Mopar te vende un motor V8 6.2 de 717 CV por 18.000 euros – Motor16

Si unes “Mopar”, “V8” y “717 CV” en una frase, seguramente ya sepas que hablamos del motor V8 Hemi Hellcat de 6,2 litros, estrenado en 2015 en los Dodge Challenger y Charger SRT. Posteriormente, el V8 más vigoroso de Stellantis ha encontrado también su hueco bajo el capó de los Dodge Durango SRT Hellcat (2017), Jeep Grand Cherokee Trackhawk (2021) y Ram 1500 TRX (2021), así como en diversos prototipos.

Pero lo que no todo el mundo sabe es que, desde 2017, Mopar lo comercializa como crate engine; es decir: como “motor en una caja”. Así que lo puedes comprar de la misma manera que adquieres un recambio, algo relativamente habitual en EE. UU., donde resulta habitual que los aficionados tengan sus “proyectos de garaje”, en los que invierten sus ratos libres para restaurar y modificar automóviles viejos (frecuentemente muscle cars) con motores “actualizados”.

Así es el motor V8 Hellcat de 717 CV de Mopar

Hablamos de un V8 de la tercera generación de la familia Hemi, que recibe su nombre por las cámaras de combustión hemisféricas que introdujo la primera generación de estos propulsores en un lejano 1951. Hoy el diseño de la cámara de combustión de cualquier motor moderno se “reparte” entre la base del pistón y la culata, pero hace tres cuartos de siglo aún había muchas cosas por mejorar en los motores de combustión.

En cuanto al apodo Hellcat o “Gato del Infierno”, se adoptó en homenaje al caza Grumman F6F Hellcat, un auténtico icono de la aviación norteamericana durante la II Guerra Mundial. En cualquier caso, este 6.2 deriva de un bloque atmosférico de 6,4 litros (con el que comparte el diámetro de sus cilindros) pero su carrera es ligeramente más corta, aunque la principal diferencia se encuentra coronando el espacio que queda entre sus dos culatas.

Y esta “diferencia” no es otra que un gigantesco compresor volumétrico de dos rotores desarrollado en colaboración con IHI que cubica nada menos que 2.380 cm³. Cuenta con intercoolers, produce 0,80 bares de sobre-presión en la admisión y logra que el motor V8 6.2 Hellcat de Mopar desarrolle 717 CV y nada menos que 881 Nm, todo ello con una relación de compresión de 9.5:1.

A pesar de contar con numerosos recursos de alta tecnología, dispone únicamente de dos válvulas por cilindro (lo que al menos le permite instalar dos bujías en cada cámara de combustión para mejorar su eficiencia), ya que un único árbol de levas se encarga de accionar las válvulas de las dos bancadas, un peaje de su diseño original, que data de 2003 y no estaba planteado para lograr altas prestaciones, sino abundante par motor y suavidad.

Mopar V8 Hellcat: Cómpralo desde 16.700 euros

El caso es que si eres un manitas de la mecánica y quieres “esconder” este gigantesco V8 bajo el capó de tu coche (más te vale que sea grande y que el motor vaya instalado en posición longitudinal), Mopar te vende su motor Hellcat completo, con sus 717 CV, desde 17.925 dólares (unos 16.700 euros).

En caso de que no sea suficiente, también te ofrece una versión potenciada hasta los 807 CV (denominada Redeye u Ojo Rojo) a partir de 21.807 dólares (unos 20.300 euros). Y si quieres tener un auténtico drágster, la versión más extrema del V8 6.2 Hellcat ofrece nada menos que 1.000 CV por el módico precio de 29.995 dólares (algo menos de 28.000 euros).

Los motores están disponibles a través de la web norteamericana de Mopar, y nada te impide comprarlos, importarlos, pagar las tasas de aduana y el IVA correspondiente (calcula que tendrás que añadir alrededor de un 40 % al precio original) y ponerte manos a la obra. Legalizar la instalación será, sin duda, una operación tan desafiante como instalar el motor, pero esa es otra historia de la que podemos hablar en otra ocasión.