¿Qué nos jugamos en economía en las elecciones europeas? – INVERTIA
En los mÃtines hablan más de amnistÃa, extrema derecha o conflictos internacionales que de lo que ese parlamento acabará legislando e influyendo en la vida de los europeos. En consecuencia, es conveniente conocer lo que supondrá que triunfen unos u otros.
En el caso de la economÃa hay tres posibles alternativas ideológicas.
1. La de los centristas, que incluye el Partido Popular europeo y el grupo de los socialdemócratas (¿el PSOE?). Hasta ahora han constituido el bloque central de los escaños de Bruselas/Estrasburgo y han sido los que han âdirigidoâ la polÃtica europea en materia económica. En economÃa se podrÃan incluir en este grupo partidos liberales y algunos como los del francés Macron.
2. La de los populistas de izquierda, donde podrÃa estar los españoles Sumar, Podemos y partidos como el BNG y Bildu. ¿ERC? También los correspondientes de los otros paÃses de la UE. Muchos y variados añadiendo entre ellos a los diversos âverdesâ.
3. La de los populistas nacionalistas, donde se puede incluir a VOX, pero también al Frente Nacional de Le Pen o los húngaros de Victor Ãrban. ¿A los Hermanos de Meloni o los polacos del PiS? ¿Alternativa para Alemania AfD? Como se ve, tienen muchos matices según su nacionalidad.
En los mÃtines hablan más de amnistÃa, extrema derecha o conflictos internacionales que de lo que ese parlamento acabará legislando e influyendo en la vida de los europeos
No hay uniformidad, ni en el Parlamento Europeo, ni dentro de las grandes tendencias. Por eso, tampoco es fácil adivinar que pasará cuando lleguen al Parlamento. Aunque en términos generales podemos aventurar que en economÃa:
Los diputados del primer grupo tenderán a mantener la actual polÃtica económica. Son partidarios de la âEconomÃa Social de Mercadoâ, acuñada por los partidos alemanes de este signo después de la Segunda Guerra Mundial. Mantienen el mercado como regulador de la economÃa equilibrando los posibles efectos negativos del capitalismo con los poderes públicos.
Una polÃtica que ha llevado Europa a su actual situación del âEstado del Bienestarâ, sin olvidar la protección del medio ambiente. Es posible que sigan âmutualizandoâ parte de la deuda pública y refuercen los fondos europeos para combatir crisis o ayudar a sectores como la agricultura.
El grupo de los populistas de izquierda-verdes optará por las polÃticas 2030. La economÃa al servicio de esas metas ecológicas y medioambientales y de radicalismo social. Sus posturas económicas son las de intervenir en sectores clave, como la vivienda, el turismo (que a veces tildan de depredador), la energÃa⦠Son partidarios de subir los impuestos a las rentas medias y altas, las empresas y, en particular, la banca, las energéticas y las tecnológicas extranjeras a la vez que aumentar la asistencia social.
Hasta la fecha, los populistas de izquierda-verdes han influido bastante en las polÃticas de los centristas. Aunque el centro ha tenido que recular por razones pragmáticas o electorales. Por ejemplo, en la agricultura, permitiendo algunos tratamientos fitosanitarios o declarando verde la energÃa de las centrales nucleares.
Los populistas nacionalistas quieren recuperar la intervención de los Estados en la economÃa. Son partidarios de polÃticas económicas autárquicas, nacionales y europeas, y la defensa de la producción nacional frente a la competencia externa. Su filosofÃa es de una Europa más encerrada en sà misma que abierta económicamente. Un reflejo de ello es su rechazo a una inmigración que creen descontrolada.
Los populistas nacionalistas quieren recuperar la intervención de los Estados en la economÃa.
Las tres lÃneas comparten la necesidad del âEstado del Bienestarâ, pero con matices.
Lo que nos jugamos en economÃa el 9 de junio es la hegemonÃa de una de estas tres tendencias económicas.
Un artÃculo como este, de tamaño reducido, impide profundizar más. Sin embargo, si el votante es agricultor, trabajador del turismo, industria o comercio, clase media, empresario, profesional liberal… tiene que ser consciente de que su voto influirá en sus circunstancias económicas a través de las âdirectrices europeasâ que legisle el nuevo Parlamento. Por eso harÃa bien en informarse con mayor profundidad.
Luego se puede votar por razones locales. Pero cuando se sufran o se disfruten las consecuencias económicas de la legislación europea habrá que recordar lo que se votó.
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.