CINE EN ELCHE | Del espectador de feria al del móvil
De rudimentarias pero enormes pantallas a las escasas pulgadas de un móvil ha habido una evolución, que el cine ha vivido y sufrido en sus propias carnes. Un progreso tecnológico y arquitectónico que ha rodeado la industria del séptimo arte y que ahora es analizada por el cinéfilo ilicitano José Cámara, arquitecto técnico de profesión. Su exposición durante tres jornadas en el curso de verano de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha resultado toda una experiencia para la quincena de alumnos que han querido conocer mejor cómo ha sido la evolución de la exhibición de películas en la ciudad.
Es curioso atender a un hecho. «Seguimos siendo espectadores de cine después de que hace casi 130 años lo inventaran los hermanos Lumier», apunta el ponente, que también es vicepresidente del Cineclub Luis Buñuel y que en sus clases ha contado no sólo cómo ha evolucionado la tecnología de proyección, sino también cuáles han sido los principales edificios y lugares donde se ha exhibido cine en Elche, así como la influencia de toda la infraestructura en el espectador y en las propias creaciones.
Primeras proyecciones
«De las barracas de feria a los móviles» es el título de este recurso formativo que se ha impartido oline durante los días 25, 26 y 27 de junio, durante 25 horas y de forma gratuita para los interesados. Las primeras proyecciones en la ciudad datan concretamente de 1902. «Tuvo lugar en la Plaça de Baix, donde habitualmente se instalaba la feria de San Andrés», apunta Cámara. De ahí pasó al Teatro Llorente, en la plaza de la Constitución; el Teatro Circo y Kursaal, lo que ahora es el Gran Teatro, señala el ponente.
En el teatro Llorente «se asentó el gran cinematógrafo Picó, que fue el primer proyeccionista autóctono», recuerda Cámara, que resalta «cómo han evolucionado esos edificios. Su evolución fue pareja al avance de la tecnología, del mudo al sonoro, del blanco y negro al color y al cinemascope».
El primer cine como tal fue el Coliseo, en la calle Corredora. Se estableció en 1928. Tres años después apareció el Ideal, «un cine de verano al otro lado del puente, lo que refleja la expansión de la ciudad».
El responsable del curso expone «la buena aceptación que ha tenido el cine en la ciudad desde los primeros tiempos. Fructuós Guilabert, en 1941, escribía que en 1907 Elche era una de las ciudades más activas». Cámara considera que en ello tuvo mucho que ver que «Elche ha sido una zona de industria y el cine tiene mucho que ver con la revolución industrial».
Desaparición de cines
El cinéfilo lamenta la desaparición de cines emblemáticos. «En el Paz ahora hay un solar sin utilizar, el Avenida es ahora un aparcamiento. O el penúltimo caso, el Ideal, al que se une ahora el Capitolio, del que se perderá su huella con las obras del CEU. Una gran pantalla y una arquitectura única que se pierden».
De grandes dimensiones a lo que se estila ahora: ver una película en la pantalla del móvil. Sin duda, ya no es lo mismo. n
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