabajo en âChinatownâ (âBarrio Chinoâ) se convirtió en un modelo de esa forma de arte y ayudó a definir el hastiado encanto de su natal Los Ãngeles, murió a los 89 años.
Towne falleció el lunes rodeado de su familia en su casa de Los Ãngeles, dijo la publicista Carri McClure. No se reveló la causa de la muerte.
En una industria donde el trabajo de los guionistas ha dado pie a bromas amargas, Towne tuvo durante un tiempo un prestigio comparable al de los actores y directores con los que trabajó. A través de su amistad con dos de las estrellas más grandes de las décadas de 1960 y 1970, Warren Beatty y Jack Nicholson, escribió o coescribió algunas de las pelÃculas emblemáticas de una época en la que los artistas tenÃan un nivel inusual de control creativo. El raro âautorâ entre los guionistas, Towne logró llevar a la pantalla una visión muy personal e influyente de Los Ãngeles.
âEs una ciudad muy ilusoriaâ, dijo Towne a The Associated Press en una entrevista en 2006. âEs el oeste más occidental de Estados Unidos. Es una especie de lugar de último recurso. Es un lugar donde, en una palabra, la gente va a hacer realidad sus sueños. Y están decepcionados para siempreâ.
Reconocido en Hollywood por su frente alta y su barba poblada, Towne ganó un Premio de la Academia por âChinatownâ y fue nominado otras tres veces, por âThe Last Detailâ, âShampooâ y âGreystrokeâ (âGreystoke: La leyenda de Tarzán, el rey de los monosâ). En 1997, recibió un premio a la trayectoria del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos.
Su éxito llegó después de un largo perÃodo de trabajo en televisión, incluyendo âThe Man from U.N.C.L.Eâ y âThe Lloyd Bridges Showâ, y en pelÃculas de bajo presupuesto para el productor de âBâ Roger Corman. En una historia clásica del mundo del espectáculo, debió su avance en parte a su psiquiatra, a través de quien conoció a Beatty, otro paciente. Mientras Beatty trabajaba en âBonnie and Clydeâ, trajo a Towne para revisar del guion de Robert Benton y David Newman y lo tuvo en el set mientras la pelÃcula se filmaba en Texas.
Las contribuciones de Towne no fueron acreditadas para âBonnie and Clydeâ, la histórica pelÃcula policÃaca estrenada en 1967, y durante años fue uno de los escritores fantasma favoritos. Ayudó en âThe Godfatherâ (âEl Padrinoâ) y âHeaven Can Waitâ (âEl cielo puede esperarâ), entre otras, y se referÃa a sà mismo como un âlanzador de relevo que podÃa entrar por una entrada, no lanzar todo el juegoâ. Pero Towne fue acreditado por su nombre por la machista âThe Last Detailâ de Nicholson y la comedia sexual de Beatty âShampooâ y fue inmortalizado por âChinatownâ, el thriller de 1974 ambientado durante la Gran Depresión.
âChinatownâ fue dirigida por Roman Polanski y protagonizada por Nicholson como J.J. âJakeâ Gittes, un detective privado al que se le pide que siga al esposo de Evelyn Mulwray (interpretada por Faye Dunaway). El marido es ingeniero jefe del Departamento de Agua y EnergÃa de Los Ãngeles y Gittes se encuentra atrapado en una espiral caótica de corrupción y violencia, encarnada por el despiadado padre de Evelyn, Noah Cross (John Huston).
Influido por la ficción de Raymond Chandler, Towne resucitó la amenaza y el estado de ánimo de un clásico del cine negro de Los Ãngeles, pero proyectó la odisea laberÃntica de Gittes a través de un retrato más grandioso e insidioso del sur de California. Las pistas se acumulan en un relato detectivesco atemporal y conducen impotentes a la tragedia, resumida en uno de los diálogos más repetidos de la historia del cine, palabras de sombrÃo fatalismo que un devastado Gittes recibe de su compañero Lawrence Walsh (Joe Mantell): âOlvÃdalo, Jake, es Chinatownâ.
El guion de Towne ha sido un elemento clásico de las clases de escritura cinematográfica desde entonces, aunque también sirve como una lección sobre cómo a menudo se hacen las pelÃculas y sobre los riesgos de acreditar cualquier pelÃcula a un solo punto de vista. ReconocerÃa haber trabajado en estrecha colaboración con Polanski mientras revisaban y ajustaban la historia y discutir ferozmente con el director sobre el desesperado final del filme, un final que Polanski defendió y Towne más tarde estuvo de acuerdo en que era la elección correcta (nadie ha sido acreditado oficialmente por escribir âOlvÃdalo, Jake, es Chinatownâ).
Pero el concepto de la pelÃcula comenzó con Towne, quien habÃa rechazado la oportunidad de adaptar âThe Great Gatsbyâ (âEl gran Gatsbyâ) para la pantalla para poder dedicarse a âChinatownâ, en parte inspirado por un libro publicado en 1946, âSouthern California: An Island on the Landâ de Carey McWilliams.
âHabÃa un capÃtulo llamado âWater, water, waterâ (Agua, agua, agua), que fue una revelación para mÃ. Y pensé: â¿Por qué no hacer una pelÃcula sobre un crimen que está frente a todos?ââ, le dijo a The Hollywood Reporter en 2009.
âEn lugar de un halcón con incrustaciones de joyas, conviértelo en algo tan frecuente como los grifos de agua, y encuentra una conspiración en ello. Y después de leer sobre lo que estaban haciendo, vertiendo agua y matando de hambre a los agricultores de sus tierras, me di cuenta de que las posibilidades visuales y dramáticas eran enormesâ.
La misma historia detrás de âChinatownâ se ha convertido en una especie de trama de detectives, explorada en las memorias del productor Robert Evans, âThe Kid Stays in the Pictureâ; en âEast Riders, Raging Bullsâ de Peter Biskind, una historia del Hollywood de las décadas de 1960 y 1970, y en âThe Big Goodbyeâ de Sam Wasson, un libro dedicado por completo a âChinatownâ.
En âThe Big Goodbyeâ, publicado en 2020, Wasson alegó que Towne recibió mucha ayuda de un escritor fantasma, su excompañero de cuarto en la universidad, Edward Taylor. Según âThe Big Goodbyeâ, para la que Towne se negó a ser entrevistado, Taylor pidió no ser acreditado en la pelÃcula porque su âamistad con Robertâ importaba más.
Wasson también escribió que la famosa frase final de la pelÃcula se originó con un policÃa que le habÃa dicho a Towne que los crÃmenes en Chinatown (el Barrio Chino) rara vez se procesaban.
âRobert Towne dijo una vez que el Chinatown es un estado mentalâ, escribió Wasson. âNo es solo un lugar en el mapa de Los Ãngeles, sino una condición de conciencia total casi indistinguible de la ceguera. Soñar que estás en el paraÃso y despertarte en la oscuridad, eso es Chinatown. Pensar que has resuelto todo y darte cuenta de que estás muerto, eso es Chinatownâ.
Towne tuvo sus propios esfuerzos como director, incluyendo âPersonal Bestâ (âLa mejor marcaâ) y âTequila Sunriseâ, que tuvieron resultados mixtos. âThe Two Jakesâ (âLos dos Jakesâ), la esperada secuela de âChinatownâ, fue una decepción comercial y crÃtica cuando se estrenó en 1990 y llevó a un distanciamiento temporal entre Towne y Nicholson.
Casi al mismo tiempo, aceptó trabajar en una pelÃcula muy alejada de sus aspiraciones artÃsticas de los años 70, la producción de Don Simpson y Jerry Bruckheimer âDays of Thunderâ (âDÃas de truenoâ), protagonizada por Tom Cruise como un piloto de carreras y Robert Duvall como su jefe de equipo.
Towne trabajó más tarde con Cruise en âThe Firmâ (âSin salidaâ) y las dos primeras pelÃculas de âMission: Impossibleâ (âMisión Imposibleâ). Su pelÃcula más reciente fue âAsk the Dustâ (âPregúntale al vientoâ), una historia de Los Ãngeles protagonizada por Colin Farrell y Salma Hayek, escrita y dirigida por Towne, estrenada en 2006. Towne se casó dos veces, la segunda con Luisa Gaule, y tuvo dos hijos.
Su nombre de pila era Robert Bertram Schwartz, nació en Los Ãngeles (su padre cambió el apellido de la familia a Towne). Siempre le habÃa gustado escribir y se inspiró para trabajar en el cine por la proximidad del Teatro Warner Bros. y por la lectura del crÃtico James Agee. Durante un tiempo, Towne trabajó en un barco atunero, una experiencia que lo impactó.
âHe relacionado la pesca con la escritura en mi mente, al grado de que cada guion es como un viaje que estás haciendo y en el que estás pescandoâ, dijo a la Asociación del Sindicato de Guionistas en 2013. âA veces ambos implican un acto de fe… A veces es sólo la fe lo que te sostiene, porque piensas: âMaldita sea, nada, ni un bocado hoy. No pasa nadaââ.
El periodista de The Associated Press Jake Coyle contribuyó a este despacho.
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