“Vamos a hacer todo lo que podamos para que el rock’n’roll no se muera” – Diario de Noticias de Navarra

–Aarón. Todo viene de mis inquietudes musicales, desde crío. Llevo escribiendo canciones desde que tenía 10 o 12 años, se las enseñaba todas al actual batería del grupo (Asier González), que éramos amigos, y las hacíamos entre los dos, él con un cajón y yo con la guitarra acústica. Un día fuimos a ver a Marea, que estaba grabando un vídeo clip al lado de unos locales de ensayo, y allí estaban tocando Alain García, bajista, y Aimar Goikoa, guitarra. Eran colegas nuestros, pero no sabíamos ni que tocaban. Con el tiempo, se nos ocurrió montar un grupo. Nos faltaba un guitarrista rítmico; lo fácil hubiese sido coger a algún músico de Pamplona, pero preferí hacerlo entre amigos, así que le regalé una guitarra a Asier Cuiral, aquí presente. No le di opciones, le dije que tenía que tocar en la banda. No había tocado nunca antes… 

¿Tenía al menos inquietudes musicales?

–Asier: Sí, pero no me había planteado aprender a tocar un instrumento. Aarón estaba tan encabezonado que acepté.

¿Cuando se formó el grupo ya estaban las canciones compuestas?

–Aarón. Sí. Teníamos un montón, igual quince. Pero cuando nos empezamos a juntar tiramos algunas, otras las transformamos…

El nombre del grupo, Linaje, se puede entender de dos maneras. Por un lado, la banda sigue el linaje y la estirpe del rock’n’roll.

–Aarón. Claro, desde siempre hemos ido contra las modas musicales. Defendemos el rock’n’roll ante todo. Vamos a hacer todo lo que podamos para que el rock’n’roll no se muera.

Por otro lado, está el linaje familiar. Aarón es hijo de Kutxi (Marea) y sobrino de Martín (Bocanada). ¿Eso le supone algún tipo de presión?

–Aarón. Yo he crecido en familia de artistas: mi abuela, mi padre, mi tío… Estoy orgulloso de seguir esa tradición. No siento presión. Lo hemos tenido tan cercano y tan natural… Yo creo que hemos tenido suerte, porque ni Marea ni Bocanada van de super estrellas, al contrario, son gente normal, totalmente accesible. No tengo ninguna presión. Al contrario: cuando acabamos una canción, Kutxi se pasa a escucharla, nos dice si le gusta… Nosotros también vamos a sus grabaciones, a la del Piñas… Todo es muy natural.

Han dicho que el grupo trabaja sobre canciones de Aarón. ¿El resto de la banda interviene en el proceso creativo?

–Asier. La base, lo que es la melodía y la letra, la hace Aarón, pero cuando nos juntamos a ensayar aportamos todos: los arreglos, los solos…

–Aarón. Sí. Es que tampoco es que yo lleve la base, sino que los demás nunca se han puesto a componer, por eso me encargo yo. Bueno, el batería también compone. Normalmente les enseño lo que tengo y lo trabajamos.

Antes de publicar ninguna canción, Linaje ha hecho varios conciertos y ha llenado las salas. ¿Cómo ha sido la experiencia?

–Asier. Ha ido súper bien, estamos encantados. Empezamos en Berriozar y fue genial, pero pensábamos que era porque habíamos tocado en casa y contábamos con el apoyo de nuestra gente. Cuando empezamos a salir fuera, vimos que la gente también estaba volcada. En Madrid, por ejemplo, llenamos la sala, fue increíble. 

–Aarón. Sí, alrededor de doscientas personas, y en fechas muy difíciles. Tocamos el 30 de diciembre.

–Asier. Mucha gente se había ido de vacaciones… Recuerdo que salí de la sala antes del concierto y había una cola de gente en la calle, esperando para entrar. Me quedé… ¿Todas estas personas vienen a vernos a nosotros? 

–Aarón. De hecho, hemos dejado de hacer conciertos un poco por vergüenza. Estamos muy agradecidos, pero la gente se ha gastado el dinero en pagar una entrada y queremos hacer las cosas bien, grabar el disco y luego ya, salir a tocar. Si fuese por nosotros, tocaríamos todos los fines de semana. 

¿Cómo organizaron los repertorios? ¿Temas propios, versiones…?

–Aarón. Hacíamos todo temas propios, salvo una versión de Los Suaves. Tocábamos las canciones que van a ir en el disco. El otro día, en Vitoria, la gente ya las cantaba, y eso que el disco no ha salido, pero claro, como cuelgan vídeos en las redes sociales, algunos ya se habían aprendido las letras. Nos impactó mucho. En Madrid, lo mismo. No sé qué vendrá después, pero va a ser muy difícil superar estas sensaciones. 

Ahora lanzan la primera canción, ‘A remojo‘. El tema empieza tranquilo, luego acelera, hay un saxo… Toca distintos estilos.

–Aarón. Es la canción más rara de todo el disco, por eso la hemos elegido. Las demás también nos gustan. Al final, si tienes diez canciones y no sabes cuál es el single, igual es que cualquiera puede ser single. En este caso, Alen (Ayerdi), el jefe de El Dromedario Records y batería de Marea, vino a un ensayo y lo vio clarísimo, le pareció muy bonita. 

¿Cuando dice que es la más rara se refiere a que apunta en varias direcciones?

–Aarón. Sí, es más abierta. Puede gustar a un fan de La Oreja de Van Gogh, por ejemplo. Otras, en cambio, seguro que no le gustarían.

La letra tiene un fuerte tono poético, de hecho al final recita unos versos.

–Aarón. Sí, en esa canción se ven nuestras influencias de Extremoduro, de Barricada… He crecido con eso, también con la literatura. Extremoduro metía saxos y vientos en las canciones, recitaba… Viene de ahí.

¿Cómo está el resto de canciones? ¿Tienen terminado el repertorio? ¿Está grabado ya?

–Asier. Tenemos las canciones terminadas, pero no las hemos grabado todavía. En cuanto podamos, entraremos al estudio.

–Aarón. Grabamos en los estudios R5, con Kolibrí a los mandos. Ahora está grabando Malaputa, el grupo del Piñas, y en cuanto terminen, entramos nosotros. No manejamos fechas concretas, nos gustaría que el disco saliese a finales de año.

Ahora que menciona el disco, es un hecho que la gente joven apenas escucha discos completos, sino canciones sueltas, listas de reproducción… ¿Para Linaje tiene sentido el disco como obra total?

–Aarón. Sí, totalmente. Incluso como formato físico, también. Sacar singles está bien, pero el disco es el disco. Ahí puedes contar una historia completa. Nuestro disco se va a llamar Desataron a los perros y tiene diez canciones que hablan de lo que vive un chaval de 18 años: de rabia, de amor, de ganas de llevar el rock’n’roll adelante. El disco es muy rockero.

Por cierto, ¿se sintieron cómodos la primera vez que entraron al estudio?

–Asier. Nos lo pasamos pipa. Sufrí mucho, porque cuesta, pero aprendí un montón. Kolibrí nos ha ayudado en todo.

Otro tópico con el que ustedes rompen: a los jóvenes no les interesa el rock’n’roll.

–Aarón. Es así, no podemos hacer nada. En los ochenta el menaje reivindicativo lo tenía el rock y ahora los jóvenes buscan ese mensaje en otras músicas. Nosotros intentamos tirar para adelante. De todas formas, creo que en Navarra hay bastante cantera, hay muchos grupos y muchos conciertos. 

¿Y de qué edad es el público que ha ido a sus conciertos?

–Aarón. Hay dos grupos. De 16 a 19, y luego ya de 40 para arriba. Se ven pocos treintañeros.

¿Ustedes qué edades tienen?

–Asier. Somos todos del 2005. Tenemos 18, alguno ha cumplido ya los 19.

¿Qué expectativas manejan? Si volviésemos a hablar dentro de 10 años, ¿qué les gustaría contarme?

–Aarón. Dentro de diez años me gustaría poder decir que en 2024 grabé con mis amigos un gran disco de rock’n’roll. ¿Expectativas? Grabar ya, que salga el disco y hacer una gira guapa por las salas.