Pese a que los Knicks son un equipo que está muy enfocado en la intensidad y la defensa, ello no evita que los focos se dirijan a esas piezas que brillan a base de canastas. Ocurre igual que en el resto de equipos. En este caso, son Jalen Brunson y Julius Randle –y no sin merecimiento– quienes suelen coleccionar elogios. Sin embargo, el que manda desde el banquillo, Tom Thibodeau, no puede dejar sin dar su lugar a un Mitchell Robinson cuyo esfuerzo ve clave para los buenos resultados del equipo.
«Algunas de las jugadas que hace son increíbles. Son jugadas en las que siempre pone un gran esfuerzo. A menudo el hace dos, tres o cuatro esfuerzos en la misma jugada. Tiene cuerpos por todas partes. La gente lo sujeta, lo agarra… y él todavía es capaz de llegar y hacerse con la pelota», comenta a los medios.
La realidad es que Robinson está dominando bajo los aros como nunca antes en su carrera. Con sólo 29,7 minutos sobre el parqué, el center se marcha a un promedio de 11,2 rebotes por noche, con diferencia la mejor marca que ha hecho en los seis años que lleva en la NBA. Además, aporta 1,4 robos y 1,4 tapones, lo que le define como un baluarte de la defensa neoyorquina.
Con Robinson funcionando a pleno rendimiento, los de la Gran Manzana son actualmente el equipo que menos puntos encaja en la Liga con un promedio de 105,1 por noche. Por detrás quedan los Hoston Rockets con 105,5 y los Boston Celtics con 106,7. Una vez más, Thibodeau ha dado forma a una roca sobre el parqué.
(Fotografía de Elsa/Getty Images)
