MeToo en la Escuela Internacional de Cine y Televisión, y más noticias – La Joven Cuba

Fueron noticia esta semana varias denuncias de abusos sexuales ocurridos en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV). La revelación la hizo el periodista Mario Luis Reyes en un reportaje publicado en El Estornudo.

Los directivos de la institución aparecen señalados por su gestión deficiente de los hechos y por el daño extra que hicieron a las víctimas cuando ignoraron lo sucedido, minimizaron su importancia o sometieron a una de las mujeres violentadas a un careo con su agresor.

Las autoridades policiales, judiciales y forenses también fueron emplazadas por sus procedimientos incorrectos y revictimizantes.

Pocos días después, la EICTV publicó un comunicado en el que admite la responsabilidad institucional. «Aún de buena fe, nos equivocamos. Expresamos nuestras sinceras disculpas a las personas que han sido afectadas», dice la nota.

También aseguran haber establecido protocolos y dispositivos para reaccionar adecuadamente ante las denuncias de violencia sexual y de género que pudieran ocurrir en lo adelante.

Al final de su nota, la EICTV aprovechó para enumerar las políticas y normas adoptadas por el Estado cubano para enfrentar estos problemas: el Programa Adelanto de las Mujeres, la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar y el Decreto 96/2023 Protocolo de Actuación ante Situaciones de Discriminación, Violencia y Acoso en el Ámbito Laboral.

Tras la publicación del reportaje aparecieron otras denuncias que refuerzan las evidencias de que la EICTV ha sido muy negligente en el tratamiento de estas violencias.

Durante esta semana los medios nacionales prestaron inusual atención al problema de la violencia de género.

En el programa Hacemos Cuba se dieron a conocer algunas estadísticas sobre la respuesta penal a los «asesinatos a mujeres» en 2023: 5 sancionados a privación perpetua, 2 sancionados a 40 años, y más del 70% de las sanciones oscilan entre los 35 y 40 años. También afirmaron que, con respecto «las amenazas contra las mujeres», el 63% de los autores han tenido penas de internamiento. Sobre los delitos de acoso o abuso sexual no se compartieron datos.

Esto significa que ni siquiera las instituciones educativas con proyección internacional se salvan de la plaga de violencia de género que ha sido tolerada e invisibilizada en Cuba durante muchos años.

La inclusión de esta problemática en políticas públicas llega tarde y es insuficiente. Según los testimonios, algunos de los hechos ocurrieron antes de la aprobación de los antes citados documentos, pero otros tuvieron lugar de forma mucho más reciente.

Por otro lado, significa que los medios no estatales están sido siendo claves en destapar estos casos. Fue también El Estornudo quien en 2021 sacara a la luz los abusos sexuales del trovador Fernando Bequer, que, luego de una larga batalla legal y comunicacional, terminaron llevándolo a prisión.

Nuestra opinión es que más allá de los casos puntuales, en el reportaje se evidencia un clima, una actitud general y un silencio institucional que propician la violencia de género en la EICTV. Estas denuncias pudieran desencadenar un #MeToo contra la EICTV.

Por su parte, la respuesta de la Escuela tiene la sinceridad de admitir el problema, pero esa no debería ser la única ganancia de este señalamiento masivo que le han hecho. EICTV debió anunciar una investigación profunda de las denuncias realizadas, estimular que se presenten otras y comprometerse con el acompañamiento a su solución.

De poco sirve un mea culpa si la impunidad queda intacta. Tampoco convencen las estrategias que dicen haber adoptado. Hay que establecer responsabilidades administrativas y penales en todos los casos. Y más allá de los dispositivos preventivos que parecen estar funcionando ahora en la EICTV, el sistema de educación entero debería adoptar una estrategia integral para encarar estas violencias con perspectiva de género y respeto a las víctimas.

Prórroga de impuestos aduanales

También fue noticia esta semana que el gobierno cubano decidió mantener libre de impuestos aduanales hasta el próximo 30 de junio, aclarando que la medida tiene «carácter excepcional», la importación no comercial de medicamentos, insumos médicos, aseo y alimentos.

Se permitirá la importación de estos artículos, siempre que no superen el valor declarado 500 dólares estadounidenses (USD) o un peso de 50 kilogramos como equipaje no acompañado. No pagarán impuesto aduanero los productos importados que equivalgan a 200 USD o 20 kilogramos.

La disposición, publicada en la Gaceta Oficial, aclara que los viajeros podrán beneficiarse de estas medidas siempre que presenten los productos exentos de pago en bultos distintos al resto de su equipaje.

Esto significa que las autoridades reconocen su incapacidad para abastecer al país con estos productos básicos y, coherentemente, favorecen su importación.

Opinamos que se trata de una medida que tiene un carácter esencialmente humanitario y debería extenderse indefinidamente, sin necesidad de estar realizando prórrogas periódicas, mientras Cuba sea afectada por las medidas unilaterales coercitivas estadounidenses y tenga complicado el acceso a insumos médicos.

Por otro lado, si bien la importación personal de medicamentos es un paliativo, el Estado cubano no debería asumir esta como la solución permanente. Muchos de estos medicamentos acaban en el mercado informal y se venden sin ningún control sanitario, lo cual representa un gran peligro para el sistema de salud.

Aun teniendo en cuenta los reales daños de las medidas norteamericanas, el Estado cubano debería hacer más por estabilizar el flujo de medicamentos e insumos médicos en las instituciones de salud, que desde poco antes de la pandemia se ha visto afectado para nunca más recuperarse.

La «soberanía» sobre los salideros

Salideros / Foto: Cubadebate.

Fue noticia, además, que Cuba realiza una inversión con el objetivo de «erradicar» los más de 5 mil salideros de agua reportados actualmente en todo el país, más de la mitad ubicados en La Habana, según informó el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

La inversión consiste en mejorar la tecnología para fabricar piezas plásticas en la empresa Hidroplast. Hasta el momento, según dijo a Granma un directivo del Grupo de Gestión Integrada del Agua (Giat), compraron máquinas y moldes para fabricar los llamados «enlaces rosca macho».

Según el directivo «producir las piezas aquí nos cuesta 40% menos que si se importara el producto terminado».

En términos de «soberanía» de producciones, el gran desafío de Cuba es lograr que la generación eléctrica dependa menos de los suministros extranjeros. Esta semana fue noticia que el país intenta extraer y procesar más crudo nacional.

La Unión Cuba-Petróleo (Cupet) comunicó que ha echado a andar el pozo Canasí, paralizado hasta ahora. Se trata del mayor productor de gas a cargo de la empresa. Normalmente aportaba más de 450 mil metros cúbicos diarios, equivalentes a unos 60 megawatts.

Cupet sigue buscando reservas de crudo y gas para perforar nuevos pozos en el norte del occidente cubano. Este mismo mes lograron «una hazaña tecnológica» al ejecutar una perforación horizontal de 8 mil metros en el pozo Varadero 1012.

Además de este incremento en la extracción de combustibles, se planifica instalar 92 parques fotovoltaicos hasta 2028. Cada uno podría generar más de 20 megawatts.

Cuba necesita 8 millones de toneladas de combustible cada año, pero sólo produce 3 millones. ¿Cómo remontar esa diferencia? La apuesta parece ser las «fuentes renovables de energía».

Esto significa que las empresas estatales, en concordancia con la política del gobierno, no están de brazos cruzados ante la falta de liquidez que afecta a la totalidad de la economía cubana.

Nuestra opinión es que, en estos casos, se trata de una estrategia correcta. Incrementar el acceso a combustibles y a tecnologías que permitan resolver problemas elementales con recursos propios, en efecto, se trata de un camino hacia la soberanía, más allá de los discursos.

El problema de los salideros, teniendo en cuenta su localización concentrada en la capital, parece soluble, aunque hay que tener en cuenta que estas cifras oscilan constantemente. Unos quedan resueltos y se abren otros nuevos. Las estadísticas sobre salideros, ante el mal estado de las redes, es muy cambiante. Si la solución en lo que respecta a las piezas se encuentra en el país, hemos dado un gran paso.

En cuanto a la autonomía de combustibles para la generación eléctrica, se trata de un camino mucho más largo. Estos pasos se agradecen.

La remesa que no llega

Y fue noticia, una vez más, que Western Union (WU) seguirá sin prestar servicios en Cuba a pesar de haber dicho que lo harían a partir del este 1 de abril. 

La empresa dijo que se mantienen los «problemas técnicos» que les impidieron enviar remesas desde finales de enero de este año.

No hay mucha claridad sobre el problema que tiene WU, pero un directivo, Brad Jones, dijo que la dificultad que enfrentan está relacionada con la plataforma cubana Orbit.

Orbit es la institución financiera que consiguió licencia del Banco Central para ocuparse de las remesas en sustitución de Fincimex, después que esta última terminó sancionada en 2020 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Esto significa, a juzgar por las medias palabras de las notas de prensa sobre el tema, que más que un problema tecnológico parece haber, de fondo, un desacuerdo entre las partes.

Opinamos que este asunto no está nada claro. No parece haber ningún obstáculo legal para las operaciones de WU, pero en la práctica no ha sido posible.

Para el gobierno cubano, lo mismo que para las familias, es decisivo abrir rutas para la entrada de remesas.

Esta empresa, que ha sido una de las opciones históricamente preferidas, se ha quedado a atrás. El mercado informal mueve un número desconocido de remesas, seguramente multimillonario. Tampoco sabemos cuán significativas, en términos de pérdidas, han sido las salidas y entradas de WU.

Cuando las medidas implementadas por Trump les prohibieron operar en la Isla hubo un problema grande. En la actualidad, al parecer, el problema es otro que no queda claro.  

Morfa al Comité Central

Fue noticia este fin de semana la promoción al Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) de Susely Morfa, que era la Primera Secretaria en Matanzas, luego de haber sido la primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas.

En sustitución de Morfa fue nombrado Mario Felipe Sabines Lorenzo, hasta el momento gobernador de la provincia.

Sucely Morfa se hizo conocida por su participación en la Cumbre de las Américas de Panamá 2015, donde aseguró a gritos que ella había costeado con ingresos personales su presencia en la cita y descalificó a sus interlocutores llamándolos «mercenarios».

Esto significa probablemente un premio, una promesa de ascenso todavía mayor para la conocida funcionaria, a pesar de que algunos medios no estatales hablan de «destitución» al parecer se trata de un ascenso.  

Nuestra opinión es que Morfa ha entrado en una «sala de espera» que probablemente la lleve a ocupar un cargo más alto de carácter político o administrativo.

La ex Primera Secretaria tiene apenas 41 años y una trayectoria de impecable lealtad al PCC, con aciertos y desaciertos. Si bien sus declaraciones en 2015 la dejaron en ridículo por mentir de forma evidente, durante los incendios en la Base de Supertanqueros en Matanzas en 2022 se le vio todo el tiempo junto a las llamas acompañando a bomberos y rescatistas.

La llamada «Política de Cuadros» del país ha dado en los últimos años signos notables de desaciertos. Altos funcionarios en casos de corrupción, ministros que se convierten en burla… son el resultado de preferir fidelidad a un Partido antes que capacidades, conocimientos y valores.

¿La ex primera secretaria estará preparada para las «tareas encomendadas»? El tiempo dirá la última palabra.

Perugorría premiado 

Por último, fue noticia que el actor Jorge Perugorría mereció el Premio Nacional de Cine 2024.

El jurado consideró que Perugorría «es uno de los rostros más visibles de su generación» y, además, que «es un artista multifacético y encarna los valores más profundos de la identidad nacional».

La Asamblea de Cineastas, por su parte, lo calificó como «uno de los actores más reconocidos de la cinematografía cubana». «El gremio te congratula y te abraza», agregaron.

Coincidimos. Nunca podremos olvidar su Diego en Fresa y chocolate. ¡Felicitaciones!