Hemos vivido una tercera etapa del Giro de Italia rápida y rara. Se ha escapado un grupo de más de veinte corredores y Movistar, que debía trabajar de inicio, no lo ha hecho.
Tampoco lo ha hecho el UAE de Tadej Pogacar, que ha ido a rueda. Aun así, el esloveno ha intentado ganar. Como aficionado admiro lo que ha hecho hoy y le aplaudo, pero como profesional creo que se equivoca porque es la tercera etapa del Giro, en un terreno que no es adecuado, con muchos corredores frescos en una jornada inicial. La situación solamente le puede provocar una caída y un esfuerzo sin rédito. Son veintitrés días de Giro y luego hay un Tour.
Se ha rodado muy rápido en el pelotón debido a que es peligroso tener una escapada con tanta gente. El equipo del líder no ha trabajado absolutamente nada y ha sido entonces cuando los equipos que no se han filtrado delante han tenido que acelerar.
Como estaba previsto, a pesar de ese ataque de Pogacar, la etapa se ha definido al sprint, sin problemas para los hombres de una general en la que ‘Juanpe’ López sigue bien colocado por parte española. Se espera que esta situación se mantenga en próximas jornadas.
La de este martes, de hecho, la espero parecida a la de hoy, con 190 kilómetros llanos y una cota de cuarta categoría. Es una etapa larga para los equipos de los sprinters, pero quizá Pogacar se tenga que pensar el no malgastar esfuerzos.
